MÁLAGA

Pablo Guede, el héroe del ascenso más recordado

Hace 24 años, el 28 de junio de 1998, tres goles de Pablo Guede, hoy entrenador del Málaga, dieron un rocambolesco y celebrado ascenso a Segunda a los blanquiazules.

Málaga

Este 28 de junio se cumplen 24 años de un de los ascensos del Málaga más recordados por los aficionados. Ese día el equipo ascendió desde la tercera categoría del fútbol español (entonces llamada Segunda División B) hasta Segunda División.

Fue una jornada plagada de emociones y sensaciones contrapuestas. El Málaga Club de Fútbol partió de cero en Tercera División tras la desaparición del Club Deportivo Málaga decretada en asamblea de socios el 28 de julio de 1992. Con el potente respaldo del Grupo Zeta, el nuevo Málaga se construyó para regresar por la vía rápida al fútbol profesional. Pero la tarea no era nada sencilla.

El ascenso a Segunda B fue sufrido y posible gracias a una victoria costosa sobre el Cristian Lay de Jerez de los Caballeros y un felicísimo pinchazo del Isla Cristina en el hogar de un extramotivado Puertollano.

Movilla, durante el Málaga - Terrassa (4-1) del ascenso a Segunda.

Ya en la categoría de bronce y a pesar de tirar de talonario para contar con los mejores jugadores, el Málaga no lograba el ansiado subidón a la categoría superior. Es más, en las dos primeras campañas no logró ni jugar los mal llamados ‘playoffs’.

En la tercera campaña, el entrenador Tolo Plaza fue destituido en la jornada 13 tras una derrota en Écija. Fernando Puche, presidente del club, contrató al asturiano Ismael Díaz, un joven técnico de 32 años de ideas avanzadas que introdujo algunos cambios como situar a Bravo y Roteta como laterales, apostar por Sandro y Movilla y dar confianza a Pablo Guede, un delantero que llegó procedente del Xerez mediada la temporada y que no terminaba de encontrar su hábitat ideal. Por suerte, cambió el cuento.

Tras dos derrotas consecutivas contra Lorca y Murcia, Puche lanzó un ultimátum a Ismael Díaz, que salió del ‘corredor de la muerte’ tras una épica victoria en Ciudad Real contra el Manchego con gol de Basti. El equipo encadenó una gran racha de resultados y terminó la Liga regular como líder y logró clasificarse para la fase final donde fue encuadrado en un grupo junto con Talavera, Terrassa y Beasain, en apariencia oponentes inferiores.

Pero la situación se complicó de manera extraordinaria. Tras vencer con enorme sufrimiento al Beasain con goles de Guede y Mikel Roteta, el doble enfrentamiento contra el Talavera se salda con 1-1 en La Rosaleda y derrota 2-1 en tierras toledanas. Otra vez Puche piensa en destituir a Ismael, pero… no había tiempo ni candidatos (el favorito era José Mari Bakero).

Roteta, en un lance del Málaga - Terrassa (4-1).

Tras vencer al Beasain por 4-0, el Málaga se llevó un tremendo 3-0 en Terrassa el mismo día que el Atlético Málaga ganaba en Lleida la Copa de la Reina tras derrotar al Lagunak por 4-0 y partidazo descomunal de Auxi Jiménez. La alegría matinal se convirtió en desolación. El Málaga no dependía de sí mismo para subir. Debía derrotar al equipo egarense por tres goles de diferencia y esperar que ‘San Beasain’ impidiera una victoria del Talavera.

La operación Beasain

El ambiente en Málaga era de un pesimismo colosal. El Beasain había echado su primera mano de santo empatando en Talavera (2-2). Como los guipuzcoanos no se jugaban nada, un grupo de empresarios de Benalmádena decidieron reunir los suficientes recursos para motivarles. Un dinero más que interesante y vacaciones a todo trapo para jugadores, cuerpo técnico y familiares de este equipo que pocas veces se había visto en una igual. El Málaga también puso de su parte…

Y llegamos al 28-8-1998. La Rosaleda no se llena. Poco más de 20.000 personas con sensación de que confiaban más en ‘San Beasain’ que en sus jugadores.

Estas fueron las alineaciones:

Málaga: Rafa, Bravo, Axier, Txomin Larrainzar, Roteta; Luis Merino, Movilla, Sandro; Guede, Quino y Basti. También jugaron: Kiko Ramírez, Manolo y Jon Bakero.

Terrassa: Sergio Granados; Juli, Uceda, Guerrero, Méndez; Gallego, Gonzalo, Tito, Vacas; Tost y Campuzano. También jugaron: Raset, Chuli y Rubi. Este Rubi es, en efecto el actual entrenador del Almería.

El partido se pone de cara a los 16′ con un gol de Pablo Guede. El milagro parecía cercano. Pero a los 36′ Méndez, que había empezado esa temporada con los malagueños, pone el 1-1 y pone a la grada en depresión. Casi al borde del descanso Luis Merino, de manera poco ortodoxa, engancha un balón con la izquierda y coloca el 2-1.

Lo que pasó después fue sublime. La inspiración de Guede y la desdichada actuación del portero catalán Sergio Granados obraron el milagro. El 3-1 llegó a los 47′ de la manera más absurda. Un saque de puerta del Sergio Granados da en la espalda de Guede. El hispano-argentino acepta el regalo y afina en su hat-trick a los 65′ tras cabecear a la red un buen centro de Mikel Roteta. La primera parte del plan estaba cumplida. Pero faltaba la segunda.

Guede fue el héroe absoluto del ascenso del Málaga a Segunda B hace 24 años.

Y de repente aparecen transistores por el estadio como si fueran hormigas. Y las noticias que llegan desde Guipuzcoa son preocupantes. El Talavera ha empatado a los 72′ y tiene a su rival embotellado. El 1-2 se masca. Lo que pasa en el césped ha dejado de tener interés. El Málaga contemporiza y el Terrassa está groggy. Como en una nube.

Cuando acaban los dos partidos la fiesta es total. Alegría, lágrimas y abrazos por doquier en contraste con la desolación del entrenador visitante, Josep María Nogués y las dudas en torno a Granados que fue acusado por Manuel Lao, presidente del Grupo Cirsa, empresa patrocinadora del equipo, de haberse vendido, un extremo que el cancerbero siempre ha negado. Las suspicacias vinieron porque había fichado por el Mallorca, que tenía el mismo propietario que el Málaga. Aquello jamás se demostró, pero este guardameta no tuvo una buena carrera.

Pablo Guede pasó a ser uno de los ídolos del malaguismo por una liguilla prodigiosa donde, además de estos tres recordados goles, obtuvo cuatro más. Volvería a ascender con el Málaga a Primera al año siguiente. Después se fue al Elche.

En total, el Málaga Club de Fútbol ha conseguido cuatro ascenso: dos a Primera, uno a Segunda y otro a Segunda B. Todos ellos muy festejados. Pero sin duda el más recordado es este por lo que significó y porque relanzó a un club que estaba dormido. A todo esto, la primera decisión que adoptó Puche dos días después fue prescindir de Ismael Díaz para contratar a Joaquín Peiró. Pero esto ya es otra historia.

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