Morata: “Simeone y yo nos dijimos muchas cosas...”

Aquella conversación cambió a Álvaro Morata (Madrid, 1992; 31 años) en el Atleti el pasado verano. Hasta ese momento la posibilidad de irse ahí estaba. Como las ofertas de tantos. De Arabia. De todos los grandes de Italia (Milan, Inter, Roma y Juventus). Pero aquella charla en Corea con Simeone y Gustavo López algo cambió. De aquel cara a cara, como en una catarsis, emergió un Morata inapelable en el gol. Catorce suma ya esta temporada, a la altura de los Haaland, Harry Kane y demás. Capitán de la Selección, es el cuarto jugador de campo más utilizado por el Cholo (con 1.627′, por detrás de Witsel, Hermoso y Grizi). Premio AS del Deporte 2023 habla con AS de ésta y de todo lo que le pide al año nuevo.

¿Cómo es una Navidad con cuatro niños en casa?

Es maravilloso. Ojalá puedan tener salud, como todos los niños lo merecen en el mundo. Pero es muy divertido. Cada día se rompen dos o tres bolas de cristal del árbol de Navidad de algún pelotazo, o pasa cualquier cosa… No nos aburrimos, eso seguro. Están ya nerviosos con los Reyes, les piden equipaciones que yo creo que ni existen del Atleti y de la Selección (risas).

¿Cómo ve el partido contra el Girona? ¿Es rival por el título?

Ahora mismo, hasta que se demuestre lo contrario, sin duda. Tienen un fútbol superofensivo y, en mi opinión, van a tener que mantener ese ritmo goleador y llevarlo a 90 o 100 goles para pelear la Liga. Pero son una realidad.

¿Por qué les cuesta tanto fuera cuando en casa lo ganan prácticamente todo?

En el Metropolitano nuestra afición nos ayuda muchísimo. Fuera también se desplazan y nos apoyan mucho, pero hay algo que cambiar para hacer lo mismo lejos de nuestra casa. No es una cuestión de actitud, siempre queremos ganar y dar la talla. Tenemos una segunda vuelta para cambiarlo y para estar arriba y pelear por el título.

¿Y en Champions? ¿Qué le parece el Inter? Es un equipo que le quiso con mucha fuerza en verano…

Sí, es un gran equipo. Va a estar difícil, pero seguro que ellos no querían jugar contra el Atlético. Bueno, seguro no, lo sé. Es una eliminatoria que perfectamente podría ser una semifinal o incluso una final de Champions. Es lo que nos toca, afrontarlo como lo que es, dos partidos que si ganamos nos vamos a coger más poder en la competición. Son el finalista de la última edición.

¿Cómo de cerca estuvo de fichar por el Inter?

Tengo muy buena relación con el entrenador y también con el director deportivo. Marotta me fichó a mí para la Juventus y hemos tenido una gran relación siempre. Sí es verdad que estuvieron cerca. Tuve bastantes opciones por suerte, pero cuando hablé con el míster y con Gustavo, la mejor decisión era quedarme en el Atlético.

¿Cómo fue aquella conversación? ¿Qué se dijeron?

Fue una charla cara a cara, en la que nos dijimos muchas cosas, compartimos muchas opiniones y yo decidí que lo mejor era seguir. Lo he admirado siempre como entrenador desde fuera y es un placer trabajar con él ahora dentro. Siempre lo he dicho. En otras ocasiones que igual no me había sentido así, lo mejor para mí y también para el club era mi salida para buscar otras cosas. Pero este verano se daba todo para que me quedara.

¿Y qué necesitaba escuchar para convencerse de seguir?

No es que me faltara algo, eran sensaciones y cosas que él me reclamaba en una charla normal. Ojalá algún día podamos ganar un título juntos y recrear esa conversación.

Tras el derbi contra el Madrid, habló mucho de su madurez…

Muchas veces he marcado más o menos goles, pero no siempre he jugado para mi propio rendimiento, sino para intentar complacer a todo el mundo y eso me ha pasado factura en muchos tramos de carrera. Ahora lo que hago es disfrutar de jugar en el Metropolitano, de la afición, del club… Lo que hago es disfrutar y ojalá, lo digo siempre, podamos tocar metal este año. Tenemos una gran plantilla, hay que mejorar algunas cosas, pero puede ser este año.

¿Y es el momento en el que más está disfrutando como futbolista?

Sí, sin duda es ese momento. Hay cosas que a veces te llevan a disfrutar menos, pero este año tenemos un grupo fantástico. Disfrutamos con cada viaje, cada entrenamiento… Ganar un título con este grupo sería increíble.

Su abuelo ahora sí que estará contento con usted...

(Ríe) Sí, ahora ya me habla (ríe de nuevo, con pureza). Cuando fiché por el Madrid me dejó de hablar. Él es muy del Atleti, muy, muy. Imagínate las cenas de Navidad aquellos años... Pero ya está contento de que esté de regreso en casa...

Dio mucha vuelta antes de volver. ¿Sentía que esta puerta estaba cerrada por su paso por el Madrid?

Tuve la opción en su día, pero era inviable porque era imposible. Pero el míster ya lo sabe, cuando era joven le dije que sí, que ojalá algún día pudiera jugar con él. Eso la gente no lo sabe y a lo mejor no se lo imagina. Hace tiempo ya, entonces dije que me había pedido manolitos (2017). Siempre he tenido relación con Koke, también con Gabi aunque jugáramos en contra… Siempre estaba esa cosa, pero nunca se dio, y cuando estaba en el Chelsea, ni lo pensé (2018). Tenía otras posibilidades, de hecho, hubiera podido aguantar en Londres seis meses más y haber ganado la Europa League con mis compañeros, pero me hacía mucha ilusión y me apetecía jugar en el Atlético.

Por cierto, ¿usted, como delantero, trabaja lo del fuera de juego?

En ocasiones se trabaja, pero en otras es una cuestión de mecanismo también de quien te da el pase. Hay veces que tiras el desmarque, tienes que frenar, volver a salir… Es complicado. Ojalá cambien la norma ya y me pille todavía activo, que algún gol me llevaré (risas).

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