Miedo escénico de ida y vuelta

Butarque es, en los últimos tiempos, espacio de paradojas esféricas. Misterios del balón que sólo se entienden en el fútbol, ese deporte con normas únicas en lo reglamentario y en lo anímico. En el juego y la psique. Dice la lógica de esta última que, jugando de local, debería sentirse más cómodo el Leganés que sus enemigos, pero resulta que la centrifugada realidad de este club últimamente demasiado agitado dibuja un llamativo miedo escénico que convierte la pradera pepinera en teatro de miedos locales y oportunidades visitantes. Hoy ese anómalo doble filo pasa una dura prueba del algodón ante un incómodo Tenerife, virgen de triunfos allende su estadio, pero en claro crecimiento como amenaza a la también consolidada mejoría pepinera (sigue en directo el partido en As.com).

“No soy mucho de pedir, pero ojalá no haya runrún en Butarque. Es importante”, comentó en la previa con cierto reparo un Idiakez que lleva tiempo avisando cómo las piernas de algunos de sus jugadores se atenazan ante ese ambiente espeso que rodea los muros de Butarque, consecuencia (quizá también en parte origen) de la inestabilidad pepinera sobrevenida en las últimas temporadas de decepciones engarzadas desde la caída libre de Primera División.

Mejoría y blindaje

Con el (por ahora) único objetivo de la supervivencia en Segunda, el bloque dirigido por el guipuzcoano muestra brotes verdes. Engarza ya cuatro duelos seguidos marcando y desde el cataclismo ante el Albacete, suma dos victorias y una derrota, ésta con toneladas de buenas sensaciones tras plantar cara en su estadio y amagar con el empate al Levante, uno de los candidatos claros al ascenso.

Sin Neyou, Jiménez y Manu Garrido y la duda severa de Omeruo, está por ver si el entrenador mueve mucho el árbol del once o apuesta por la columna vertebral que ha vigorizado el rendimiento de los suyos y, de paso, mejorado su competitividad. Lo que parece claro es que la defensa de tres centrales seguirá presente. Undabarrena, Gaku y Jorge Sáenz, en los pepineros, se medirán ante su exequipo, sensación de sentido inverso con Garcés y Soriano en el cuadro chicharrero. Algo parecido pudo haber sucedido con Enric Gallego, objeto de deseo pepinero en 2020 cuando Yousef En-Nesyri fichó por el Sevilla y dejó un butrón en la delantera blanquiazul.

Retorno dulce

Vuelve el Tenerife es ese estadio que, aunque sigan pasando los años, siempre será especial después de consumar allí el ascenso a Primera con Rafa Benítez en 2001. Ya se han regresado otras diez veces, pero el gol de Hugo Morales para certificar el cambio de categoría ante un estadio de mitad rojiblanca (a 7 kilómetros el Atlético se jugaba la otra plaza de ascenso ante el Getafe) se sigue recordando. En el mítico Butarque, los canarios buscarán su primer triunfo a domicilio de la temporada.

Se presentan a la cita en buena racha: seis partidos sin perder y recuperando sensaciones. Al menos ante el Granada (victoria 2-0 para los de Ramis), el equipo se empezó a parecer al grupo sólido y efectivo que jugó promoción de ascenso el campeonato pasado. Ante los nazarís, el Tenerife frenó en seco a todo un aspirante y ha vuelto a encender la esperanza en sus aficionados.

Ramis no hará muchos cambios, pero uno es obligado ya que Carlos Ruiz se lesionó y estará un mes de baja. Seguramente le reemplace José León. Para el resto del once, tras el buen partido del domingo pasado, pocos motivos hay para tocar, pero pensando en dosificar piernas podría haber alguno. El que parece que repite es Javi Alonso, recuperado tras más de un año parado. El canterano va a más.

Altas y bajas:

Leganés. Se caen Neyou, Dani Jiménez y Manu Garrido. Kenneth Omeruo es seria duda.

Tenerife: Ramis tiene las bajas de Elady, Carlos Ruiz, Waldo, Shashoua y Corredera lesionados).

Claves:

Continuidad: El Leganés ha encontrado en una fórmula de juego competitivo la llave para encontrar continuidad ya no sólo en su estilo, sino en los resultados.

Solidez: El Tenerife va recuperando esa solidez defensiva y la efectividad anotadora que le caracterizó la temporada pasada.

Mentalidad: Necesita el Leganés desterrar fantasmas de local y aferrarse de nuevo a la otrora eficaz “comunión” (Idiakez dixit) con Butarque

Delantera: Enric Gallego es un fijo, pero Borja Garcés e Iván Romero no le pierden pisada y también están respondiendo.

As a seguir.

Arnaiz. El recurso ofensivo que más ocasiones genera en el Leganés. A poco que mejore su puntería, los goles llegarán.

Javi Alonso. El canterano va ganando confianza después de pasar en blanco toda la campaña pasada. Gana peso en la medular.