Un Espanyol con Diego y sin su ‘Maradona’ ante el exigente Nápoles

Nápoles y Maradona forman una metonimia desde que juntaron sus caminos hace casi cuatro décadas. Hay jugadores ligados a un equipo como una bota a un pie, y el astro argentino y el flamante tercer clasificado de la Serie A son uno de ellos. Después de ganarle 3-1 al Girona en el Castel di Sangro (en el corazón de Italia), el Espanyol aterriza en la realidad del Nápoles para oponer más resistencia pese a contar con numerosas bajas, entre ellas su Maradona particular, especialmente porque si cada equipo tiene su estrella la del Espanyol es RdT. En este caso, por sus goles y por su influjo en los aficionados más que por sus valores como jugador de un colectivo. A la espera de que el delantero se renganche al grupo, el equipo perico necesita lavar la imagen de Brighton (5-1).

El Nápoles será un rival exigente. El que más de la pretemporada de los de Diego Martínez. Si los blanquiazules deben reformular sus expectativas y viven pendientes del mercado, de las entradas y de las farragosas salidas, el Nápoles se muestra mucho más ambicioso en la cancha y en el banco. Ha vendido por 52 millones y se han reforzado por 59. Los de Luciano Spalletti mantienen su fisonomia de equipo pulcro con el balón, agresivo en la presión y ultra competitivo, con Victor Osihmen como punta de lanza. Su ‘Maradona’ particular tras la marcha del veterano en el club Lorenzo Insigne.

El Espanyol llega bajo mínimos, como en Brighton. Hasta nueve jugadores del filial y bajas importantes como las de Javi Puado o Adrià Pedrosa, lo que restará potencial a un equipo que empezó con las intenciones claras pero que ha ido perdiendo la compostura ante la potencia de los rivales o la falta de configuración de plantilla. Después de un 5-1, las mejores señales serán volver a ser un conjunto rocoso, duro de romper. Cabrera en la defensa y Vinicius en mediocampo son el ancla en esas labores, a la espera de ver las progresiones de Simo u Omar, dos jugadores que están causando buena impresión en el cómputo global de la temporada.

Al ser el último simulacro, es muy probable que la alineación que saque Diego Martínez se asemeje a la del primer partido de Liga ante el Celta el próximo sábado. El técnico podrá contar con nuevos jugadores desde el comienzo de la semana y recuperar a otros, como Puado, Pedrosa, Pol Lozano o Adrián Embarba, pero el armazón podría verse esta tarde sobre el césped del estadio italiano. En momentos delicados, de transición a la espera de que se configure la plantilla, es donde afloran los jugadores con personalidad. Un buen escenario Di Sangro, con un césped irregular, para que asomen los líderes como Sergi Darder o Joselu Mato, llamado a ser protagonista por el estilo de juego y las dudas sobre el futuro de RdT.

No es la primera vez que Espanyol y Nápoles se ven en la pretemporada. Ya sucedió hace cinco años, en 2017, cuando los italianos se impusieron claramente por 2-0 y Quique Sánchez Flores, el técnico por aquel entonces, pronunció unas palabras premonitorias de la temporada: “No estoy contento, no soy feliz”. El final de la historia es conocido. Pero no en cambio la de un Diego Martínez ilusionado que espera emocionar a la hinchada. Su camino también pasará por ese sur de Italia.