Moncayola: “Esta temporada vamos a soñar en grande”

Jon Moncayola (Garínoain, Navarra, 26 años) acaba de hacer 200 partidos en Osasuna. “Ha ido todo muy rápido, ha sido todo en menos de seis años”, suspira. Durante gran parte de ese tiempo ha sido el emblema de Tajonar. Ahora vienen apretando fuerte otros, como Aimar Oroz.

Hace unos días cumplió 200 partidos con Osasuna. ¿Qué supone para usted haber llegado a esa cifra?

Suena un poco a tópico, pero es verdad lo que siempre decimos de que el sueño es llegar a Primera División en el equipo de nuestra tierra. Es verdad que ha ido todo muy rápido, ha sido en menos de seis años. Estoy muy contento porque detrás hay un esfuerzo. Seguir en Primera me enorgullece todavía más. Ojalá sean muchos más partidos.

Es todavía muy joven y con un contrato largo. Si todo va bien, se podría colocar entre los jugadores con más partidos de Osasuna…

Mucha veces me comparan. Al haber firmado un contrato tan largo, siempre me dicen eso de que a ver si supero a Patxi Puñal, que jugó más de 500 partidos y es muy difícil. Hay que ir poco a poco. Creo que si las lesiones me respetan y sigo contando para los entrenadores, por qué no soñar con eso. Mientras esté aquí, quiero aportar el máximo posible, que el equipo cuente conmigo y yo contar con el equipo. Todo lo que tenga que llegar, llegará.

Con su condición de canterano, con el paso de los años, su rol en el equipo ha ido a más.

Es un orgullo la evolución a lo largo de los años y cómo va cambiando el rol. Al principio hay más timidez y haces algunas cosa, por decirlo de algún modo, por cumplir. Pero con el paso de los años, adquieres unas responsabilidades, vas enseñando a los más jóvenes lo que has aprendido de los más veteranos. En cuanto a eso, he tenido unos referentes muy buenos como Oier, Torres, Unai, David que se fue este año… Estoy encantado de que la gente que viene de abajo hable bien de mí y sepa que le enseño lo que puedo para que al equipo le vaya bien.

Firmó el contrato más largo de un jugador en la historia de Osasuna, hasta 2031, lo que le asegura pasar, prácticamente, toda su carrera deportiva en el club de su tierra.

Sí. Se dieron una serie de circunstancias que hicieron que eso ocurriera. En el momento lo valoré mucho. Han pasado años y aún me quedan seis de contrato. El club hizo un esfuerzo y estoy muy contento. Ojalá sigan yendo las cosas igual de bien para mí y el equipo y acabe el contrato. Lo agotaría con 33 años, así que por qué no pensar en una renovación más, viendo cómo acaban hoy en día los jugadores, que con esa edad están en muy buena forma física.

Antes de su renovación, incluso hubo un candidato a la presidencia del Athletic, Barkala, que prometía que si salía elegido, pagarían su cláusula y usted firmaría por el club bilbaíno. ¿Cómo gestionó todo aquello?

La verdad es que cuando un jugador está bien, hay mucho ruido externo, rumores… Los rumores que no te hacen daño porque en teoría son cosas positivas… Que te quieran otros equipos es sinónimo de que estás haciendo las cosas bien. Pero llegó un momento es que se me hizo un poco pesado, tuve un poco de ansiedad. Sentía presión por saber que estaba jugando un partido y no sólo me estaban viendo los de Osasuna sino también gente de otros equipos, por lo que se había hablado. Es una experiencia más, cosas que pasan durante las carreras de los jugadores. Hay jugadores que cambian de equipo cada año o cada dos y seguro que no es fácil irse al rival eterno o a un equipo de la misma ciudad. Son experiencias que te ayudan a madurar como jugador. Fue una experiencia más que viví y de la que aprendí.

Dejando a un lado momentáneamente lo deportivo, han vivido unos días difíciles porque la DANA de Valencia afectó de lleno a personas del club. ¿Cómo han llevado esos sentimientos que veían en el entrenador, en Rubén García…?

Cuando hay problemas, te afectan más o menos según la cercanía con la que los sientas. Ha sido una tragedia increíble. Nosotros, junto al club, hemos aportado nuestro granito de arena en la medida que hemos podido. Es totalmente respetable que haya gente como Rubén (García) o el míster, a los que les ha tocado muy de cerca, que vayan allí a ayudar. A nosotros nos hubiera encantado ir, pero la competición no se suspendió y hemos tenido que seguir haciendo nuestro trabajo, que en este caso es jugar a fútbol. Quiero mandar un abrazo enorme a toda la gente afectada. Los afectados siguen teniendo sus problemas y hay que seguir ayudando. La gente está mostrando un grado enorme de humanidad y bondad. Las ayudas seguirán durante el tiempo que se necesite. Ojalá se vuelva a la normalidad lo antes posible, aunque seguramente se tardará tiempo. Les mando mucho ánimo.

