Rubén Yáñez: “Necesitaba rebelarme y mostrar mi nivel”

Rubén Yáñez Alabart (Lloret de Mar -Girona- 12-10-1993) ha sufrido mucho hasta dar con un equipo que le ha ofrecido continuidad. Forjado en la cantera del Real Madrid, estuvo a la sombra de Keylor Navas, Cifuentes o Soria. Ahora es feliz en Málaga.

Su mejor temporada en lo individual y a nivel colectivo sufriendo de lo lindo con el Málaga. Vaya contraste…

A nivel personal estoy contento, aprovechando los minutos y la confianza del club. Pero es verdad que es una lástima la situación del equipo durante toda la temporada. Aunque ahora estamos en un momento en el que estamos viendo más la luz. Las sensaciones que da el equipo son mucho mejores. Ese contraste es una realidad, pero hay que convivir con él.

En lo personal, le ha costado muchos años llegar a este momento.

Se han dado diferentes circunstancias. También es verdad que he tenido enfrente a compañeros con un nivel altísimo. He estado en buenos clubes también y eso hace que el fútbol sea más difícil. Hay que competir y la posición de portero es bastante complicada. Juegas o no juegas.

Tuvo que medirse con Keylor Navas, David Soria, Cifuentes, ahora Manolo Reina…

Tienen una carrera detrás que verifica su altísimo nivel. Pero soy muy ambicioso, donde voy quiero jugar y compito para ello.

¿Ha sido una liberación esta temporada para Rubén Yáñez?

Muchísimo. Poder por fin mostrarme a este nivel en esta competición y durante muchos partidos seguidos, era el momento que estaba buscando para rebelarme y poder mostrar realmente mi nivel. Lo necesitaba.

¿Es el actual su mejor nivel?

No. Siempre hay más. Siempre he considerado que puedo dar más. En el fútbol también cuenta el factor suerte, pero entreno cada día para dar ese plus.

Llegó a un proyecto de ascenso pero las cosas se torcieron por completo…

Con la plantilla que se confeccionó, con gente con mucha experiencia en Primera, pensábamos que podíamos luchar por algo bonito y ambicioso, como era el competir por el ascenso. Pero Segunda es muy difícil, lo dije desde el primer momento. Aunque tengas una buena plantilla tienes que competir bien porque los rivales son durísimos. Ahora con Sergio Pellicer hemos conseguido una manera de jugar y de competir y la gente está muy metida, es importantísimo que la gente cree, hay confianza en el equipo y se ve con la afición, que nos apoya. Hay esa unión entre jugadores y afición. En otros clubes puede haber enfrentamiento por la situación, pero estamos viviendo una unión que nunca había vivido y es una experiencia que no tiene precio.

¿Qué le diría a quienes piensan que la reacción llega tarde?

Ahora sólo hay que ver cómo está compitiendo el equipo. Es el argumento principal por el cual la gente tiene que creer. Somos un club grande y la afición lo está demostrando. Jugar en casa con casi 30.000 personas hace pequeños a los rivales. Ojalá este momento anímico nuestro hubiera llegado antes, estaríamos mucho más tranquilos. Pero se ha dado así y hay que competir con ello, sacarlo adelante y, sobre todo, creer.

¿Ve al equipo capaz de ganar cuatro de los cinco últimos partidos?

Posible es, claro que sí. Pero también es difícil. Estamos a cinco puntos, son dos partidos que ganas y que el que marca el descenso pierda esos dos partidos. Es posible que sea antes de tiempo incluso el poder salir de esa situación. Pero tenemos clarísimo que hay que ir partido a partido y no mirar más allá. No podemos distraernos del foco principal, que es sacar los tres puntos este fin de semana. Y cuando pase ese partido, a por el siguiente.

Después de sus años con pocos minutos y con compañeros de tanto nivel, ¿es ahora cuando valora lo que tiene?

Es verdad que no había vivido un momento de disfrutar del fútbol y la competición. En el Getafe viví una racha de partidos jugando y compitiendo, pero fue en una situación con Covid, sin público, y fue diferente. Lo que estoy viviendo este año, también por la afición, a nivel personal lo estoy disfrutando muchísimo. Que haya aquí casi 30.000 personas apoyándote en un partido y en un estadio como La Rosaleda es lo bonito del fútbol. Es lo que hace que te sientas realizado como profesional.

¿Qué aprendió de Keylor Navas?

Aprendí muchas cosas. Es un grandísimo portero, está demostrando un gran nivel también en la Premier League. Aquella fue mi época de mucho aprendizaje y de coger un ritmo de alto nivel. Keylor ha dado muchísimo al Real Madrid y al PSG también. Ha demostrado ser un grandísimo portero. Me quedo con los momentos que viví con él, siempre fue muy cercano conmigo y también con Kiko Casilla. El grupo que hicimos esos dos años fue maravilloso.

¿Tuvo también a Rafa Benítez de entrenador?

Sí, subí con él. Lástima que no acabó el año en curso, pero luego subió Zidane, al que ya tuve en el Castilla y le conocía y sabía cien por cien que iba a ir bien.

Rubén Yáñez es ‘Zidanista’…

Con él competí en el Castilla y en el primer equipo también estuve con él. Estaba muy encima de mí y me ayudó en todo lo que pudo. Muy contento de poder vivir la experiencia con él como entrenador.

En Málaga se encontró con Manolo Reina y empezó como suplente.

