Guerra abierta Ronaldo-Puente

La relación de Ronaldo, presidente del Real Valladolid, y su gente con el Ayuntamiento de Valladolid, presidido por el alcalde Óscar Puente, ha volado por los aires en las últimas horas. Lo que en otros momentos fueron buenas palabras y deseos de colaboración, ahora es una guerra soterrada. El hecho de que Puente, previsiblemente, vaya a perder la alcaldía el día 17 a manos del popular Jesús Julio Carnero, no es una cuestión menor, ya que ha precipitado los acontecimientos. Y es que, después de casi dos años, el documento para regular el convenio entre el club y el Consistorio estaba listo y sólo a falta de aprobación por el Consejo de Gobierno después de atender todas las sugerencias de los técnicos municipales y de la entrega de los requisitos solicitados por el club.

Sin embargo, el ya equipo de gobierno en funciones decidió el miércoles 31 de mayo, no aprobar y dejar el tema encima de la mesa de Carnero por una cuestión de “higiene democrática” pese a los intentos del club de que se aprobara sí o sí. Este convenio venía a regular la relación entre club y Ayuntamiento e iba más allá porque cedía el estadio Zorrilla durante 50 años al Real Valladolid, con la obligación de hacer una serie de mejoras, pero también las parcelas aledañas a los Anexos y el estadio para la ampliación de la ciudad deportiva, la cual el club realizaría con los fondos de CVC.

Dado que el futuro alcalde anunció en campaña un proyecto diferente, Puente y su equipo decidieron no dejarles hipotecados por este asunto. Las reacciones no se hicieron esperar. En el duelo decisivo ante el Getafe, 4 de junio, por primera vez, el alcalde de la ciudad no estuvo sentado junto al presidente del Real Valladolid en el palco y fue desplazado a una esquina del mismo, mientras que Ronaldo sentaba a su lado al vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, de Vox, partido que tiene la llave del ayuntamiento de la ciudad.

Por si este desplante no fuera suficiente, en la rueda de prensa del lunes, tras el descenso, el brasileño indicó que “Puente no ha hecho nada por el Real Valladolid en cuatro años”, lo que ha provocado la reacción del alcalde en funciones. Este parece el choque definitivo, de una relación entre dos instituciones condenadas a entenderse y que, de hecho, lo harán porque tarde o temprano el Ayuntamiento aprobará ese convenio o parte de él, pero ya no será con Puente.

CRONOLOGÍA DE UNA RELACIÓN

No hay que olvidar que este enfrentamiento no es el primero. Tras su llegada en septiembre de 2018 al club, el 26 de abril de 2019, David Espinar, portavoz del club y director del gabinete de presidencia, amenazó con la posibilidad de que el club construyera un estadio fuera de la ciudad si el Ayuntamiento no se lo cedía al club, a lo que Puente respondió con un contundente: “No admitimos chantajes ni de Ronaldo, ni de Jordan”. Las aguas parecieron volver a su cauce, entre otras cosas, por la entrada en las negociaciones de Matt Fenaert, ahora CEO del club, y hombre más moderado y acostumbrado a negociaciones importantes.

Como consecuencia, tras comprobar la dificultad para ampliar el área deportiva en la zona del estadio, el club solicitó a finales de 2019 una parcela en la ciudad para construir un nuevo área deportiva en Pinar de Jalón, a seis kilómetros del estadio, que le fue concedida en febrero de 2020, por lo que empezaron los trabajos de análisis de los terrenos a la espera de la adjudicación. Sin embargo, a semanas de que ésta se produjera, en noviembre de 2020, el club afirmó que las catas realizadas revelaban inestabilidad en los terrenos y pedían otra parcela.

Mientras tanto, Puente tuvo que volver a insistir en que el precio del estadio no lo pone él, dado que los técnicos municipales lo valoran en 21 millones, y se abrió a la posibilidad de estudiar vías para ayudar al club. En enero de 2022, la Junta de Gobierno admite a trámite la iniciativa de la entidad blanquivioleta para ocupar la parcela junto al estadio, de 13 hectáreas de extensión, con la idea de ampliar ahí la ciudad deportiva, como quiso hacer desde el principio, y meterlo dentro de un convenio para la cesión del estadio por 50 años a cambio de obras como el cerramiento del fondo y comprometiéndose a adecentar y mejorar el entorno y las vías dentro del recinto.