Volviendo al plano deportivo, el fin de semana pasado en el Bernabéu, pese a venir de muy buena línea, se les vio un poco desconectados. ¿Qué les pasó?

Te quedas con la sensación de no haber dado lo mejor de ti o de no haberlo intentado como nos hubiera gustado. Lo que se respiraba durante la semana en el vestuario era ilusión, ganas de ganar en el Bernabéu después de muchos años y además sabiendo que si les ganábamos, les empatábamos a puntos. Yo creo que todos los argumentos eran positivos. No teníamos nada que perder, pero el partido no se dio. Nos faltó intensidad en ciertos momentos. Según te van metiendo goles, ves el partido cada vez más lejos y te vas viniendo un poco abajo. Ojalá en un futuro no muy lejano nos volvamos a encontrar en una situación así y plantemos cara como el equipo que somos, que nunca se rinde y que lo da todo hasta el final. Por qué no poder ganar allí algún año. Hemos demostrado que les podemos plantar cara.

En cualquier caso están en una situación privilegiada en la tabla que seguro hubieran firmado antes de empezar la temporada…

Sí. Nosotros ya sabemos el potencial que tiene esta plantilla. Igual había alguna duda tras cerrar un ciclo de seis años con Arrasate. En la primera jornada, en casa, no hicimos un buen partido y la gente ya empezaba a comparar. Sin embargo, hemos hecho uno de los mejores arranques de Liga de la historia del club y estamos muy ilusionados. Hace dos años ya tuvimos la suerte de poder clasificarnos para la previa de Conference, aunque luego nos eliminaron a la primera, pero ojalá este año podamos estar ahí cerca. Ojalá según vaya pasando la temporada podamos ir hablando de cosas grandes, obviamente teniendo los pies en la tierra. Pero sabemos qué potencial tiene el equipo, la mayoría de los jugadores nos conocemos de otros años y esta temporada vamos a soñar en grande.

¿Cómo ha sido el cambio de ciclo? Al menos desde fuera da la sensación de que tanto ustedes se han adaptado muy bien a Vicente Moreno como él a ustedes.

Cada míster tiene su forma de trabajar y su staff, sus rutinas, sus ejercicios, sus sistemas y formaciones a la hora de jugar los partidos. En este caso, yo creo que el míster ha hecho todo lo posible por adaptarse desde el primer día, hablando mucho con los capitanes y con el vestuario en cuanto a nuestra rutina ya, ya no sólo del día a día, sino en cuanto a días de descanso… Si nosotros le hemos dado argumentos al míster para que nos dé más días de fiesta o hacernos un favor en un determinado momento, lo ha hecho así. De momento, están yendo las cosas bien y ojalá sigan yendo igual de bien o incluso mejor.

En casa, donde han cedido muy poco puntos, se han mostrado como un equipo muy fuerte. El próximo rival es el Villarreal, al que tienen a tres puntos…

En casa estamos recuperando el fortín que fue El Sadar hace no tantos años. Sabemos que nuestra afición es uno de nuestros pulmones. Nos da muchísimo, aunque el resultado sea adverso siempre nos apoya hasta el final. Muchas veces te contagias de esa energía, de esas ganas de ganar. Ahora nos toca jugar con el Villarreal, que a priori tiene aspiraciones más altas que nosotros, pero por circunstancias, ahora mismo es un rival directo. Estamos con muchísima ilusión. Ojalá podamos conseguir los tres puntos después de la derrota del otro día. Nos permitiría volver a engancharnos a esos puestos seriamente. Será un partido bonito de ver y espero que los puntos se queden en casa.

A nivel personal, ¿cómo se está viendo?

Muy bien, muy contento con este arranque de temporada. Siempre digo que sólo he tenido a Jagoba (Arrasate) como entrenador y ha sido el que ha confiado en mi de primeras. Cuando llega un míster nuevo, tienes dudas porque puedes no gustarle tanto pero Vicente me ha dado mucha confianza desde el primer día. Sé cuál es mi rol en el equipo. Han pasado los años y me siento importante en el vestuario. Ojalá siga participando y teniendo tantos minutos como estoy teniendo y a buen nivel, que será en beneficio del equipo.

Decía que van a soñar en grande. ¿A qué cree que puede aspirar Osasuna este año?

Está claro que el objetivo siempre es la permanencia y una vez que la consigamos, que esperemos que sea con tiempo porque de momento las cosas van muy bien, ojalá poder entrar en Europa para podernos quitar esa espinita que tenemos clavada. Aunque es verdad que si les preguntas a los aficionados, firmarían otra final de Copa. Vamos a ir viendo como van pasando los meses. De momento estamos a buen nivel. Los equipos pequeños como nosotros siempre suelen tener momentos de bajón, pero si conseguimos que ese instante sea pequeño o nulo, estaremos por ahí arriba. Ojalá soñar con Europa.