Show con Mbappé a medio gas

La derrota en la final del Mundial contra Argentina no ha mermado una de las mejores, sino la mejor, generaciones de la historia de la selección francesa. Desde Lusail, el 18 de diciembre, los de Deschamps han sumado pleno de victorias, denotando una superioridad aplastante a todos los rivales que se le han puesto por delante. Este martes le tocó a Escocia, clasificada para la Eurocopa, que llegó a ir 0-1 por delante, pero sucumbió, 4-1, contra un arsenal ofensivo atronador. Camavinga erró en el gol de Gilmour, pero un doblete, Mbappé, de penalti y Coman decantaron la balanza en favor de Les Bleus.

El partido, retrasado diez minutos por el fuerte control policial en los aledaños, motivado por el atentado en Bruselas de este lunes, comenzó bien para Escocia. Gilmour aprovechó un error de Camavinga en la salida de balón y batió a Maignan. El gol, fruto de la suerte, no fue ni un aviso para un Francia que se desató.

Se liberó principalmente por Pavard, defensa que ha perdido galones en la selección pero que aprovechó la titularidad con creces. En Lille, la ciudad que le vio nacer como jugador, hizo un doblete. El primero, aprovechando un córner botado por Griezmann. El segundo, tras una asistencia de Mbappé, que de penalti hizo el 3-1, igualando al del Atlético de Madrid en la tercera posición de goleadores históricos de la selección francesa.

El segundo tiempo fue un apeadero para Francia, que incluso aminorando el ritmo se mostró superior a Escocia, adormecida desde el empate galo. Coman, que había entrado en la segunda mitad, aprovechó una indecisión rival para sentenciar, si es que no lo estaba ya, la contienda.Una fiesta en el Pierre-Mauroy de Lille para una selección que afrontará el próximo parón, a mediados de noviembre, con la tranquilidad de estar ya clasificada para la próxima Eurocopa.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.