En marzo de 2023, a dos meses de las elecciones, es aprobado el expediente para la construcción de nuevas instalaciones y el pliego de prescripciones técnicas. Ya sólo falta rematar el papeleo, alguna cuestión técnica menor y la aprobación por el Consejo de Gobierno... pero los trámites se dilatan, Ronaldo se reúne con Carnero y el entonces candidato afirma que hará una obra parecida a la del Bernabéu por 25 millones... y gana las elecciones. Puente decide dejar que sea el futuro alcalde quien firme ese convenio u otro a la vista de su proyecto y el Real Valladolid se enfada y sube el tono hasta llegar al intercambio de opiniones entre Ronaldo y Puente en el Larguero.

No sólo eso, el todavía alcalde de Valladolid fue mucho más contundente todavía en Ser Deportivos Valladolid esta tarde cuando lanzó virulentos ataques a Ronaldo empezando por las causas por las que no se firmó el convenio: “Nosotros estamos en funciones y esta firma obligaba al ayuntamiento a ceder un bien público por 50 años y a hacer unas inversiones por siete millones de euros y quien será el alcalde viene con un proyecto diferente, incompatible con ese convenio” por lo que entiende Puente que “no es por el convenio que me apartan en el palco, sino que es un aviso a navegantes, al próximo alcalde” para a continuación calificar de “macarra” el comportamiento del club en este asunto. Pese a ello, al acabar el partido “le di un abrazo a Ronaldo, animándolo, Espinar, ni me mira, y a Matt (Fenaert) le di un fuerte abrazo porque es la persona con la que más he trabajado, con la que más me he entendido y al que más respeto de la cúpula”.

Una de las cuestiones que más llamó la atención de la rueda de prensa de Ronaldo fue que el brasileño acusó al alcalde de “no hacer absolutamente nada en cuatro años por el Real Valladolid”... Óscar Puente repasó: “Hemos puesto cinco millones en el Real Valladolid” y empezó a contar que en 2018, el ayuntamiento tiene un proyecto (que mostrará durante esta semana a los medios de comunicación) acordado con el anterior presidente, Carlos Suárez, para remodelación del estadio que costaba unos 20 millones, de los cuales el consistorio ponía cinco. Sin embargo, con la llegada de Ronaldo en septiembre de ese año se para porque “nos dice que él ese proyecto no lo quiere. Ronaldo no sabe dónde está, no sabe dónde ha aterrizado, llega a Valladolid con unos delirios de grandeza que no se corresponden con la modestia de nuestro club y con unas pretensiones, que luego no se han visto acompañadas por inversiones, ni de gastos, ni de implicación. Entonces se pone a elaborar otro proyecto con su equipo, que no hay por dónde agarrarlo” y después pretende comprar el estadio, “pero nosotros no podíamos vendérselo al margen de la legalidad, aunque quisiéramos, no podíamos regalárselo”.

Entonces repasó el proceso para la ampliación de la ciudad deportiva, donde afirmó que “desde el primer papel hasta el último lo han tenido que hacer los técnicos del ayuntamiento, el equipo jurídico del Valladolid ha demostrado desconocimiento, amateurismo y falta de interés porque no han tenido iniciativa. Tal es así que el último día que tenían que presentar la documentación, gracias a una llamada de una funcionaria, deprisa y corriendo presentan la documentación el último día a última hora. Mal, porque se les cuelga la plataforma de contratación. Entendemos que hay buena fe, lo han intentado meter y se les recepciona la documentación y se hace una propuesta de adjudicación y toda la documentación llega el jueves antes de las elecciones” para terminar afirmando que “Ronaldo ha querido hacer un club grande sin poner un céntimo, ha querido que la ciudad se abriera de piernas para él, incluso vulnerando la ley con bienes públicos”.

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