Jugada arriesgada de Ronaldo Nazário
Esta vez, Ronaldo ha dejado descolocados a todos. No porque la imagen del equipo vallisoletano de los últimos tiempos no diera para plantearse la destitución del entrenador, pero sí porque el brasileño parecía incapaz de cesar a un técnico pasara lo que pasara. Sin embargo, parece que el Ronaldo presidente no quiere cometer el mismo error de hace dos años y ha tirado por la calle más ancha. Es evidente que lo del Bernabéu fue un bochorno que lo dinamitó todo. Que un equipo que se tiene que jugar su futuro en las 11 jornadas que faltan encadene tres actuaciones como las de Elche, Zorrilla ante el Athletic y Madrid es para echarse a temblar. Sin olvidar espectáculos tan deprimentes como los de Vigo, Pamplona, San Mamés o Madrid ante el Atlético. La tendencia desde que se terminó el Mundial es mala y la sensación de que Pacheta no conseguían enderezar el rumbo de la nave estaba siendo ya evidente. Los cambios en las alineaciones, la falta de respuesta desde el banquillo en los partidos, un discurso reiterativo que ya no llegaba y el ensalzamiento permanente de las virtudes de los rivales fueron sellando el ataúd del de Salas de los Infantes. Eso, y la sensación de que los futbolistas no estaban ya demasiado cómodos con el entrenador. Unos futbolistas a los que la grada va a mirar con lupa desde ahora hasta el final. Se lo han ganado a pulso.
El cese es entendible y está perfectamente justificado. Ronaldo podría haber esperado una última reacción en el partido del domingo ante el Mallorca, pero si se hubiera dado la derrota, la estocada habría resultado mortal. El brasileño no ha querido esperar y ha tomado una decisión arriesgada, pero convencido de que era lo mejor para el club en estos momentos. Sólo el tiempo nos dirá si ha sido un acierto o un error. Particularmente, creo que con Pacheta la cosa iba de mal en peor. En toda mi trayectoria como profesional de la información siguiendo al Real Valladolid nunca había contemplado tantos esperpentos juntos en una temporada como los que he presenciado a lo largo de esta campaña. Lo del domingo en Madrid fue indecente, lo de Vigo, lo de Pamplona, lo del Metropolitano, lo del Camp Nou…
Y ahora llega Pezzolano. Apuesta arriesgada. Un técnico de fuera que aterriza cuatro días antes del partido más importante de la temporada. Mucha tiene que ser la confianza que tiene el presidente blanquivioleta en él. En Cruzeiro hizo una gran labor. Y estaba claro que, tras su dimisión del cuadro de Belo Horizonte, estaba la confirmación de que el año próximo entrenaría en Valladolid. Pezzolano no podía dejar colgado al Cruzeiro en junio, en pleno campeonato de Brasil. Tenía que abandonar un mes antes de iniciar la temporada dando tiempo a la llegada de Pepa, nuevo técnico allí. De esa forma todo estaba resuelto. Cruzeiro traía nuevo entrenador a tiempo y Pezzolano se iba a casa a descansar hasta que Pacheta terminara en verano su contrato. Por eso, Fran Sánchez viaja a Brasil a conocer al futuro técnico que Ronaldo y Paulo André quieren para Zorrilla de cara a la próxima temporada. El plan estaba cantado y bien organizado. Pero el mal rendimiento del equipo lo ha precipitado todo y Ronaldo se trae a Pezzolano ya. Para tratar de salvar al Valladolid y para entrenar en Zorrilla, en Primera o en Segunda, la próxima temporada. Es una jugada arriesgada y una jugada obligada, es la jugada de Ronaldo. Ojalá que salga bien.