DEPORTIVO ALAVÉS

Manu García: “Laguardia ha escrito su historia en las páginas más gloriosas del Alavés”

El legendario capitán del equipo vitoriano participó en la despedida del central maño. También estuvo presente toda la plantilla del conjunto actual.

Vitoria

Todo el mundo amparó a Laguardia en el día de su adiós. Entre ellos, Manu García. Lagu es el cuarto jugador con más minutos de la historia del Alavés. Por delante sólo están Martín Astudillo, Pablo Gómez y el propio Manu que ha atendido al Diario AS para analizar una despedida tan emblemática.

- Un adiós de primera categoría, ¿verdad?

- Es que Lagu ha escrito su propia historia dentro de las mejores páginas del club. Hay que rendirle tributo porque se lo ha ganado. Ha tenido una gran trayectoria, una gran implicación y eso hay que reconocerlo siempre.

- Nacido en Zaragoza pero adoptado por la capital vasca, ¿verdad?

- Él consiguió reencontrarse en el Alavés después de unos años duros en Zaragoza. Llegó muy motivado y la verdad es que ha ido creciendo dentro de este club. Ahora es un icono en lo deportivo y también de cara a la afición.

- ¿Cómo lo definiría futbolísticamente hablando?

- Pues muy completo y siendo un gran competidor. Siempre estaba concentrado y era muy agresivo, muy impliado. Un central de los de antes, sensacional en los duelos. Ahora hay futbolistas más centrados en sacar el balón por ejemplo. Era sobresaliente en la defensa del área y en los duelos.

- Además tenía gol cuando subía a rematar saques de esquina o faltas laterales.

- Hizo muchos. Tenía un juego aéreo muy poderoso y era muy complicado emparejarse con él tanto en defensa como en ataque. Durante estos años ha tenido también muy buenos jugadores al lado, lo que le ha servido para ser mejor y también para que progresaran los demás. El liderazgo que cogió bastante pronto le dio una jerarquía que luego le vino de maravilla a nivel personal.

- Me contaba un día Lagu que no entiende defender un córner con los brazos pegados al cuerpo por miedo a hacer una mano involuntaria, pero penalti a fin de cuentas...

- Y más ahora con el VAR. El fubolista trata de adaptarse a los cambios que van llegando a este deporte. El fútbol que conocíamos hace quince años ha evolucionado mucho y lo que tiene que hacer el futbolista es evolucionar también. Y Laguardia, por ejemplo, lo ha hecho de maravilla.

- ¿Cómo es a nivel personal?

- Es una persona muy cercana, muy normal y accesible. Lo cierto es que cogió muy pronto el papel de líder por su carácter y forma de funcionar. Es cierto que cuando ves a un compañero así, desempeñando ese papel, al final te apoyas mucho en él. Tú y el resto de compañeros.

- ¿Con qué recuerdos se queda de este jugador y de su relación?

- Más allá del Laguardia futbolista está el Víctor amigo y compañero. Seguiremos en contacto, no lo dudo.

- Da la sensación de que, además, fue capaz de sobrellevar muy bien su papel secundario en la última temporada como futbolista profesional.

- Es que lo más importante es sentirte valorado, jugando más o haciéndolo menos. Si el entrenador te da rol en el día a día y te concede tu espacio, eso es lo que realmente importa. Está claro que luego quieres jugar y hacer real el trabajo que realizas durante la semana pero si no tienes minutos, hay que saber levantar la cabeza y encontrar tu cometido. Ahí Víctor ha sido un ejemplo para todos.

- De cara a la próxima temporada, el Alavés ha anunciado la llegada de un canterano vitoriano, Ander Guevara. ¿Qué opinión tiene sobre esta operación?

- Bien, más de lo mismo. Si traes gente que siente el escudo tienes mucho ganado. Vitoriano, formado también en Zubieta, muchas cosas en común conmigo. Me parece un acierto, la verdad.

- Usted jugó hace dos años en Chipre y el pasado, en el Mirandés, club en el que no continuará. ¿Qué planes tiene?

- Bueno, ahora mismo hay que esperar. Acabo de ser padre por segunda vez y me tomo las cosas con más calma. Doy valor a estar con la familia pero estamos escuchando las ofertas que podamos recibir. No tengo demasiada prisa y supongo que decidiré a última hora. Ya veremos.

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