Un boquete sin Rüdiger

Su recuerdo no se va. Al Chelsea le está costando olvidar a Antonio Rüdiger, que ha dejado un vacío grande en defensa. Fruto de su ausencia, el equipo de Thomas Tuchel ha acumulado ocho goles en contra en las primeras cinco jornadas, en las que ha cosechado además dos derrotas, un empate y solo dos victorias en la Premier League.

Un panorama desalentador, con siete puntos y un octavo puesto en la clasificación, de donde se podría caer a la espera de lo que hagan Newcastle, United y Liverpool. Así pues, el estreno de la nueva defensa del Chelsea deja dudas y eso a pesar de una inversión de más de 190 millones de euros, con la llegada de Fofana (por 88 millones, a falta del anuncio oficial), Marc Cucurella (65 millones) y Kalidou Koulibaly (38 millones).

Por eso no es extraño que Tuchel esté preocupado por encajar a sus nuevas piezas para frenar la hemorragia en defensa, que en los últimos partidos ha sufrido con los balones aéreos, las pérdidas, y en definitiva, la falta de consistencia. Descuidos que si bien ya se vieron la campaña pasada, con la salida de Rüdiger se han terminado de acentuar.

Así sucedió en ese duelo vibrante contra el Tottenham, que logró el 1-1 tras una pérdida garrafal en el área del Chelsea, al que le costó horrores sacar el balón limpiamente y que vio cómo Hojbjerg sacaba tajada de sus errores. Pero no solo de sus problemas en la salida sino también de su falta de presencia en campo propio.

Allí, donde se supone que deben ser más dominantes, a los Blues les faltan argumentos para imponer su criterio en el juego aéreo, como sucedió en 2-0 de Rodrigo Moreno, cuando el Leeds United despedazó al equipo de Tuchel y castigó la mala colocación de su línea defensiva. Algo parecido al choque con el Leicester City, que estuvo a punto de empatar y echar a traste el buen partido del Chelsea por un fallo de posición de Chalobah.

El equipo londinense jugaba con diez por la expulsión de Gallagher y el defensa llegó demasiado tarde para bloquear el chut del Leicester, que se estampó con el travesaño. Aunque donde más errores se encontraron fue contra el Southampton, que abrió un nuevo debate con la defensa del balón parado del Chelsea y marcó dos goles. Eso sí, podrían haber sido cuatro si no llega a ser por dos jugadas que salvaron sobre la línea Cucurella y Thiago Silva; los pilares de la defensa, a falta de Rüdiger.