Rachad y Melamed, los únicos con frescura de ideas

El Almería Stadium sigue siendo un potro de torturas para el equipo indálico. Dos puntos sobre nueve en la presente temporada y una estadística global que es como una película de terror. Solo dos triunfos en 24 partidos ante su sufrida y cada vez más enfadada afición. El Almería de Rubi no funciona.

El once inicial de Rubi buscaba un cambio de rumbo, pero no logró el objetivo. Si buscaba más solidez en el centro del campo con Edgar, Lopy y Melero, no lo terminó de conseguir. La clave está en el desempeño de los futbolistas y, hasta que no aparecieron Arribas y Rachad, el equipo no dio el paso adelante. Le sigue costando mover las fichas durante el juego.

Análisis de los jugadores

Resulta inconcebible que un equipo concebido para ascender por la vía rápida esté dando estos tumbos y ofrezca tantas dudas. Rubi admitió en la rueda de prensa previa al duelo contra los armeros que añoraba la presencia de un líder en el vestuario. A continuación, analizamos la actuación de los jugadores de manera individualizada.

Luis Maximiano: Salvo recoger dos balones de su portería y buscar, sin éxito, montar contras con saques largos, su trabajo estuvo más fuera del área para sostener la defensa adelantada.

Pubill: Se marcho con unas aparentes molestias a la espera de la revisión médica. Lo intentó por su banda, pero aún no está a su nivel

Chumi: Recibió la confianza del técnico que decidió dejar en el banco a Kaiky. En el lado derecho de la defensa se le ve más cómodo. La única exigencia que tuvo fue contener el ataque que acabo en el 0-2 y no logró el objetivo.

Radovanovic: Disputó sus primeros 90 minutos de la temporada y salió en la foto que dio origen al 0-1. Tiene más carácter que el resto de los compañeros de posición así que tendrá continuidad.

Centelles: Ante la poca presencia en ataque del Éibar, sólo sufrió cuando Corpas jugaba en campo contrario debido al menor esfuerzo defensivo de Nico por delante. Busco centros al área sin excesivo éxito.

Edgar: No se puede decir que no cumpliera su papel destructivo, aunque no lo suficiente. Crear no es su fuerte, como ya es sabido, pero se encontró bastante solo con la pareja que tenía por delante.

Lopy: Entró en el once por Robertone para dar más consistencia al mediocampo (eso dijo Rubi en sala de prensa), pero su juego sigue siendo extraño. Le falta contundencia en la destrucción, claridad en la construcción, y velocidad en la ejecución. Quizás necesita ideas frescas a su alrededor, pero no las hay. A pesar de todo, y de forma sorprendente porque le cuesta muchísimo tirar a puerta, tuvo una buena ocasión con un remate en el área.

Melero: Es una pena que el madrileño pase desapercibido en la mayoría de sus últimos partidos. De Gonzalo sólo se puede decir, como de la mayoría de los jugadores del equipo, que está metido en un pozo futbolístico del que tiene que salir por el bien de todos.

Leo Baptistao: Volvió al once tras una leve lesión, pero no encontró los momentos para generar demasiado peligro. Aun así, puso un centro muy interesante que no encontró premio. Fue sustituido por Arribas.

Nico Melamed; Es el único jugador que ofrece otra imagen. Es repetitivo el recordatorio de que juega sin el lastre de la pasada temporada, pero es que se nota en exceso. Se movió por todo el frente de ataque logró marcar justo en la jugada posterior al 0-2. Mantuvo vivo al equipo.

Luis Suarez: Con ansiedad. Podríamos explicarlo más extensamente, pero llegaríamos al mismo punto.

Robertone: Sustituyó a Melero y el Almería comenzó a jugar con una pieza usable en mediocampo. Entró justo tras el gol de Nico Melamed, por lo que se sumó en mejor inercia.

Arribas: Es diferencial. Inició su partido desde la banda derecha por Baptistao, y acabo como media punta por detrás de Suarez. Se movió por todo el ataque y dio otro carácter al juego, aunque, como le pasó a Robertone, le ayudó mucho que entraran en inercia positiva.

Rachad: Clave. Fue titular el lunes y hoy Rubi confirmó con su entrada que, jerárquicamente, está por delante de Marezi. Entró con ganas, energía, hambre, ilusión… vamos, todo lo que al equipo le cuesta mostrar. Aprovecho un balón en el área para anotar el tanto del empate. Su celebración demuestra que a este equipo le hacen falta muchos Rachad.

Pozo: Entró por el ‘tocado’ Pubill. No lo hizo ni mejor ni peor que su compañero.

Bruno Langa: Al igual que Pozo, ‘refresco’ su banda. Tuvo en sus botas el tanto de la victoria con un gran disparo desde lejos que hizo temblar el travesaño del portero del Eibar.

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