JOAQUÍN CAPARRÓS

“El rendimiento de Sergio Ramos es muy grande”

Hace unos días se estrenó en cines ‘Caparrós, las botas del entrenador’. Un documental sobre la carrera del técnico, con especial atención a su periplo en Armenia.

MIGUEL MORENATTIDIARIO AS

Joaquín Caparrós (Utrera, 69 años) es un entrenador que se define como hacedor de equipos. A lo largo de su carrera ha afrontado retos, algo que confiesa que siempre le ha gustado. El último, de momento, fue ser seleccionador de Armenia. Además, ha protagonizado dos documentales: La soledad del míster y Caparrós, las botas del entrenador.

¿Cómo nace la idea de hacer el documental?

El documental es un proyecto del director Ángel Tirado, que lleva años detrás de ello. Ya hicimos La soledad del míster y entonces, cuando me fui para Armenia, consideró que podía ser interesante, sobre todo por las situaciones. Eran complicadas. No solo por el COVID. Se juntó con un conflicto bélico que tenían allí, por lo que creyeron conveniente hacer el documental, cogiendo entrevistas del anterior. Se desplazaron a Erevan e hicieron entrevistas y el documental refleja todo lo que hicimos. Nuestro trabajo y cómo nos implicábamos en la sociedad.

En el mismo se ve principalmente la experiencia como seleccionador de Armenia, ¿cómo lo recuerda?

Los tres años en Armenia han sido muy enriquecedores. Nunca había entrenado una selección. La experiencia ha sido buena por la gente con la que estábamos trabajando. Ginés Meléndez, que fue el que me llevó, Javier Miñano... Nos juntamos una serie de españoles que, a nivel de profesional, fue muy enriquecedor y, a nivel personal, me hizo ver otras situaciones. Creemos que eso no nos puede pasar. Vivir un conflicto como el que vivimos, que teníamos jugadores con familiares y amigos a los que habían llamado para ir a la guerra y tener información de que alguno había fallecido fue una experiencia tremenda.

Dirigir la selección armenia le supuso un reto.

Siempre me he considerado hacedor de equipos. Cuando llegamos estaba Ginés Meléndez, Luci, Miñano... Para nosotros era un reto bonito. Queríamos que el fútbol armenio diera un pasito más. Nos vimos muchos partidos. De hecho, los tres meses de confinamiento, que nos tuvimos que volver para acá, eso nos sirvió para recopilar mucha información. Cuando volvimos ya teníamos muchísima información y el reto era hacer una selección más competitiva, que se acostumbraran a ganar. Llevábamos siete u ocho partidos imbatidos. A mí siempre me han gustado los retos. Todo lo que recoges con los años, la experiencia te hace más profesional. Cada año creces más como profesional.

Allí le tocó gestionar situaciones extradeportivas: una pandemia y un conflicto armado que afectaba de forma personal a los futbolistas. ¿Cómo se afrontan estas situaciones?

Siendo empático con todos ellos. Se daban cuenta de que éramos uno más de ellos, que sentíamos lo que ellos sentían, pero no solo de los futbolistas sino de todo un país. Y no solo se lo demostramos con palabras sino con hechos también, precisamente eso es lo que nos unió. A lo mejor un abrazo a un jugador en un momento preciso era una forma de mostrarle nuestro compromiso, incluso se te saltaba una lágrima, pero además comportamientos que ellos veían que teníamos con ellos y con todo el país, se dieron cuenta de que éramos un cuerpo técnico que nos identificábamos totalmente con un país como el suyo. Estábamos en la selección y ellos notaban el apoyo. Tú tenías una preparación para un día y de repente la tenías que cambiar. Veías que había jugadores con la cabeza gacha, otros llorando y había un ambiente decaído y triste. Entonces, modificabas toda la planificación y hacías una sesión de ejercicios más alegres, más participativos y eso lo tenía que hacer sobre la marcha. Ese día a día lo notaban los futbolistas, la federación y veían que los mensajes eran ciertos. Muchas veces, el mensaje no verbal dice tanto o más que el verbal. Sí, además nos cogió el COVID, pero la UEFA no dejaba jugar en nuestro país la eliminatoria de Nations League y tuvimos que irnos a jugar a Polonia y Chipre. Las situaciones complicadas se solaparon.

De hecho, también vieron que, a pesar de todas las complicaciones, siguieron adelante.

Sí, tuvimos el apoyo de mucha gente. De hecho, el presidente de la federación armenia nos dio la posibilidad de irnos si queríamos. La Federación Española se puso en contacto con la de Armenia, el presidente del colegio de entrenadores también se interesó por nuestra situación. Pero ellos vieron que nosotros estábamos allí totalmente.

