José Alberto tiene un agujero en el centro del campo

La plantilla del Racing está a falta de no menos de tres fichajes y alguna salida, pero en casi todas las líneas ya se puede ver el diseño del equipo, con posiciones dobladas con garantías. La excepción es el centro del campo. Ahora mismo, con 19 jugadores, solo hay dos centrocampistas puros: Íñigo y Aritz Aldasoro. La salida no deseada de Juergen Elitim y la decisión de no proponer la renovación ni a Tienza ni a Arturo (que ha jugado en el Racing más en la banda, pero que servía para complementar en la sala de maquinas) obliga a José Alberto y a Mikel Martija, entrenador y director deportivo, respectivamente, a fichar dos medios de garantías, uno de perfil defensivo, posicional, y otro más creativo.

La imposibilidad de llegar a un acuerdo con Juergen, que ha sido de carácter únicamente económico con el jugador, ya que el Watford no ponía problema a que volviera a Santander, denota uno de los problemas con los que se va a encontrar el Racing: va a tener un límite salarial muy por debajo del de la pasada temporada y la gran cantidad de contratos en vigor deja un margen mínimo de movimiento a Martija en las negociaciones. De acuerdo los clubes y con Juergen Elitim deseando quedarse en el club, sencillamente, el Legia de Varsovia ha ofrecido mucho más dinero que los cántabros. En las oficinas de El Sardinero confían en que la vuelta de Roko Baturina no se aborte por la misma causa, aunque el gran esfuerzo económico en la planificación del equipo ya tiene nombre y apellido: Jon Karrikaburu, por el que habrá que competir con la mitad de la categoría.

La parte menos mala del problema con el que se encuentra ahora el entrenador ovetense, la de tener solo dos pivotes, es que los que siguen son precisamente los que han sido titulares indiscutibles con él y que han sido fundamentales en la gran segunda vuelta que ha protagonizado el Racing de la mano de José Alberto. El capitán solo dejó de ser titular con él en dos partidos debido a sendas sanciones, hasta que en las cuatro últimas jornadas la lesión en una rodilla que arrastró durante meses le acabó pasando factura. Más significativo es todavía el caso de Aldasoro: el jugador gipuzcoano era marginal para Guillermo Fernández Romo y José Alberto le dio la titularidad del primer partido, en Cartagena, al último, faltando solo en el partido de Ponferrada y el último, ya intrascendente, contra el Cartagena, en ambos casos por acumulación de tarjetas.

El capítulo de sanciones ha sido el principal error que se puede achacar a ambos centrocampistas. Aldasoro tuvo que cumplir cuatro partidos de castigo, por dos expulsiones y por dos ciclos completados de cinco tarjetas amarillas. Parecido fue el caso del capitán del equipo, expulsado en tres ocasiones y que también completó un ciclo de amarillas. La posición que ocupan, por detrás de una línea de trescuartistas más dotados para el juego ofensivo que el defensivo, es clave a la hora de blindarse ante el ataque rival y ninguno de los dos ahorra un solo esfuerzo a la hora de intentar recuperar el balón y pasan el partido de duelo en duelo, con el riesgo que eso conlleva. José Alberto y Martija buscan ahora dos futbolistas que les acompañen, y les complementen, en la sala de máquinas. Y con poco dinero.