SEVILLA

Sevilla, la casa de los líos

El enfrentamiento entre Orta y Januzaj, otro episodio más en el interminable serial de polémicas y desastres que llevan a los de Nervión camino de Segunda.

DIARIO ASDiarioAS

El enfrentamiento público de este viernes entre Víctor Orta y Adnan Januzaj ha provocado el enésimo incendio en el Sevilla. Las palabras del director deportivo aireando que el extremo belga no quiere marcharse ni con agua caliente y el desmentido posterior de éste confirman que dentro de Nervión se han empeñado en apagar los fuegos con gasolina. El Sevilla se consume, profundamente deprimido por una crisis institucional, deportiva y económica como casi no se recordaba por el Ramón Sánchez-Pizjuán tras una época de gloria que parece haber dado sus últimos coletazos con la sorprendente Séptima Europa League en mayo del año pasado. Desde aquella final de Budapest ante la Roma de Mourinho apenas han pasado ocho meses, pero por el camión de líos y de malas noticias que atraviesa la entidad blanquirroja parece que hubieran transcurrido un montón de años.

Monchi e Isco llegan a las manos

El Sevilla de finales de 2022 había arribado al parón de noviembre por el Mundial de Qatar metido en puestos de descenso. El cambio de Lopetegui por Sampaoli no daba sus frutos. Descostumbrado a verse tan abajo en la clasificación desde hacía muchos años (tres cuartos puestos en las anteriores tres campañas), el vestuario colapsaba repleto de jugadores hastiados y de lesionados de larga duración. Un polvorín. El mercado de agosto perpetrado por Monchi resultaba un auténtico desastre: Marcao y Nianzou (30 millones de euros entre los dos) en la enfermería sine die; Dolberg y Januzaj casi inéditos... E Isco, sólo a cuentagotas. Días antes de llegar a las Navidades las chispas saltaban entre el director deportivo gaditano y el jugador malagueño en un entrenamiento, con intento de agresión de por medio... E Isco decidía rescindir su contrato de dos campañas. El resto es historia: meses después se marchó a la otra orilla de la ciudad, al Betis, para regresar a la versión que había maravillado durante algunos años en el Real Madrid.

Cinco entrenadores en 14 meses

La era Lopetegui finalizó el 5 de octubre de 2022, después de tres brillantes cuartos puestos, de casi pelear la Liga en la 20-21 hasta el mes de febrero y de lograr la Sexta Europa League en Colonia. El vacío que dejó el técnico vasco y las pésimas planificaciones que habían comenzado antes, en el verano de 2021, supusieron el cóctel perfecto para que la grandeza y estabilidad deportiva saltaran por los aires. Cuatro entrenadores han sucedido al de Asteasu: Jorge Sampaoli, que duró hasta marzo de 2023; José Luis Mendilibar, cuyos siete meses en el cargo, hasta octubre del año pasado, anduvieron entre la gesta continental y los recelos ligueros; Diego Alonso, una calamidad de resultados... y Quique Flores, que hasta el momento empeora al uruguayo. Si no comienza a ganar partidos muy pronto, el madrileño dejará sitio a la última bala que le queda al Sevilla para evitar el descenso: el mítico Joaquín Caparrós.

SEVILLA, 08/01/2023.- El entrenador del Sevilla, Jorge Sampaoli (i) y Quique Sánchez Flores, técnico del Getafe, se saludan al comienzo del partido de la jornada 16 de LaLiga que Sevilla y Getafe disputan este domingo en el estadio Sánchez Pizjuán. EFE/ Julio Muñoz Julio MuñozEFE

La guerra de los Del Nido

El expresidente José María del Nido Benavente parece haber descubierto que las redes sociales pueden servirle como en el mejor vehículo para acabar de meter cizaña dentro de un club absolutamente deprimido, también en la parte institucional. El abogado, padre del actual máximo mandatario, lleva varios años tratando de arrebatar de nuevo el poder a los que él denomina sin tapujos “unos okupas”. Benavente no se habla desde hace mucho tiempo con Del Nido Carrasco, su hijo, al que llegó a insultar (“eres un mierda”) durante la última Junta de Accionistas.