Fue una situación difícil. Venía con la aspiración de jugar y encontrar el club donde poder crecer. Manolo Reina es un portero al que todos conocemos, con grandísima experiencia, ha competido a un gran nivel. Tenía que pensar en el trabajo, en ayudar a los compañeros y en que la recompensa llega. Así ha sido. Me ha tocado jugador y he tenido que aportar al equipo. Los futbolistas nos moldeamos para ello.

Ha caído de pie en La Rosaleda.

Pues sí, he logrado caer de pie y mantener el nivel, que es lo difícil en el fútbol. Estoy muy contento. El Málaga siempre será un club grandísimo.

Usted también tiene cláusula liberatoria en caso de descenso.

Casi todos los jugadores la tenemos. Ese tipo de cláusulas existen pero no estoy pensando en ello. No pienso que el Málaga va a bajar, quiero mantener a este club en Segunda y quiero seguir aquí muchos años más y, si conseguimos la salvación, conseguir en el futuro objetivos más bonitos. Este club donde se merece estar es en Primera División.

Rubén Yáñez tiene claro que si el Málaga sigue en Segunda, no se mueve de La Rosaleda…

Aquí estoy muy a gusto. He encontrado mi casa y aquí quiero estar los máximos años posibles. De eso no tengo ninguna duda. La aspiración de un jugador profesional no sólo es el contrato. Después de haber estado en el Madrid, mi sueño siempre ha sido estar en un club grande y disfrutar del fútbol, de la competición y de una gran afición. Y es lo que tengo ahora.

Más de 400 malaguistas en Lugo.

Hay una unión enorme entre la afición, el club y los jugadores. Se está viendo en cada jornada la afición que tenemos. En ningún momento han dejado de apoyar y animarnos. Gracias a esa unión se puede conseguir el objetivo.

¿Qué tipo de portero es Rubén Yáñez?

No les voy a hablar mal (risas). Me considero un perfil de portero técnico. Por arriba en balones aéreos estoy aportando mucho, y en balones bajos también.

¿Un referente?

De toda la vida es Iker Casillas. Los porteros que hay ahora son grandísimos. Ter Stegen es un referente porque en todos los aspectos es muy completo. Alisson, Courtois… tienen estilos diferentes porque el fútbol ha evolucionado mucho. Si me tengo que quedar con uno, referente desde pequeño, Iker Casillas.

Tres entrenadores, tres maneras diferentes: Pablo Guede, Pepe Mel y Sergio Pellicer.

Estos movimientos se dan por una situación negativa. Si las cosas fuesen bien, no se producirían esos cambios. Hay que buscar maneras para poder encarrilar la situación y conseguir un cambio. Porque el objetivo de estos movimientos es buscar un cambio. Se han dado estas circunstancias que no son deseables para los jugadores ni para el club. Ahora ya no hay que pensar en el pasado sino en el presente. Y con Sergio estamos a muerte porque estamos consiguiendo algo que parecía, jornadas atrás, imposible. Ahora se ve un poquito más la luz. Sí es verdad que lo tenemos muy difícil porque aún hay que sacar mucho. Creo que algo ha cambiado.

Rubén Castro, Chavarría…

Necesitamos de ellos y ahora nos están dando muchísimo. Son los que están haciendo los goles y marcan la diferencia en resultados. Necesitamos de todo. Los goles son de ellos, pero el trabajo es del equipo. Y cuando analizas las jugadas son acciones donde los goles son de ellos, pero las jugadas no son de ellos. El esfuerzo de todos está consiguiendo estos resultados y hay que seguir con ello.

¿Tiene pensado cómo va a celebrar la permanencia si se consigue?

Pensado no. Lo que sí que sé es que lo voy a celebrar como si me quedase sólo un día de vida. Va a ser algo grandísimo. Confío, deseo y espero que así sea y brindar a la afición este objetivo de mantener la categoría. Y creo que lo vamos a celebrar.

¿Es comparable este sufrimiento al individual de otras temporadas cuando no jugaba?

Ambas situaciones son durísimas, aunque diferentes. Los jugadores tenemos una responsabilidad muy grande con el club donde estamos y la gente que tenemos detrás. Es enorme. Y no conseguir la salvación sería un fracaso para todos. Esa responsabilidad tan grande conlleva una presión enorme. Las sensaciones que estamos dando no son de derrotismo ni de debilidad ante la presión. Estamos sacando esto adelante, sacando pecho y dando la cara. Y la afición está con nosotros.

¿Qué piensa un futbolista que va en el autobús camino del estadio para jugar contra el Cartagena y se encuentra con un recibimiento tan grande de los aficionados?

Espectacular. Sabíamos que iba a haber un recibimiento, pero vivirlo… Pocos jugadores pueden llegar a vivirlo. Hay clubes buenísimos, con grandes aficiones. Desde el Real Madrid no he vivido un recibimiento tan grande y es comparable. Agradecer ese apoyo incondicional.

¿De qué equipo es Rubén Yáñez?

Desde pequeño he sido madridista y he tenido la suerte de poder jugar ahí. Pero estar este año aquí, vivir lo que estamos viviendo y el día a día el cariño de la gente, yo soy malaguista ahora hasta la médula.

¿Qué tal el joven portero Carlos López?

Es un chico con un gran futuro. Es muy joven. La posición de portero necesita de madurez. Pero es un chaval que está trabajando con nosotros y a gran nivel. Tiene un gran futuro.

¿Cuál ha sido su mejor parada?

En Zaragoza hubo varias intervenciones muy buenas, más que nada porque fueron decisivas para poder aguantar un resultado. O una del Cartagena de la que no se habla tanto, a De Blasis, que si se analiza bien es complicada. Tenía un hombre delante y el tiro fue fortísimo.