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El Real Valladolid impulsa la unidad en busca del ascenso

Tras las declaraciones de Ronaldo el viernes y de Pezzolano el sábado, la plantilla salió al partido ante el Racing con una pancarta y el escudo antiguo.

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Algo está cambiando en el Real Valladolid. Trasciende más allá de los resultados, aunque en deporte, en fútbol, nunca puede ser independiente. Pero lo cierto es que una corriente diferente se abre paso en el club hacia un aperturismo con el abonado, a escucharlo más. Es verdad que existía, y existe, el Pucelaconecta, donde se da respuesta a todas las dudas de quienes escriben, pero desde el mes de agosto este acercamiento es más notable. Empezó con las visitas guiadas para periodistas y abonados por el estadio, con diálogos con el entrenador o directivos, siguió con una reunión informal de los informadores con la cúpula del club encabezada por Ronaldo, presidente del club, y tuvo su punto más importante en la creación de Comité Consultivo de Abonados y la celebración del referéndum sobre el escudo. Todo ello, hay que recordarlo, en una empresa privada que no tiene la obligación de hacerlo.

Los malos resultados, sin embargo, llevaron a los pitos, las peticiones de dimisión de Pezzolano y unas desafortunadas declaraciones del técnico que reavivaron la división entre el club y gran parte de la afición. Pese a las muestras de acercamiento del club, estas se veían torpedeadas por algunas “perlas” del entrenador... cuanto menos, innecesarias. Los pitos crecían y las dudas con el técnico, sobre todo, se hacían mayoritarios cuantos más partidos perdía el equipo, nueve ya. Por eso es destacable ahora la iniciativa del club. Ha sido potente en los últimos días. Una medida inteligente. En vez de ir al choque con los aficionados, apostó por pedir unidad invocando a un bien común: conseguir el ascenso.

Pese a todas las iniciativas que había lanzado el club, nada más llamativo y eficaz que las palabras de Ronaldo Nazário el viernes en la SER. En su primera entrevista radiofónica en Valladolid, el brasileño apeló a la necesidad de apoyar al equipo durante el partido, convocando a quienes no estuviesen satisfechos a tratar esos temas durante la semana: “Tenemos que hacer de Zorrilla un calderón” en alusión a una caldera grande “donde a los rivales les tiemblen las piernas”. Ese llamamiento, sincero, fue seguido por el técnico en la rueda de prensa del día siguiente. Entonces Pezzolano volvió a hablar de cimientos y buen trabajo, pero también de unidad, de “que seamos uno, que sepan que somos todos el Real Valladolid. Me puede gustar que esté alguien o que no esté alguien, pero seguimos siendo el Real Valladolid y nosotros vamos a dar lo mejor. Los necesitamos mucho” para terminar afirmando: “En los momentos difíciles tenemos que estar juntos”.

El mensaje estaba lanzado. La pieza final la pusieron, al alimón, los trabajadores del club y los jugadores. Estos últimos salieron al campo en el duelo ante el Racing con una pancarta que rezaba: “Unidos con orgullo, unidos con honor” y el escudo antiguo, el que volverá a ser oficial el 1 de julio. El detalle significativo es que fueron los trabajadores del club los que propusieron esta acción, con este mensaje, en este momento. Y es que las alrededor de 260 personas que trabajan en el club valoran el buen momento que vive la entidad, confían en el proyecto. La mayoría son de Valladolid, están identificados con el club y querían unirse a esa petición de unidad. El guante estaba lanzado y la afición, que es lo mejor del Real Valladolid durante los últimos años, respondió como debía. Animando al equipo para conseguir una victoria que debe ser un punto de inflexión... desde la unidad. Ronaldo, al final del partido, lo agradeció.

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