El Espanyol, en el escenario de una gesta incompleta

En plena zona universitaria de todo el condado de Sussex, y a salto de carretera del Stanmer Park, una reserva natural, se ubica el Falmer Stadium, que por cuestiones publicitarias de ‘naming right’ que tanto conocen (y anhelan) en el Espanyol se rebautizó como Amex Stadium. Allí jugará el conjunto de Diego Martínez este sábado (16:00, hora peninsular española) un amistoso de altura, ante el Brighton & Hove Albion, que por si no tuviera suficientes alicientes añade su escenario. Donde aún resuenan los ecos de una gesta incompleta.

Hace solo diez días, un suspiro, estuvo a punto la Selección española femenina de completar toda una hazaña, en los cuartos de final de la Eurocopa. Ante 28.994 asistentes, prácticamente a rebosar de la capacidad del Amex (oficialmente para la UEFA, 29.200 butacas), el combinado de Jorge Vilda merodeó el pase a semifinales ante la todopoderosa Inglaterra, que a su tremendo potencial cabía añadirle la condición de anfitriona y de un estadio que rugía a su favor. Con honrosas excepciones, como la de la experica Vero Boquete, comentarista de excepción de una Televisión Española que consiguió una audiencia media de 2.056.000 espectadores en la noche de ese 20 de julio.

Aunque Esther González adelantó en el 54′ a una España que jugó su mejor partido en la cita continental, a seis minutos para el final igualó Ella Toone, con una posible falta previa sobre Irene Paredes. Y, en la prórroga, Georgia Stanway dinamitó las ilusiones de la Selección para hacer avanzar a Inglaterra, que ha llegado a alcanzar una final que se disputará este mismo domingo ante Alemania, en Wembley.

Y, mientras tanto, en el Amex Stadium de Brighton, que había albergado otros dos encuentros de la primera fase de la Eurocopa, tratará el Espanyol de reconducir humildemente esa reciente historia con una victoria ante los ‘seagulls’, que nuevamente mandarán en la grada, en su casa, con entradas que este sábado, en el día de partido, oscilan entre las diez y las 30 libras. Que ruede el balón y que resuenen los ecos de aquella gesta incompleta.