Un reto para De Paul... en su regreso a Mestalla

La sanción a Nahuel Molina le abre una puerta a De Paul en el once de Simeone. Y lo hace en un partido que es más que un partido para él. Un regreso a ‘casa’, al estadio que lo fue durante dos años (de 2014 a 2016), Mestalla, en su primera experiencia en España... que no terminó de salirle como esperaba. Aquel De Paul, muy joven, con apenas 20 años, jugó 35 partidos en un año y medio, nueve la segunda temporada que se terminó en enero con una maleta de regreso a Racing, cedido al club del que había partido. fugaz e intermitente entonces, su ‘explosión’ no llegaría hasta el siguiente viaje, a Udine, el fútbol italiano, cinco temporadas que le sirvieron para regresar a España con una Copa América bajo el brazo, la amistad y respeto de un futbolista como Messi y la vitola de centrocampista total, un Simeone del siglo XXI, canchero y con calidad. Pero en su primera temporada no logró hacerse con la titularidad inamovible para el Cholo. Ahora, en la segunda, puede serlo por primera vez allá donde más le gustaría brillar. Valencia, Mestalla, este lunes. Un reto personal.

Solo dos partidos oficiales han pasado para que Simeone, y Llorente, se hayan encontrado con uno de los problemas para el equipo en general, y el futbolista en particular, la temporada pasada: los viajes del ‘14′ al lateral derecho que, con la lesión de Trippier primero, precisamente en Mestalla la temporada pasada, y su marcha en enero al Newcastle después, le ataron a esa posición retrasada que ahogó sus carreras a la línea de fondo, sus goles, sus asistencias (13 y 12 la 2020-21). Dos partidos y 13 días más tarde de la marcha por sorpresa de Wass, llamado a ser el suplente de Nahuel. No hay ningún otro en la primera plantilla. Solo Llorente. En la primera prueba del Cholo para este partido, en la tarde del miércoles, De Paul ocupaba el doble pivote con Koke en sus primeras pruebas (y Llorente el carril diestro).

Una primera temporada de menos a más

De Paul se fue apagando en el Atlético. Le costó varios meses encajar en un vestuario sin grandes egos. En el campo se mostraba errático, lejos de aquel centrocampista “fuerte a la hora de portar el balón, con buen criterio a la hora de combinar independientemente de si se enfrenta a un bloqueo defensivo más profundo o a una línea más alta, lo que aumenta su eficacia en el juego de posesión”, como analizaba la revista online especializada The Coaches Voice cuando aterrizó en el Atlético. Solo al final comenzó a asomar, con tres grandes actuaciones en tres partidos seguidos (ante Elche, Real Sociedad y Sevilla), lúcido y activo en la presión, con asistencias y un golazo, pases en largo teledirigidos con escuadra y cartabón, perfectos.

Desde que el Atlético comenzó la pretemporada, sin embargo, De Paul no ha sido capaz de romper la barrera entre titulares y suplentes para el Cholo, siempre en el segundo equipo. Hasta ahora. Hasta Mestalla el lunes, parece. Su vuelta a casa con un reto en la cabeza, lo que allí no logró: hacerse fundamental e inamovible. En sus piernas está.