Sevilla vs. Monchi

Aquel enganchón con Isco reveló el estado de máxima tensión en el que Monchi vivía ya desde hacía tiempo como director deportivo del Sevilla. Aunque había regresado de la Roma con la voluntad de no convertir de nuevo la dirección deportiva en algo demasiado personal, el escenario volvió a engullirle y a desgastarle poco a poco hasta hacerle explotar. Ya antes del verano de 2022, cuando sus fichajes comenzaban a bajar alarmantemente el nivel, intentó marcharse del Ramón Sánchez-Pizjuán pero los dirigentes lograron abortar su salida. Meses después, y tras degustar la gloria de una séptima Europa League, la llamada del Aston Villa de Emery precipitó los acontecimientos. Durante aquel inicio de junio de 2023 el Sevilla acababa de levantar otro título continental pero cualquiera ajeno a los acontecimientos hubiera dicho que en realidad lo ocurrido era que había bajado a Segunda, por la situación de tensión extrema que provocaba el deseo de salir del director deportivo, contra la negativa de los dirigentes. Finalmente, previo pago de una millonaria cláusula, Monchi se marchó a Birminghan y allí triunfa actualmente junto a Unai Emery y Damià Vidagany. Aunque los ‘tiritos’ entre el gaditano y la actual dirigencia no han parado de sucederse. Su último reproche: que no le dejaran participar en la despedida de Ivan Rakitic.

Ivan Rakitic se despidió del Sevilla.Miguel Morenatti

Orta, de Jordan a John Mahnken

La planificación veraniega de Víctor Orta no parecía mala del todo pero actualmente sufre una especie de maldición: Lukebakio se rompió para varios meses; Sow anda entre algodones; Soumaré ha flirteado también con los problemas físicos y su falta de ubicación concreta en el campo; Nyland, el guardameta noruego, se llevó mucho tiempo en la enfermería; Mariano apenas ha jugado por culpa de las constantes lesiones; y Sergio Ramos no gobierna una defensa de papel. El asunto Rafa Mir-Valencia, a medio camino entre el pasado verano y el culebrón desastroso de este enero, ha terminado de poner en solfa la labor del nuevo mandamás de los fichajes sevillistas. “Sustituir a Monchi es como intentar sustituir a Michael Jordan”, afirmó Orta allá por el mes de octubre, cuando el Sevilla que él había empezado a moldear ya daba síntomas de verse abocado a una temporada pésima. De momento, si jugara en la NBA, al director deportivo madrileño le estaría costando hacer olvidar hasta a John Mahnken, un pívot estadounidense de los años 40 cuyo dudoso honor reside en poseer el peor porcentaje de tiros de campo en la historia de la mejor liga de baloncesto del mundo.

Un cambio arriesgado: chavales por capitanes

Se dice que de situaciones límite como la que vive el Sevilla se suele salir con veteranía y gritos en el vestuario. De momento, Orta anda haciendo todo lo contrario con la plantilla nervionense. Este enero se han marchado dos de los cuatro capitanes, Fernando Reges e Ivan Rakitic, y ha llegado en su lugar un puñado de futbolistas casi imberbes que, además, no conoce la Liga. El mediocampista franco-tunecino Hannibal Mejbri, cedido por el Manchester United, no convence de momento a Quique, que apenas le ha alineado “porque aún debe conocer lo que es el Sevilla”; Agoumé, que prestó el Inter, ha actuado poco hasta el momento y en las últimas horas del mercado llegó otro veinteañero procedente del Tottenham, el delantero argentino Alejo Véliz, que además debe recuperarse todavía del todo de una lesión de rodilla. El primer elegido para el ataque era Robert Bozenik, pero el ariete eslovaco amenazaba con convertirse en otra incorporación ruinosa incluso antes de jugar debido a los problemas económicas de su equipo, el Boavista, al que reclamaban desde Portugal los acreedores. El último papelito que vive un Ramón Sánchez-Pizjuán convertido en la casa de los líos.

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