CÁDIZ - ESPANYOL

Sergio, mejor que la era Chen

En el Espanyol promedió 1,24 puntos por partido y quedó décimo con una inversión de 5,8M y 24 en ventas. Tras él, 118M gastados, 109 ingresados, 1,17 puntos, un descenso y grisura.

CARLOS MIRADIARIO AS

“Al final, el Espanyol nos ha echado una mano y como perico que soy le envío un gran agradecimiento”, apuntaba Sergio González al término de la pasada Liga, minutos después de aquella dramática jornada final en que el Cádiz se salvó en parte gracias al empate de los blanquiazules ante el Granada, casualmente el exequipo de Diego Martínez, al que condenaron al descenso. La permanencia de los gaditanos permite que este domingo se vuelvan a cruzar los caminos del Espanyol y de un Sergio González que, aun teniendo una puerta a su nombre en el RCDE Stadium por su trayectoria como jugador, quizá no fue todo lo bien ponderado como técnico que merecería.

Una temporada y 15 jornadas de la siguiente duró el de L’Hospitalet en el banquillo perico. Un décimo puesto en la campaña 2014-15 –cuando alcanzó una semifinal de la Copa del Rey– y una cómoda decimosegunda posición, la que ocupaba en la 2015-16 cuando fue sorpresivamente destituido a las puertas de la entrada oficial de Chen Yansheng a la propiedad, suponen un legado que, objetivamente, supera el balance de lo que vino después, con el actual presidente. Sumó Sergio 66 puntos en 53 jornadas, un promedio de 1,24 puntos por partido. Desde el aterrizaje oficial de Chen, a finales de enero de 2016, ha conseguido el Espanyol 252 puntos en 215 jornadas de Primera, a razón de 1,17 por encuentro. Y sí, ha obtenido una séptima (2018-19) y una octava (2016-17) plazas, pero también un descenso. Y una decena de entrenadores distintos, desde Constantin Galca al actual Diego Martínez.

Pero el mérito de Sergio no se queda en las puntuaciones, sino en la manera de conseguirlos. De extraer petróleo de los recursos. Seguramente, lo que también ha sido hasta ahora la clave de su éxito en el Cádiz. Cuando el ribereño asumió las riendas del primer equipo del Espanyol, procedente del filial, se encontraba el club en una situación financieramente dramática, con Joan Collet haciendo malabarismos en la presidencia y Óscar Perarnau en el área deportiva. La prueba de ello es que, durante el año y medio que estuvo en el banquillo, se invirtieron 5,8 millones de euros en fichajes (el que más, Gerard Moreno por 1,5), mientras que se vendió por 24 (Kiko Casilla por seis, Eric Bailly por 5,7 y David López por 5,3, en la ‘pole’). Es decir, un balance de -18,2 millones para su uso y disfrute.

Sergio, con Gerard Moreno. CARLOS MIRADIARIO AS

Diametralmente opuesta, por mucho que Chen Yansheng haya dejado de invertir directamente, ha sido la situación tras la salida de Sergio. Desde enero de 2016 y hasta la fecha, se ha gastado el Espanyol en fichajes la friolera de 118,35 millones (las compras más grandes han sido Raúl de Tomás por 22,5, Matías Vargas por 10,5 e igualados Borja Iglesias y Adrián Embarba por diez), mientras que se ha embolsado 109,7 (principalmente, el ‘Panda’ por 28, Gerard Moreno por 20 y Mario Hermoso, a razón de 12,5).

El balance entre compras y ventas de la era Chen sigue saliendo a pagar, concretamente 8,65 millones, que no son justo 50 más gracias al rendimiento económico que dejaron en caja futbolistas que ya estaban en el Espanyol antes de la llegada de Chen, algunos de los cuales habían tenido a Sergio como entrenador en el primer equipo e incluso en el filial: es el caso del doblemente mencionado Gerard Moreno, de Marc Roca (traspasado por nueve millones), Aarón Martín (seis) o Álvaro González (cuatro), entre muchos otros. Hoy al club precisamente le falta revalorizar a sus jugadores y apuntar a una meta ambiciosa. Pero con Sergio de rival.

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