ESPANYOL

“Cabrones, con esta música empezáis perdiendo por 1-0″

Hace diez años que el Espanyol fichó a Javier Aguirre como sustituto de Pochettino, un técnico que salvó al equipo y dejó huella en aquella plantilla que lo recuerdo con “cariño”.

MIQUEL A. BORRASDIARIO AS

El 28 de noviembre de 2012 el Espanyol anunció la contratación de Javier Aguirre, por aquel entonces un entrenador que había hecho carrera en la Liga en banquillos como el de Osasuna, Atlético o Zaragoza y que ahora llegaba como un bombero al RCDE Stadium. Aquel equipo perico tenía nueve puntos en 13 partidos y la semana anterior Joan Collet se había convertido en presidente después de una Junta Extraordinaria de Accionistas tan esperpéntica como agresiva. La primera decisión fue despedir a Mauricio Pochettino y Ramon Planes, técnico y director deportivo, que ya acumulaban tres años y medio en la entidad. Llegó, en ese contexto en llamas, el técnico mexicano, quien salvó al equipo y dejó huella entre sus jugadores.

“La primera toma de contacto fue extraordinaria”, recuerda Javi López, posteriormente capitán del equipo perico. “Entró en el vestuario y teníamos puesta una música, creo que era cumbia. Lo primero que dijo fue ‘no me extraña, cabrones, con esta música empezáis perdiendo por 1-0 todos los partidos. Cambiadla’”, rememora el lateral derecho, ahora en el Adelaide United australiano. “Luego ya nos dijo que solo conocía a Simao y Sergio, que los había tenido. Que todos empezábamos de cero y que jugarían los que mejor estuvieran. Nos dijo que las vergüenza era de todos, de los que jugaban y los que no, que nadie recriminara nada”, añadió el de Osuna.

El estreno fue en Los Cármenes ante el Granada. Víctor Sánchez, otro de los jugadores capitales de aquel equipo, explicó cómo planteó el encuentro el mexicano. “Nos cogió en una situación complicada, fallábamos en la salida de balón con Pochettino. Nos dijo ‘no paréis ni un balón, sobre todo atrás, despejar, balón largo, balones a la esquina. Córners. Alguna tendremos’. Quedamos 0-0 y empezamos a sumar”, dijo el de Rubí. Aquel Espanyol, poco a poco, de empate en empate, recuperó la confianza y empezó a asomar la cabeza y a salir de la UVI como les decía Aguirre a los jugadores. “Nos comparaba con un enfermo que estaba muy grave en la UVI e iba saliendo. Nos decía ‘ya estáis en plan pero seguís con el oxígeno, tenemos que luchar”.

Javier Aguirre con su equipo de trabajo.CARLOS MIRADIARIO AS

La reacción perica vino provocada por la química entre jugadores y técnicos, los aspectos que más destacan ambos jugadores. “Tenía un don para comunicar, decía lo que quería, sin temores, tenía claro todo. Su idea era portería a cero y ya tendríamos nuestras opciones en ataque. Hay que seguir a entrenadores así que te hacen sentir importante”, dijo Javi López, a lo que añadió Sánchez que “como entrenador tiene sus cuatro cosas a nivel táctico que dan resultado. El 4-4-2, ese balón de lateral al desmarque a banda del delantero, las segundas jugadas, el balón parado...”.

La segunda temporada de Aguirre estuvo marcada por el austero mercado de fichajes de un Espanyol con telarañas en su caja. El director deportivo, Óscar Perarnau, solo pudo contratar a jugadores de Segunda y cedidos, pero el técnico mexicano sacó un gran rendimiento. “La temporada fue muy buena. Con diez jornadas de antelación estábamos peleando por Europa... Luego vino la relajación y nos salvamos matemáticamente al final”. Un déja vu que ya se vivía con Pochettino. Pese a ello, todos coinciden en que Aguirre es “un técnico auténtico” y “de los mejores de su carrera”. Han pasado diez años de su llegada y sigue en Primera con el Mallorca.

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