Saúl se queda sin sitio

Saúl Ñíguez se enfrenta a su escenario más complicado. Llamado a ser uno de los grandes centrocampistas de Europa hace poco más de un lustro, un jugador de época, busca su hueco en el Atlético. Lejos de aquel Saúl que dejó uno de los mejores goles que se han visto en el Vicente Calderón en Champions, el conseguido en semifinales ante el Bayern el 27 de abril de 2016, tras driblar a media plantilla bávara. El ilicitano ha sido una de las piezas indiscutibles de Simeone. Buena prueba es que en la temporada 2017-18 fue el futbolista con más minutos de la plantilla (4.751), el año siguiente acabó cerrando el podio (3.911) y en la campaña 2019-20 fue el segundo (4.246). Un intocable del Cholo... que ha perdido su estatus.

La relación entre técnico y futbolista se fue volviendo más áspera. Ni como centrocampista rendía igual ni estaba cómodo en el papel de parche que le destinaba el Cholo. Un chico para todo, cubrir la banda izquierda, tapar el pivote, trabajar en banda... un soldado muy útil, pero lejos de los focos. Tanto se enquistó la situación, que en el verano de 2021 todas las partes se tomaron un año de reflexión. El Atlético había sido campeón de Liga con Saúl en un papel secundario y alternando su posición en el campo, aunque los datos reflejaron que apenas había jugado de lateral. Pero al ilicitano le molestaba tener que ejercitarse en banda cuando los titulares se enfrentaban a los suplentes en las previas de los partidos. “Pedí entrenar en mi posición y el Cholo y Miguel Ángel Gil pensaron que lo mejor era que me fuera”, confesó al llegar al Chelsea.

Cesión sin brillo

Un año a préstamo en la Premier, donde Saúl dejó de entrenar en el lateral, pero también dejó de jugar. 1.168 minutos en 22 partidos con el Chelsea y solo 12 titularidades. Y en su vuelta no ha recuperado el foco. El ilicitano es uno de los pocos futbolistas sin lesiones este curso (apenas se ha perdido un partido por indisposición). Ha participado en 34 partidos, pero únicamente en 11 como titular para un total de 1.074 minutos, el decimoséptimo de la plantilla. Algo muy escaso para uno de los sueldos más importantes del Atlético. A sus 28 años, tiene todavía tres años más de contrato (hasta junio de 2026) y su futuro se contempla con difícil solución.

Ese salario es una losa para el club. Pero también para sus pretendientes. Rayo o Valencia se han interesado en los últimos mercados por Saúl, pero es imposible que se puedan hacer cargo de su ficha. De cara al partido contra Osasuna, las últimas probaturas de Simeone muestran que Pablo Barrios parte con ventaja para suplir a Lemar, lesionado tras cinco titularidades consecutivas. Con Llorente todavía de baja, Barrios es el plan A para acompañar a Koke y De Paul. Correa es el B. Y Saúl, el C. Witsel también estuvo por delante del ilicitano en el Camp Nou cuando el Cholo necesitó otro pivote. Un total de siete alternativas antes que un Saúl que fue titular por última vez en el derbi del 25 de febrero. Saúl ha perdido su espacio.

Vuelta a ‘casa’ sin minutos

Saúl no ha participado en los dos últimos partidos por decisión técnica. Ante Cádiz y Elche se quedó en el banquillo. Entre medias, se sometió a una cirugía nasal por un golpe en un entrenamiento. La semana pasada se ejercitó en solitario, pero pudo entrar en la convocatoria de un partido especial para él. En su piel está tatuado medio escudo del Atlético y medio del Elche, su equipo de corazón y de nacimiento. Vestir algún día la camiseta del Elche es un objetivo. Pero se quedó sin minutos en el Martínez Valero.