Giuliano le da oxígeno al Zaragoza y deja tocada a la Ponferradina

Giuliano Simeone fue el protagonista absoluto de la primera victoria de la temporada del Real Zaragoza. El hispano-argentino marcó los dos goles de los aragoneses y fue una auténtica pesadilla para una Ponferradina que suma su tercera derrota consecutiva y entra en una preocupante racha de resultados.

El partido se puso pronto de cara para el Zaragoza, que a los doce minutos ya mandaba en el marcador tras una genialidad de Giuliano Simeone. El delantero zaragocista hizo un sombrero sobre Pascanu para plantarse solo ante Amir, al que batió con un tiro cruzado.

Con la ventaja del gol, el Zaragoza planteó el partido cerrando huecos atrás y lanzando contraataques como partidas de cazas, buscando la velocidad de Mollejo y Giuliano a la espalda de la defensa berciana. El propio Mollejo pudo hacer el segundo en un remate que se le fue alto con todo a favor y Paris Adot tuvo que sacar casi bajo palos un disparo de Vada tras una jugada individual de Giuliano por la derecha.

Cuando el partido parecía irse al descanso con el 0-1, apareció Nwakali para desatascar la maraña defensiva aragonés con un derechazo desde treinta metros que entró limpiamente por la escuadra izquierda de Cristian Álvarez, devolviendo las tablas al marcador y planteando un partido nuevo para la segunda parte.

Sin embargo, Giuliano se encargó de que no fuera así cuando apenas se habían jugado cinco minutos de la reanudación. El delantero recogió en el segundo palo un balón peinado en el primero tras un saque de esquina y fusiló sin contemplaciones a Amir para poner el 1-2 en el marcador.

La Ponferradina retomó su plan de acoso sobre la portería de Cristian Álvarez, pero los blanquiazules no encontraban caminos en el buen entramado defensivo de Carcedo. Nwakali lo volvió a intentar desde lejos, pero el meta zaragocista respondió bien para atajar el balón junto a la base del poste, y Dani Ojeda tuvo la suya tras una dejada de Derik, pero su remate no encontró portería.

El cansancio empezó a hacer mella en los bercianos demasiado pronto y en los últimos minutos apenas pasó nada reseñable, para alegría de un Zaragoza que se llevó su primera victoria de la temporada en un campo donde además nunca había logrado sumar los tres puntos en Segunda División.