De Burgos: “El árbitro debe ser valiente y tomar decisiones”

Ricardo De Burgos Bengoetxea (Bilbao, 1986), que ha sido reconocido como el mejor árbitro español de la pasada temporada, atiende a AS en La Granja (Segovia) mientras prepara la nueva temporada de Liga con los nuevos conceptos y directrices que les está transmitiendo el Comité.

¿Cómo se siente al ser nombrado el mejor árbitro español?

Contento por el reconocimiento, porque no solo es a nivel individual sino también colectivo. Tengo dos grandes compañeros que formamos un gran equipo y tenemos mucha ilusión para seguir mejorando y dar pasitos hacia delante para repetirlo en un futuro. Respetando a todas las instituciones, cuando lo recibes desde la casa, desde la gente que te ve trabajar día a día con tus fallos y virtudes, pues lo coges con más agrado e ilusión.

¿Cómo afronta la nueva temporada?

Tenemos una temporada muy complicada por delante. Vamos a pasar malos momentos, por supuesto. Hay que estar preparados para cuando vengan tirar hacia delante. Saber que vamos a tener muchas críticas. Tras finalizar te reconocen, pero vendrá un partido y te dirán que eres muy malo y no vales. Habrá que cambiar el chip y estar al 100% para estar en la pelea.

¿Cuáles son las nuevas directrices?

Lo principal debe ser el árbitro de campo. El VAR está muy bien, es una buena herramienta, pero el árbitro principal tiene que seguir siendo valiente y tomar decisiones. Nos reunimos para acotar ciertas interpretaciones y para aclarar otras. Sabemos que algún día habrá algún desajuste, como es lo más normal en cualquier gremio. Incluso los futbolistas tienen desajustes en sus clubes. Hay que estar preparados para que cuando ocurra se dé la vuelta y volver a la senda correcta.

¿Qué concepto les es más complicado? ¿Las manos?

De cara a la interpretación y el manejo, las manos es lo más complicado. Los criterios están claros, pero hay mil casuísticas y jugadas. Es difícil que estemos de acuerdo en todas ellas. Lo que hay que intentar es que cuando ocurra se tome la mejor decisión en base a los criterios establecidos para sancionar o no esas manos.

Desde el CTA se habla de que el árbitro debe recuperar el liderazgo. ¿Cree que ha existido mucho protagonismo del VAR estos primeros años?

La implementación del VAR supuso que fuera muy sonada y que cuando había una intervención llamaba mucho la atención. Tenemos que intentar normalizar esa situación de que cuando llama el VAR es para corregirte, que no pasa nada porque lo que quieres cuando acaba un partido es salir del terreno de juego sin ningún error. Dentro del mundo del arbitraje la prioridad es el terreno de juego; el VAR es una herramienta muy importante y muy útil, pero no quita que nosotros tenemos que seguir haciendo nuestro trabajo, de seguir siendo valientes y tomando decisiones con aciertos y errores.

¿No les molesta que les corrija el VAR?

Es cierto que las primeras veces estás jodido porque te llama. Dices ‘Ostras, me he equivocado y no he acertado porque no lo he visto’. Vas y tienes que corregir. Aquí no es que seamos amigos, aquí somos un grupo de trabajo, yo quiero tomar la mejor decisión. Que cuando salga de ese partido que los jugadores, las aficiones y la prensa estén de acuerdo en que se ha tomado la mejor decisión. No que se diga que porque este es tu amigo no te corrige. No puedo entender que con todas las cámaras que hay se piense que un compañero no me quiera llamar para corregir un error claro y manifiesto. Nuestra prioridad es tomar las decisiones correctas en el campo y si te has equivocado tiene que intervenir el VAR.

¿Qué piensa cuando algunos aficionados dicen que son malos?

Hay un desconocimiento por parte del aficionado sobre el reglamento. Todas esas situaciones son las que a la gente le lleva a confundirse y a decir que somos muy malos. Pero no. Las reglas nos avalan. Tomamos las decisiones que hay que tomar en base a las normas. Luego hay jugadas de interpretación y, por supuesto, va a haber gente que esté en desacuerdo. Creo que tenemos un gran nivel y somos una generación que está muy preparada. No sé si es igual de talentosa que otras generaciones de arbitraje.

¿Los jugadores sí saben el reglamento?

Cada día se interesan más por las reglas, pero es difícil que tengan nuestros conocimientos técnicos en jugadas muy concretas. Cada día se preocupan más por conocer esas reglas y para que no les pinten la cara en situaciones que han sucedido.

¿Le molesta ser recordado por expulsar a Cristiano?

Se queda esa espina clavada. Hemos hecho grandes partidos. No quiero que se me reconozca en una portada o en un titular de que ha sido un gran arbitraje, pero hay que humanizar esa figura de que somos deportistas, de que nos podemos equivocar, que nos gustaría obviamente que nunca nos equivocásemos, pero eso no va a pasar. Ojalá la gente no se quede solo detrás de ese tipo de anécdotas, que por desgracia ocurren, pero hay muchas más cosas detrás de un árbitro.

¿Qué metas tiene?

A mí me gusta mirar a corto plazo. El arbitraje, por desgracia, solo tiene memoria para el espectador cuando has cometido grandes errores. Te lo recuerdan habitualmente de que este es el árbitro que le pitó esto a tal jugador. Quiero ir partido a partido. Mi sueño sería pitar una final de la Copa del Rey como árbitro principal para que mi familia estuviese en esa fiesta del fútbol español. No sé si es un sueño grande, mediano o pequeño, pero es mi sueño.