Embarba salva al Almería ante un Espanyol que muere matando

Historia e histeria se dieron la mano en una noche tremebunda en el RCDE Stadium, en que se mezclaron la agónica permanencia del Almería de (hasta ahora) Rubi y del heroico Embarba, expericos, que en dos ocasiones llegóa merodear el descenso, y las enérgicas protestas del Espanyol por los arbitrajes, pero también por la peligrosa deriva del club: futbolistas que no juegan a modo de plante, pelotas de playa, silbatos, pancartas... Como para dar la vuelta al mundo.

El inicio del partido fue la nada y el todo. La nada, porque sacaron de centro los pericos y se mantuvieron un minuto sin jugar. Y el todo, porque esa inacción encerraba la esencia del descenso, en un Espanyol furioso por decisiones arbitrales que llevará a la justicia ordinaria, protesta absolutamente compatible con el clamor contra la gestión de Chen. Pero quien creyera que esa queja de la plantilla iba a dar pie a una adulteración de la competición por parte de los locales, se quedó rápidamente sin margen para las conspiranoias.

Ciertamente, tardó sólo diez minutos en avanzarse el Almería, en un centro de Centelles fácilmente cabeceado por El Bilal, recambio del sancionado Luis Suárez. Pero en otros tres respondió Puado, con un golazo por la escuadra, a pase magistral de Darder. Y Fernando se vio exigido, más incluso que Joan García, debutante en esta Liga en la portería blanquiazul en lugar del exindálico Pacheco. Tuvo el 1-2 Embarba, pero se lo quitó Pierre-Gabriel, al borde del descanso, que se alcanzó con un susto enorme protagonizado por Calero, afortunadamente sin consecuencias.

Entre lanzamientos de pelotas de playa, silbatos ensordecedores al árbitro Soto Grado y linternas de móvil iluminando la grada, se alternaron en el ataque un ansioso Almería, como no podía ser de otra manera, y un Espanyol suelto, sin los grilletes de una agónica lucha por la permanencia de fatal desenlace.

Y ese mismo final pudieron tener los de Rubi cuando, a los cuatro minutos de reanudación, un Pierre-Gabriel casi inédito en su cesión de medio año, que no seguirá en el Espanyol, materializó el 2-1 a centro de Brian. Se hundía en Segunda el Almería, que tardó nueve minutos en rehacerse, en recuperar la categoría con un gol que únicamente podía anotar un jugador. Embarba. Que comenzó la temporada con el Espanyol. Y que comenzará la siguiente en Primera. Habrá que ver en qué categoría lo hace Darder, cuyo cambió precipitó a Cornellà a cantarle el “Sergi, quédate”.

Incomprensiblemente, cedió el Almería todo el protagonismo el Espanyol, que lo aprovechó. No fue Joselu, suplente en su más que probable despedida, sino un joven canterano como Luca Koleosho, desde el vértice diestro del área, quien anotó otro gol de bandera. El que condenaba de nuevo al descenso a un Almería desesperado.

Pero la temporada del Espanyol no podía acabar de otra manera que con un penalti señalado por el VAR. Lo cometió Simo sobre Ramazani y, con el drama del ser o no ser al que ya habían asistido los pericos hace un año en Granada, Embarba se encaminó a ejecutar el disparo de su vida, el de la salvación del Almería. En el 87′, el RCDE Stadium se volvió por unos instantes indálico. Y Rubi, cuatro años después, volvió a festejar a lo grande en el mismo escenario, antes de anunciar su adiós. No así el Espanyol.