Lugo y Oviedo confrontan sus dudas

En el fútbol las urgencias llegan pronto, pero es que en el fútbol el tiempo es elástico, sobre todo cuando los resultados no acompañan. Hasta hace dos jornadas el Lugo veía pasar los días con placidez, pero dos derrotas consecutivas y el hecho de que en casa el equipo solo haya sumado tres puntos de nueve posibles ha bastado para sembrar las primeras dudas. Tampoco contribuye una confección de plantilla en la que se apostó, casi por obligación, por un número corto de efectivos y que en la primera curva ya hace que ante el Oviedo el equipo se presente en cuadro.

En Oviedo también hay apuro. En su caso las prisas las marca el deseo de ver al equipo arriba, que es donde le toca por tradición, historia y ahora por la ambición de los nuevos dueños del club. Sin embargo, los de Bolo no terminan de arrancar y esa irregularidad no contribuye a la tranquilidad de la tropa azul. Una victoria a domicilio calmaría nervios y asentaría el proyecto (sigue el partido en directo en As.com).

Hernán Pérez, ovetense de nacimiento, tendrá que resolver un puzle complicado con muy pocas piezas. Entre pitos y flautas el Lugo no podrá contar con Sequeira, Cuéllar, Idrissa, Pirri y Chris Ramos. Lo de Ramos es especialmente doloroso ya que él solo suma cuatro de los siete goles albivermellos, y no se atisba un suplente a su altura. Además, Clavería va a llegar tan justo que sería un éxito que entrase en la convocatoria. Con todo esto se espera el regreso a la titularidad de Alberto en el eje de la zaga y que Lebedenko le gane la partida a Zé Ricardo en el lateral izquierdo. El Hacen y Juanpe pelearán por un puesto en la media y Barreiro, único delantero disponible, amenazará en punta.

Mientras, los de Bolo llegan en su primer momento de dudas de la temporada. La derrota ante el Ibiza se unió al empate anterior en Burgos en otra mala versión para desatar la autocrítica del entrenador, siempre claro. “No estamos cubriendo las expectativas”, señaló el técnico tras el varapalo, otro más, en el Tartiere. Así que se presenta en el Anxo Carro con el anhelo de regresar a la senda de la victoria. Bolo ha ocultado sus cartas durante la semana, pero habrá cambios. De nombres, seguro, ya que Borja Sánchez es baja y habrá más caras nuevas; pero podría incluso ampliarse al sistema. La recuperación de algunas piezas claves en las últimas semanas, como los laterales Miguelón y Pomares, le dan al vasco alternativas en su libreta necesarias para que el juego del equipo no se convierta en algo previsible.

Queda pendiente el número de oviedistas que se desplazarán al Anxo Carro. En un partido en el que los asturianos suelen ser legión, lo elevado del precio a los visitantes y algunas exigencias en materia de seguridad que no han gustado hicieron que la Asociación de Peñas del Real Oviedo pidiesen que no se viajase a Lugo. Con todo, el ambiente está garantizado. Veremos si también el buen fútbol.