Mouriño recupera al celtismo perdido
La campaña de abonados está siendo un éxito, con un 94% de renovaciones y más de tres mil solicitudes de alta, cuyo plazo expira todavía el 5 de agosto.
El cambio de política en la gestión de la masa social comienza a dar sus frutos en el Celta. La contratación de Raúl Rivas como responsable del Área Social del club a mediados de la temporada pasada supuso un punto de inflexión en el trato con el aficionado. La afluencia de público, que estaba siendo mínima, empezó a enderezarse a finales de temporada con diferentes medidas innovadoras y precios más asequible. Ahora, el lanzamiento de la campaña de abonados está sirviendo para recuperar a buena parte del celtismo perdido durante la pandemia.
La primera fase finalizó con la estupenda cifra de un 94% de renovaciones. No obstante, desde el club no se conforman con ello y ahora han iniciado un período de llamadas telefónicas para intentar convencer a ese 6% que ha decidido no renovar su abono. Los socios que sí continuarán pueden solicitar a partir de este lunes el cambio de asiento, cuyos trámites se realizarán de forma telefónica o presencial hasta el próximo viernes.
El 25 de julio comenzarán a asignarse las nuevas altas, que ya superan las 3.000 solicitudes. Este período todavía se extenderá hasta el 5 de agosto, por lo que es bastante probable que se alcancen los 15.000 socios que el club establecerá como tope debido al límite del aforo por las obras del estadio. En estos momentos, con la grada de Marcador en obras, Balaídos sólo permite una afluencia de 18.200 espectadores y en el Celta no quieren cubrir esa cifra sólo con los abonados, pues prefieren dejar en torno a un 15 y un 20% del total para la venta de entradas “porque hay gente que no puede pagar un abono o que vive lejos y quiere venir a algún partido”.