ATLÉTICO DE MADRID

Simeone ya tiene problemas

El Atlético cayó en casa sin saber leer la presión y pierde a Nahuel Molina y a Savic, que estará un mes de baja, de cara a Mestalla. El Cholo espera mantener su plantilla.

El Atlético no supo leer el partido contra el Villarreal. Es la sensación que quedó tras la derrota por 0-2 en el estreno liguero del Cívitas Metropolitano, donde un fallo en el despeje de Nahuel Molina dejó en bandeja el gol a Yeremy Pino para romper la igualada. Ese tanto, curiosamente, llegó cuando más cómodos se estaban encontrando los rojiblancos, desencorsetándose tras una primera mitad muy plana y con energías renovadas gracias a la entrada de Griezmann, De Paul, Correa y Cunha, que habían fabricado la ocasión más clara para ponerse por delante. Nahuel culminó su mala tarde con una roja directa que, unida a la lesión de Savic, quien estará un mes de baja, obliga a Simeone a modificar su defensa de cara a Mestalla. Al técnico se le sumaron varias complicaciones.

Pérdida del juego psicológico

Se cumplía la media hora de partido y João Félix miraba a Simeone pidiendo una solución ante la incapacidad del equipo para recuperar el balón entre los centrales y Rulli. El portugués se impacientaba, quería que el equipo subiese líneas y aumentase la presión. Mientras, el técnico ordenaba mantener la línea. Siempre que había intentado salir a campo abierto, los iniciadores del juego del Villarreal habían encontrado a Gerard Moreno, Lo Celso, Jackson y Yeremy entre líneas. “Ellos buscaron sacarnos de nuestro posicionamiento para que nuestra ansiedad nos sacase de sitio, esos saques de puerta para que el rival se comporte de forma ansiosa”, explicaba el Cholo, haciendo alusión al partido de la temporada pasada contra la Real Sociedad donde el inicio de la posesión con Remiro también ocasionó dificultades en la lectura del partido. El Atlético jugaba en casa y debía proponer, pero se veía incapaz de recuperar el balón en campo rival y no quería arriesgar tácticamente. Se vivió incertidumbre y mucha incomodidad. Algo que se corrigió ligeramente tras el descanso, con una mejor presión.

Sin control en el medio

Una de las claves del partido estuvo en la sala de máquinas. El Atlético repitió el tridente con Lemar y Koke formando doble pivote y Llorente tirado ligeramente a la derecha. Pero, sin posesión ni capacidad para enlazar con João Félix y Morata, totalmente desabastecidos, Coquelin, Parejo y Lo Celso jugaron cómodos, se llevaron todos los balones divididos, se mostraron más fuertes, mejor colocados y dominaron el duelo. Esa posición de Lemar le está dando rédito a Simeone cuando puede enlazar con balón conectando la defensa y la delantera. Dirigir con la posesión. Pero, obligado a defender, ni él ni Koke fueron capaces de ordenar la presión ni de imponerse al control y físico del submarino amarillo. Y Llorente sigue sin ser determinante en ataque y entra poco en juego con balón, muy lejos del nivel de la temporada 2020-21. Se hace extraño que Kondogbia no haya sumado ningún minuto en las dos primeras jornadas teniendo en cuenta el gran final de curso pasado que llevó a cabo. Y más en un partido que pedía músculo y fuerza en el pivote.

Ambiente enrarecido

Las aguas deben volver a su cauce en el Atlético. Iniciar la Liga en casa con una derrota nunca es lo ideal, pero estamos en la segunda jornada, hay confianza en la plantilla, una gran preparación y tiene que ser únicamente un bache. Sin embargo, se vivieron imágenes desagradables que han dejado un poso y un ambiente enrarecido en torno al equipo. La celebración del gol de Gerard Moreno que sentenciaba el partido generó una tangana entre ambas plantillas, ya que se entendió como un gesto de ofensa hacia los aficionados (el delantero justificó que siempre realiza la misma celebración). Pero, lo peor estaba por venir. Cuando los suplentes estiraban sobre el césped del Metropolitano tras el partido, hubo un altercado entre Mario Hermoso y una serie de aficionados rojiblancos donde tuvo que intervenir la policía y compañeros como Kondogbia o el exfutbolista Juanfran, actual comentarista de DAZN. Insultos hacia el madrileño y Griezmann y lanzamientos de objetos entre aficionados del mismo Atlético y sus jugadores, algo impropio. El Cholo tiene trabajo también en el apartado mental para que el altercado no vaya a mayores.

Dificultades en defensa

Si se llegaba al partido contra el Villarreal con toda la plantilla disponible, ha sido un espejismo. A las primeras de cambio, el Cholo tendrá que volver a reestructurar su defensa. Llevaba tres partidos seguidos repitiendo esquema titular, en el amistoso de Turín, contra el Getafe y ante el Villarreal. Pero en Mestalla, el próximo lunes, habrá que modificar cuanto menos la zaga. Giménez y Felipe están de vuelta, pero Savic pidió el cambio por unas molestias en la parte posterior del muslo y Nahuel Molina vio una roja directa que aparentemente le acarreará sanción. Witsel está obligado a ejercer como central de emergencia, y así seguirá mientras los titulares sigan cayendo. Y en el carril derecho Nahuel es el único especialista tras la marcha de Wass. El Atlético no ha firmado a nadie por el danés y Llorente o Carrasco se verán obligados a trasladarse a ese puesto de nuevo como parche. La sombra de Trippier sigue siendo alargada y la presentación del argentino en el Metropolitano fue para olvidar.

Mal menor

Más allá de los problemas surgidos por la primera derrota desde el inicio de la pretemporada, el Atlético debe reponerse rápido. Tiene toda una semana para preparar su próximo partido y es momento de aprender de los errores. Llegarán más partidos contra planteamientos como el del Villarreal y hay que aprender. Es la segunda jornada y perder un partido no implica nada, la clave es recuperar pronto a la plantilla. Simeone parece preocupado en sus comparecencias por la opción de perder a algún jugador en lo que resta de mercado y dejó de nuevo claro que su deseo es seguir contando con su plantilla, no quiere decir adiós a nadie. Queda poco más de una semana para el cierre de un mercado que dará tranquilidad al técnico una vez se llegue al 2 de septiembre. Valencia, Real Sociedad, Celta, Real Madrid y Sevilla presentan un calendario con curvas, y no hay tiempo para venirse abajo por una derrota. Una derrota que se fraguó en un error defensivo cuando la balanza podía caer desde cualquier lado. El fútbol no para.

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