El rendimiento fuera lastra al Girona

Está la parte media baja de la Liga tan apretada que una derrota, o una victoria, equivale muchas veces a subir o bajar varias posiciones en la tabla. Y el Girona se está acostumbrando a ello. Una de cal y otra de arena, como suele decirse, para el equipo de Míchel. Mientras que el equipo lleva una buena dinámica en Montilivi, ganando a rivales importantes y, sobre todo, desplegando un gran fútbol, fuera de casa el invento no funciona. Son solo seis puntos sumados en diez partidos, ganados en una victoria y tres empates. Vencieron ante el Elche, último clasificado, y empataron contra Espanyol, Mallorca y Real Madrid.

El problema del rendimiento del Girona fuera de casa se ha acrecentado este fin de semana porque, sencillamente, el equipo fue muy inferior al Cádiz. Y eso sí es una noticia porque hasta la fecha si algo había tenido el equipo de Míchel es un gen competitivo enorme. Ante cualquier rival, en cualquier escenario, habían competido. Con el ‘handicap’ de encajar siempre un gol (solo han dejado la portería a cero en una ocasión) pero siempre dando la cara. De hecho, solo en una ocasión habían perdido un partido por más de un gol, 3-5 ante la Real Sociedad. Todas las demás derrotas, en casa o fuera, han sido siempre por la mínima.

Para desgracia, o no, de los rojiblancos ahora encadenarán dos partidos lejos de Montilivi de forma consecutiva. El primero el domingo 26 de febrero ante un rival poderoso, el Athletic Club. Los de Ernesto Valverde son el sexto clasificado y vienen de vencer en Mestalla. Tras este partido, ya en marzo, visitarán el Coliseum Alfonso Pérez para enfrentarse al Getafe. El equipo madrileño parece una víctima más propicia para volver a ganar fuera pues acumula ya cinco derrotas en su estadio.