Ter Stegen vuelve a volar

Metido ya en la treintena, Marc-André Ter Stegen (30-4-1992) ha vuelto a volar esta temporada en la que, más allá de los tres goles que encajó el miércoles ante el Inter (salvó otros cuatro), lleva 624 minutos imbatido en LaLiga, en la que sólo ha recibido un gol.

Seguramente, era difícil esperarlo ya. Castigado por sus problemas en la rodilla derecha, sus tres últimos años habían resultado decepcionantes. No había ni rastro del portero mandón y exuberante que llegó al Barça en 2014 y que, después de dos temporadas de suplente de Bravo en la Liga (pero titular del campeón de Champions y de las Copas de 2015 y 2016), se sintió con fuerza para desafiar a Robert Fernández y a Bartomeu: o Bravo o él. El chileno fue traspasado al Manchester City y el alemán se quedó con todo el poder en la portería, en la que engulló primero a Cillessen; y luego a Neto. “Quiero jugar todo”, dijo en una gira por Estados Unidos en 2018. No dejaba ni las migas, al punto que el holandés y el brasileño, que consideraban que el alemán jugaba casi por decreto, terminaron abandonándose.

El rendimiento de Ter Stegen empezó a bajar alarmantemente al final de la temporada 2018-19, con un punto especialmente doloroso en Anfield, donde se quedó inmóvil ante los remates de Wijnaldum y Origi (4-0). Algo no iba bien. Concretamente, era la rodilla derecha, por la que se vio obligado a parar al inicio de aquella temporada. El asunto fue a peor y acabó en el 2-8 de Lisboa, donde fue transparente. Después del ridículo contra el Bayern, decidió parar y se perdió el inicio del curso 2020-21. Pero la rodilla siguió sin reaccionar y Ter Stegen decidió operarse.

Aunque Koeman y Xavi le han considerado imprescindible, desde la llegada de Laporta su estatus ha cambiado. El presidente está empeñado, como Mateu Alemany, en bajar su contrato, renovado hasta junio de 2025 con cantidades diferidas al estilo de De Jong. “No es el momento de hablar de eso ahora”, dijo recientemente durante el parón de selecciones. Ter Stegen ha regresado a la Mannschaft después de pedirle a Flick que le eximiese de los compromisos de Nations League del mes de junio para hacer descansar su rodilla.

El parón le vino fabuloso al alemán, que pudo hacer la pretemporada completa y que ha empezado el curso mostrando uso reflejos que parecían olvidados. Aún duda en centros cruzados y le cuesta manejarse en el espacio abierto, pero bajo palos ha recuperado agilidad en el uno contra uno. Lleva 20 paradas en el campeonato y 624 sin recibir un gol. El alemán, más allá de alguna molestia en la espalda, ha vuelto a volar.