Profundo enfado en Leganés por el gol anulado a Piotr en Huesca

Un profundo sentimiento de malestar domina al Leganés. La culpa la tiene la falta que le señalaron a Piotr Parzyszek cuando, en el 76′, empató el partido ante el Huesca con un potente cabezazo. López Toca, árbitro principal del partido, señaló infracción y anuló el tanto al considerar que se había apoyado sobre Timor. La repetición de la jugada muestra como el polaco apenas toca la espalda del ex pepinero al tomar impulso para rematar. Difícil interpretar que de ese movimiento surge un apoyo y menos una falta.

“Es difícil creer que, de ser al contrario, se habría pitado penalti de esa acción”, se lamentó tras el partido Imanol Idiakez, por primera vez contrariado en sala de prensa en lo que va de temporada por la decisión de un colegiado. Su reflexión es la generalizada de un vestuario que ayer salió de El Alcoraz tocado. También enfadado. “Es una broma”, llegó a resumir el técnico. “Desde mi posición es gol”, le secundó Nyom en los medios del club, protagonista de la acción porque fue el autor del centro que remató Piotr. También lo fue por mandar al palo la segunda ocasión más clara de los blanquiazules tras, precisamente, el gol de Piotr

En esa acción, al existir contacto, Vicandi Garrido, trencilla de VAR, no pudo entrar a rearbitrar la jugada. El reglamento fija que, cuando existe contacto, por leve que sea, es interpretación del colegiado principal si hay falta o no. No había, por tanto, lugar a la intervención por vía tecnología.

La mano de Sielva

Sí que pudo haber intervenido cuando en el 40′ Sielva tocó la pelota con la mano. López Toca negó que fuera sancionable, aunque la pelota le rebota claramente en la extremidad. La repetición de la acción también muestra que la posible falta se produce dentro del área. De haberse revisado y penalti, debería haber sido penalti.

En Butarque entienden que la derrota de Huesca fue fruto no de las decisiones arbitrales, sino de la falta de tino y la ya tradicional debilidad defensiva en momentos puntuales. Sucede, sin embargo, que ven en el criterio de López Toca un claro perjuicio que, en la situación de extrema necesidad de los blanquiazules, multiplica sus efectos. Además, alguna voz autorizada del vestuario cree que de haberse dado por válido el gol, los pepineros aún habrían tenido opciones de ganar el partido visto el buen ritmo que estaban manteniendo hasta ese momento.

De hecho, la decisión fue golpe anímico tras la cual el Leganés se vino algo abajo y dejó de buscar la meta de Andrés Fernández con la misma intensidad que durante un partido que dominó por juego y por ocasiones, pero que, de nuevo, fue incapaz de materializar en puntos.