DIARIO AS

Cartel del documental

Caparrós, las botas del entrenador es un documental en el que se ve la trayectoria del técnico andaluz, con especial atención sobre su periplo como seleccionador de Armenia. La cinta dirigida por Ángel Tirado entró  en el Festival de cine de Málaga, aunque fuera de concurso, y se ha estrenado en cines hace unas semanas. 

¿Cómo ha visto al Sevilla estos últimos años?

El Sevilla ha superado dos temporadas complicadas, con Mendilibar tuvo un premio de ganar la Europa League, pero el Sevilla debe tener muy claro qué quiere ser. Si en una situación, que desconozco, pero que no parece la más boyante, un club que siempre ha sido de cantera tiene que apoyar a los jóvenes talentos si realmente la situación económica es complicada. De hecho, este equipo ha dado a tres campeones del mundo.

A Sergio Ramos le vio salir en el Sevilla.

Siento satisfacción y admiración por el pedazo de temporada que está haciendo. Sergio está con un poderío físico que podría jugar un partido después de otro. El rendimiento de Sergio Ramos es muy grande. En este país, miramos mucho al DNI por arriba, ahora se mira menos por abajo. Pero el entrenador tiene que ver el rendimiento. Para mí es una satisfacción ver a Sergio, a Jesús (Navas) que son jugadores muy importantes. Para mí es un orgullo.

¿Este Sevilla le recuerda al que cogió?

No. Cuando cogimos el Sevilla estaba en Segunda y era una situación complicada. El Sevilla es, en la Europa League, lo que el Real Madrid en la Champions. Tiene una afición espectacular, una residencia top y hay que darle rendimiento. Tiene muy buenos jóvenes y entrenadores en el fútbol base. Hay que ser optimista.

Precisamente otro equipo al que ha dirigido es el Athletic, otro club que apuesta por la cantera.

El Athletic tiene una filosofía y una idea clara. Es un equipo que tiene un denominador común, desde el actual al de hace 40 años, y eso es lo que le hace ser distinto. Es un equipo con historia, solidario. Prima la colectividad. Esa es una característica de todos los equipos del Athletic. El concepto es igual que hace 40 años. Por eso, los futbolistas se identifican con la filosofía y, aunque vengan ofertas de fuera, la mayoría de los jugadores quieren seguir en el club. Tienen la posibilidad de salir, pero prefieren quedarse. El Athletic es un club que engancha.

Y lo mismo que pasó con Sergio Ramos en su etapa sevillista, cuando estuvo en Lezama subió al primer equipo a Muniain entre otros.

Nunca he mirado el DNI por arriba ni por abajo. Al jugador más joven hay que tratarlo de forma distinta. Hay que formarlos física y mentalmente y eso tiene un proceso que requiere un tiempo. Lo de Iker es otra satisfacción. Además es un orgullo que jugadores que hice debutar como Markel Susaeta, De Marcos o el propio Muniain estén entre los cinco jugadores con más partidos en un club como el Athletic. Único en el mundo. Un club que apuesta por los de abajo.

¿Y qué le parece que el Deportivo pueda lograr el ascenso?

Lo del Depor es algo espectacular, lo que vivieron el año pasado y este. Espero que lo consiga y estoy convencido de que lo hará. El Depor, por historia y por ciudad, se merece estar en Primera División. Tengo contacto con gente de allí, de hecho, tengo una peña en Santa Comba. Con el sentimiento no se juega.

Y como entrenador, ¿cuál cree que es el secreto del Real Madrid?

El secreto del Madrid es que es un club tan grande que rebasa también lo deportivo. Lo más importante es la exigencia. Yo lo he vivido en categorías inferiores y el nivel de exigencia te va impregnando un año y otro. El Madrid está obligado a conseguir títulos, pero no solo a nivel deportivo. La estructura que está creando con una ciudad deportiva y un estadio impresionantes. El Madrid no deja de crecer. Siempre quiere más y los futbolistas se van impregnando de esa exigencia. Y no vale otro estilo, como puede ser el Barcelona, con un ADN u otros con una filosofía, pero la del Real Madrid es ganar. Lo demás es muy bonito, pero el Madrid te obliga a ganar todos los años.

Después de su aventura en Armenia, ¿tiene algún proyecto a la vista?

Mis técnicos y yo estamos esperando que haya un proyecto interesante, pero con los nuevos conceptos de los directores deportivos, de los nuevos propietarios, pues es complicado. Si hay un proyecto ilusionante, mis técnicos y yo estamos deseosos de cogerlo.

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