Chen pone a prueba con Diego Martínez su ‘modus operandi’

Diego Martínez seguirá siendo el entrenador del Espanyol. Por la confianza de su plantilla, por el crédito que le concede la comandancia e incluso por cuestiones salariales. Así es en este parón liguero. Pero la decisión es en última instancia del presidente y propietario, Chen Yansheng. Y si un patrón ha demostrado seguir con sus técnicos desde su aterrizaje en el club, en enero de 2016, es su imprevisibilidad. Aunque hoy la idea sea la continuidad, puede cambiar mañana, la próxima semana o en el momento más inopinado.

Hasta diez entrenadores (uno de ellos, en dos ocasiones) ha tenido Chen en sólo siete años, lo que por lo pronto dice mucho de la inestabilidad de un Espanyol que en ese periodo ha sido capaz de ir a Europa, de bajar a Segunda, de retornar a la máxima categoría y de nuevamente sufrir a las primeras de cambio. La constatación es que ninguno de los entrenadores nombrados en la etapa del presidente ha cumplido íntegramente su contrato. Ninguno. Dos fueron destituidos aprovechando el ‘impasse’ de un parón de Liga, como el que vive ahora el equipo, y uno curiosamente fue cesado justo antes de que los pericos visitaran al Girona, en Montilivi, lo que sucederá en este caso el sábado 1 de abril, a la vuelta de la competición.

Se encontró Chen a su llegada al club a Constantin Galca, contratado por su antecesor en la presidencia, Joan Collet, y al que paradójicamente sí mantuvo en el cargo hasta el final de su vinculación, junio de 2016, como no hizo posteriormente con ninguno de los que él firmó. Quique Sánchez Flores fue destituido en abril de 2018, a las puertas del Girona-Espanyol, y relevado interinamente por David Gallego durante las últimas cinco jornadas ligueras. Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ fichó por dos temporadas, 2018-2020, y a pesar de aguantarlo en una racha de tres puntos en diez jornadas y finalmente de haber retornado al equipo a competiciones europeas 13 años después, la relación entre dueño y entrenador desembocó en una rescisión.

Y llegó la locura de la campaña 2019-20, en la que Gallego duró hasta el parón de octubre, Pablo Machín fue destituido justo cuando la competición se detenía en las fiestas de Navidad y Abelardo Fernández, después de resistir el confinamiento por el estado de alarma, fue relegado de un día para otro, en junio, ante de recibir al Real Madrid. El entonces director deportivo, Francisco Joaquín Pérez Rufete, culminó desde el banquillo las siete jornadas de ese histórico curso del descenso.

La contratación de Vicente Moreno, en agosto de 2020, dio sus frutos, pues cumplió a rajatabla con los objetivos, que pasaban por el retorno a Primera División en su temporada inicial y la permanencia en la siguiente. Pero Chen lo finiquitó el pasado mayo de 2022, a dos jornadas para el final de la Liga y sin nada deportivo en juego, para ahorrarse una cláusula de su contrato, que además era ampliable a un tercer ejercicio. Luis Blanco, preparador del filial, terminó la competición.

Ahora es Diego Martínez quien desconoce su futuro. Tiene el gallego contrato en vigor con el Espanyol hasta el 30 de junio de 2024, y recientemente en una entrevista con AS se mostró abiertamente dispuesto a proseguir con el proyecto que emprendió el pasado verano, y que en primera instancia le está llevando a la salvación sólo un punto por encima de la zona de descenso. Pero los designios de Chen son inescrutables.

Los entrenadores de Chen

*Galca fichó antes del aterrizaje de Chen Yansheng