El hijo de Negreira abre otro frente

Javier Enríquez Negreira, hijo del ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, lo dijo muy claro tras salir de prestar declaración en el juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona ante la jueza Alejandra Gil, que retomó hace meses el caso sin que los imputados hubiesen aún declarado después de la instrucción que inició Joaquín Aguirre, ya jubilado. Dijo el hijo del personaje central de la trama al salir de los juzgados: “Simplemente, deciros que he estado esperando para hablar con quien tenía que hablar y eso ya lo he hecho. Declarar ante quien tengo que declarar. Ya lo verán en la causa, que muchas veces tienen acceso más rápido ustedes que yo”. Y dicho y hecho. Horas después de que declarara, su testimonio ante la jueza se filtraba al digital ‘El Español’ en una declaración que deja claro que el hijo del principal imputado se descarga de toda culpa para señalar a su padre y al club diciendo que las cantidades que asegura que le pagaron no se corresponden con lo que ingresó. Una declaración que compromete la justificación que Joan Laporta ofreció en su día y que puede volver a llevar al presidente del club de testigo a investigado. Una bonita historia familiar y de relaciones empresariales.

Según la filtración al diario digital, Javier Enríquez le explicó a la magistrada que no conocía que su padre percibía cantidades tan elevadas del Barcelona y que se “lo reprochó” cuando se enteró en 2018, según El País (cuando fue la Cadena SER la que sacó a la luz el asunto). El padre le respondió que no era asunto suyo. Además, afirmó que él cobró 60.000 euros por los informes arbitrales que redactó para el club blaugrana y defendió la validez de los mismos como servicio de análisis. Joan Laporta, actual presidente del Barcelona que también lo fue entre 2003 y 2010, atribuyó el pago de los 7,3 millones a Negreira a los informes arbitrales que hizo su hijo.

Teniendo en cuenta que la Guardia Civil lleva dos años y medio buscando pruebas y aún no ha encontrado nada y que en la instrucción del caso ya han comparecido más de una veintena de árbitros, la declaración de Javier Enríquez lleva a la juez al terreno de la administración desleal más que al de la corrupción deportiva. La pregunta es la de siempre: ¿dónde está el dinero?

Una de las claves puede estar en la figura de Josep Contreras, el gran tapado de esta historia. Josep Contreras fue directivo del FC Barcelona -ya fallecido- que a partir del 2013 organizó una trama de sociedades para facilitar los pagos a Javier Enríquez por sus informes.

Contreras había sido directivo en la etapa de Núñez como presidente y también lo fue con Gaspart, Sandro Rosell y Bartomeu y era el enlace de Ángel Villar entre la Federación Española y la Federació Catalana de Fútbol. De hecho, era el que le hacía de chófer y le recogía en los aeropuertos y le reservaba mesa en selectos restaurantes.

Contreras falleció en diciembre del 2022 sin aclarar el entramado financiero que permitía al hijo de Negreira seguir cobrando del Barcelona.

Según las primeras investigaciones de la Guardia Civil, Contreras creó una red de sociedades paralelas gestionadas por testaferros que cobraban el dinero destinado a Javier Enríquez y le abonaban una factura a cambio de una generosa comisión. De ahí que el hijo del presidente del CTA se pregunte dónde está su dinero. Y es que Contreras se ve que no intermediaba gratis. Supuestamente, se adjudicaba una generosa comisión del 45% de las facturas por hacer el papeleo. Nada mal. Es decir, parece que por el trabajo de las empresas pantallas cobró cerca de medio millón de euros. Y sin hacer un informe arbitral.

En el día de ayer, además de la declaración del hijo de Enríquez Negreira también declaró Josep Maria Bartomeu, ex presidente del Barcelona que también abonó la teoría de la herencia recibida.

Bartomeu dejó muy claro que los pagos a Javier Negreira por los informes deportivos no tienen nada que ver con los que el club abonaba a su padre, José María, cuando este era vicepresidente del CTA. “Hoy hemos declarado algunos de los que participamos en el club en el ciclo de 2013 a 2018. Y este jueves ha quedado demostrado que muchas de las teorías que se han vertido a lo largo de los años han quedado anuladas. Se han aclarado muchos temas. Sobre todo, se ha aclarado que había unos servicios de asesoramiento deportivos, de informes arbitrales, de informes prepartido y postpartido (todos los de Javier Enríquez) del Barça A y del Barça Atlètic; y que ese asesoramiento conllevaba una cantidad económica a pagar. Y también ha quedado demostrado que no tiene nada que ver la salida del club del hijo de Enríquez Negreira con la fecha en la que el padre abandonó la RFEF. La teoría de que una cosa era consecuencia de la otra ha quedado disipada y arreglada”.

Según informó SER Catalunya, tanto Sandro Rosell como Josep Maria Bartomeu insistieron mucho durante su declaración en el término “herencia”. Esto es, aclararon que la remuneración a Javier Negreira no tenía nada que ver con la de su padre; y admitieron que esos pagos al ex vicepresidente de los árbitros continuaron porque así lo creyó conveniente el club.

Una mecha que mandaría hacia atrás el caso, ya que si Rosell y Bartomeu hablaron de “herencia”, señalarían periodos anteriores (Joan Laporta y Joan Gaspart). Joan Laporta tiene que declarar el próximo mes de noviembre en cuestión de testigo, ya que, en principio, había salido de la causa

El caso se ha retomado después de dos años y medio después de que la Fiscalía decidiese denunciar al Fútbol Club Barcelona por corrupción continuada en el deporte debido al pago de 7,3 millones de euros al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira, entre los años 2001 y 2018, el caso se reactivó ayer jueves con el paseíllo de los imputados por la Ciutat de la Justícia de Barcelona. A las 9:45 horas, Javier Negreira, hijo del ex colegiado y autor de los más de 600 informes de colegiados en los que el Barça justificó los pagos, dio el pistoletazo de salida a las declaraciones.

Le siguieron Sandro Rosell, presidente del Barça entre 2010 y 2014 (llegó con molestias lumbares producto de una operación de hernia discal); Albert Soler, ex director de deportes profesionales; y Òscar Grau, director general en la etapa de Josep Maria Bartomeu, que fue el último ex presidente en declarar sobre las 12:15 horas. Laporta no está imputado en el caso, aunque las declaraciones de Bartomeu y Rosell, hablando de herencia, podrían implicarle de nuevo en la causa. Las declaraciones de este jueves las cerró Ana Paula Rufas, que fue imputada por presunto blanqueo de capitales al encontrarse en sus cuentas tres millones de euros que habían sido ingresados entre 1992 y 2023, según los investigadores, podrían proceder de los pagos del Barça. Dichos pagos se hicieron a través de las empresas Nasdil 95, Nilsad SCP y Soccercam.

Por recordar dónde quedó el caso, el juez Aguirre aseguró en septiembre de 2024 que consideraba que hubo “corrupción sistémica” en el arbitraje para favorecer al Barcelona y que Enríquez Negreira asignó a colegiados “afines” para partidos importantes. El juez consideró este sistema como “una forma novedosa” de compra de árbitros, alejada “del tradicional método de pago para un partido concreto”. Sin embargo, el juez no encontró pruebas de esa “corrupción sistémica” que presupone. La Audiencia de Barcelona también descartó el delito de blanqueo de capitales y cohecho. Faltan por declarar, aún sin fecha concretada, el presidente Laporta y los técnicos Luis Enrique Martínez, ahora en el PSG y Ernesto Valverde.

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