A Garagarza le gusta esperar
En verano firmó a Salvi y Ramon en la segunda quincena de agosto, a Keita sobre la bocina y a Aguado y Víctor Ruiz con el mercado cerrado.
Esperar al último momento para fichar tiene sus riesgos, pero también sus beneficios. Una estrategia que gusta a Fran Garagarza, que ya había puesto en práctica en el Eibar y que también realizó este verano con el Espanyol. Ahora, tras 11 días de mercado, parece que va a seguir con la misma línea. Todos los nombres que se han relacionado con el Espanyol han venido desde fuera, Garagarza sigue trabajando desde el absoluto hermetismo, pero a día de hoy no hay ninguna operación encarrilada. Llegarán fichajes, ni muchos ni muy importantes, pero la intención del club es reforzarse en enero. Veremos si hay que esperar al último día.
El único mercado que ha estado Garagarza al frente del equipo, este verano, la estrategia de esperar hasta el último momento se llevó al límite. Solo Pere Milla llegó con un buen margen, pues tanto Salvi como Ramón fueron firmados en la segunda quincena de agosto, con la Liga ya empezada. Los otros tres, Keita, Aguado y Víctor Ruiz, todavía tuvieron que esperar más. A Keita Baldé lo firmó el Espanyol el último día de mercado, donde también vendió a César Montes casi a la medianoche, al límite. Pero es que los otros dos llegaron ya con el mercado cerrado. Tanto Aguado como Víctor Ruiz eran agentes libres y por ello pudieron firmar con el Espanyol pasado el 1 de septiembre. Una estrategia que dio sus frutos, Aguado acabó viniendo pese al interés de varios clubes, pero que no está exenta de riesgo.
Afronta ahora el Espanyol otro mercado de similares características, pero con la obligación de reforzarse para asegurar las dos primeras plazas y ascender de forma directa, el gran objetivo del equipo. Además, existe una necesidad añadida: La plantilla se diseñó en verano para ser competitiva, evidentemente, pero para un entrenador y un modelo de juego, el de Luis García, que nada tiene que ver con el de Ramis. Así pues, los fichajes que acometa el club ahora deben adecuarse mucho más al perfil que demanda el entrenador de Tarragona, que no ha sacado provecho de las incorporaciones de verano. Al margen de Pere Milla y Aguado, el protagonismo de los otros cuatro (Salvi, Keita, Ramon y Víctor Ruiz) ha sido testimonial.
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