La UD Ibiza inaugura su primera tienda oficial
Varios aficionados esperaban esta mañana la apertura del local, en el que se venden las nuevas equipaciones del club y todo tipo de ‘merchandising’ de la entidad que dirige Amadeo Salvo.
La UD Ibiza ya tiene su tienda oficial abierta desde este jueves. El local, situado en el estadio Can Misses, ha comenzado a funcionar con un leve retraso con respecto a las previsiones iniciales, pero los aficionados ya disponen de un lugar donde comprar todo tipo de ‘merchandising’ del club ibicenco, que esta temporada afronta su segunda aventura en LaLiga SmartBank.
La entidad pitiusa anunció este miércoles, en redes sociales, la apertura de la tienda a partir de las 11 horas de hoy. Poco antes ya había varios aficionados esperando para poder comprar la camiseta del equipo, que esta campaña tiene un nuevo diseño de la mano de la marca Puma. Las puertas se abrieron también una media hora después de lo previsto, pero la gente esperó pacientemente. Entre ellos tres entusiastas seguidores, un adulto y dos niños, que se enfundaron la elástica celeste del Ibiza para comprarla. Aunque también causó gran sensación la segunda camiseta, de color azul marino con puntos claros, emulando las gotas de agua. Incluso, la vestimenta de color naranja gustó mucho entre la afición.
En la tienda oficial también se venden bufandas, llaveros, tazas y artículos relacionados con la UD Ibiza, que ya cuenta con un espacio propio para ello. Además, las camisetas, las prendas más preciadas, se pueden adquirir en algún otro establecimiento comercial de la isla.
Aficionados comprando entradas
Por otra parte, también había aficionados que esperaban para comprar sus entradas de cara al I Torneo Power Electronics, que enfrentará a la UD Ibiza con el Mallorca de Primera División, este domingo en el estadio de Can Misses (21 horas). El comentario general entre los seguidores, mayoritariamente abonados, era el hecho de que estos últimos tengan que pagar para ver este partido; pero también ha molestado a los abonados no poder comprar los tiques vía ‘online’, así como el hecho de no tener una entrada garantizada.