Jonathan Viera y Aspas: fútbol de barrio al lado de casa

Tan cerca está el barrio de La Feria, en Las Palmas de Gran Canaria, de donde juega Las Palmas que de milagro no puede verse el Estadio de Gran Canaria, donde hoy se enfrentan los amarillos con el Celta (sigue el partido en directo en AS.com). Allí, entre las calles de este popular barrio de la capital insular, allí donde el mejor y sus amigos se quedaban jugando en la cancha, creció Jonathan Viera. Era el mejor, claro. Pequeñito y de tez morena, “Romario” le apodaban. Al lado de su casa es la estrella absoluta de Las Palmas.

Con Viera y 10 más recibirá hoy la Unión Deportiva a un Celta de Vigo con el que se juega no solo tres puntos sino, tal vez, una plaza de descenso. Apenas han jugado siete partidos pero la clasificación ya hace de las suyas. Por eso en el Celta se necesita todavía más la mejor versión de Iago Aspas, aquel genio de Moaña que pudo ejercer como tal en equipos más fastuosos pero que prefirió irse enfrente de casa, como Viera, en este caso a Vigo, al otro lado de la Ría del mismo nombre. Una meiga reconvertida a futbolista que embruja a cualquiera con el balón en los pies. Uno cruzó un par de calles y el otro el agua, ni que fuera Moisés, para jugar a lo mismo: al fútbol de la calle, al del talento puro, al de rodillas que sangran y regates que te los firmaría el mismísimo Messi. Al de esos pibes que prefieren estar cerquita de la portería contraria. Ese balompié de pillos en el que, cuando eran pequeños, no había quién les sacara de las pistas o campos de fútbol del barrio. Su casa era el palco.

Salidas.

En ningún caso por falta de talento han dejado Viera y Aspas de triunfar allende el Atlántico o Las Islas Cíes. Ni que disfrutaran de vidas paralelas, salieron fuera para darse cuenta de que lo mejor para ellos estaba en casa. Las opciones se multiplicaban por supuesto en equipos de rango mayor, pero el resultado siempre era el mismo: la vuelta a los orígenes.

Viera, en el verano de 2012, se marchó a Valencia antes de acabar rebotado en el Rayo Vallecano y el Standard de Lieja como paso previo a regresar a Las Palmas en el mercado invernal de 2015 y ser pieza capital de aquel ascenso a Primera. En 2018 China le multiplicó el valor de su cuenta corriente, y tras un regreso puntual en la temporada 2019/20, donde tan buenas migas hizo con Pedri, volvió en 2021 para cumplir con esa “deuda” con la afición grancanaria: devolver a Las Palmas a Primera.

Mientras, Iago Aspas era un delantero tan cotizado que jugó con Liverpool y Sevilla, ganando con este último la UEFA en 2015. Pero no había nada como el color de la Ría de Vigo y el celeste de la camiseta del Celta. Ni tampoco como volver a casa con su magia, sus canchas, su gente. Los bloques altos de viviendas.

Ahora, de momento, su gente espera de ellos el máximo posible. Ambos han sido titulares en los siete partidos disputados, 578 minutos para Viera, tres más para Aspas. El primero firmó un gol y está en blanco en asistencias. Dos dio por por el momento el gallego, ningún gol todavía.

Jonathan Viera y Iago Aspas. Dos tipos de barrio, reyes en casa. Jugando donde quieren y no donde pueden. Solo vistiendo sus colores fueron internacionales absolutos con España. Fortuna de ellos y de sus fieles. El tiempo no pasa para ellos.

Cambios.

Las Palmas y Celta, tras las respectivas decepciones ante Real Madrid y Alavés, están obligados a hacer cambios en su alineación. En los locales se da por hecho el regreso de Mika Mármol, que estaba sancionado para el partido del Bernabéu. Parece también evidente la vuelta al equipo inicial de futbolistas imprescindibles como Kirian o Sergi Cardona. Mientras, Rafa Benítez no podrá contar con el sancionado Luca de la Torre aunque sí con Cervi, que será suplente. Asimismo, Carlos Domínguez, Manu Sánchez, Dotor y Douvikas opositan fuertemente a salir de inicio.