Salah se queda sin remontada

Desde que arrancara la 2023-2024, los reds no han hecho más que conjugar el verbo “remontar”. Y es que nadie mejor que los pupilos de Jürgen Klopp, que le han dado la vuelta al marcador hasta en cinco ocasiones, sabe que la Real Academia Española de la Lengua define el término “remontada” como la “superación de un resultado o de una posición adversos”. El problema es que el concepto que no terminan de aprenderse en Liverpool es el de “defender”. Al menos, para confirmar una candidatura seria al título liguero.

Dos goles de Mohamed Salah en cinco minutos tiraron por tierra la superioridad de los seagulls en la primera mitad. Aunque fue un error de Alexis Mac Allister el que precedió el tanto del 1-0 para los locales, los pupilos de Roberto De Zerbi se compadecieron de su excompañero para regalarle a los reds un penalti y el 1-2.

Pero cuando el equipo de Jürgen Klopp se encaminaba hacia la sexta remontada de la temporada, hasta cuatro jugadores reds vieron pasar el centro de Solly March por delante de sus caras y, posteriormente, el remate de Lewis Dunk. Un gol que permitió a los seagulls llevarse un punto (2-2) en otra tarde para borrar del calendario de Ansu Fati. El jugador cedido por el FC Barcelona, que saltó al terreno de juego en el minuto 88, no llegó siquiera a entrar en contacto con el balón antes de que el árbitro decretara el final del encuentro.

Los reds, terceros con 17 puntos y a tres del, por ahora líder de la Premier League, Tottenham, mantienen su escasa distancia con respecto al equipo de Roberto De Zerbi. Aunque los seagulls no están teniendo la mejor de las experiencias en su primera participación europea, el equipo del Amex Stadium se mantiene en 6ª posición con 16 puntos.

De error en error y marco porque me toca

Hay dos formas principales de romper la igualdad en un partido de fútbol. Por un lado, las genialidades e individualidades. Por otro, que es la vía que tomó Alexis Mac Allister, los errores. Y es que no podía ser otro que el exjugador del Brighton, por quien los reds pagaron el pasado verano 40 millones de euros, quien pusiera en bandeja el 1-0 para su exequipo en el Amex Stadium.

Tras un inicio de mucho ritmo e intensidad, el centrocampista argentino se durmió en una salida de balón. Virgil van Dijk combinó con el vigente campeón del mundo, pero el joven Simon Adingra se adelantó antes de que Alexis Mac Allister recibiera de cara a la frontal del área. El atacante de 21 años disparó desde fuera del área y, con Alisson Becker fuera de sitio, el arquero brasileño rozó el balón pero no llegó a atarjarlo.

El 1-0 anotado a los 20 minutos dio alas a los pupilos de Roberto De Zerbi. Los reds transmitieron cierta sensación de nerviosismo con el gol encajado y, con el Brighton desatado y llegando sobre el área visitante mejor, más fácil, con más hombres y más peligro, cometieron algunas imprecisiones.

Pero el fútbol no entiende de superioridades ni merecimientos. Cuando mejor estaba el conjunto local, con Carlos Baleba, quien está llamado a ser el ‘nuevo Moisés Caicedo’ de los seagulls, dominando la medular, las tornas se cambiaron y fue al equipo del Amex Stadium al que le tocó fallar. Como si de la oca se tratara. Primero llegó el tanto del empate en el 40′ gracias a una triangulación en la frontal del área entre Dominik Szoboszlai, Luis Díaz y Darwin Núñez que se encargó de culminar Mohamed Salah. E inmediatamente después, el error.

El exceso de relajación de Bart Verbruggen saliendo desde atrás permitió al centrocampista húngaro robarle la cartera a Pascal Gross. Justo lo que le había ocurrido a Alexis Mac Allister. El problema del internacional alemán es que el agarrón que impidió a Dominik Szoboszlai continuar con la jugada se produjo en el interior del área. Penalti del Liverpool y, acto seguido desde los 11 metros, gol de Mohamed Salah.

En apenas cinco minutos, el delantero egipcio, que ha generado 14 tantos en 13 encuentros ante los seagulls, le dio la vuelta a un partido que estaba empezando a tomar tintes no muy prometedores para los pupilos de Jürgen Klopp. Pero es que este Liverpool nunca se rinde.

Una autopista por la izquierda

A quien le tocaba entonces remontar el encuentro en la segunda mitad era al Brighton, y los pupilos de Roberto de Zerbi se pusieron manos a la obra desde bien temprano. La primera ocasión de los segundos 45 minutos, además de ser para el Brighton, fue muy clara. El recorte y disparo se Simon Adingra desde el interior del área se encontraron con la mano dura de Alisson Becker. El brasileño se hizo incluso daño en la intervención, pero todo fuera por salvar al equipo en el 49′.

Los seagulls encontraron un filón en su banda izquierda, el costado zurdo del Liverpool. Es decir, a la espalda de Trent Alexander-Arnold. En una de las mil y un incursiones y conducciones de Kaour Mitoma, que hizo estragos en la zaga red, el cuadro local reclamó penalti por mano de Virgil van Dijk, pero el balón venía rebotado de la pierna del zaguero neerlandés. Pero los pupilos de Robert De Zerbi no se rindieron.

En la enésima falta forzada por Solly March, también en dicha banda izquierda, el Brighton consiguió el tanto del empate. Toda la defensa del Liverpool vio cómo el balón se paseaba por el área hasta llegar al pie de Lewis Dunk. El capitán del Brighton, a bocajarro y en el minuto 78, batía a Alisson Becker. Un jarro de agua de fría para el Liverpool, pero merecido para el conjunto seagull.

No contentos con el punto que tenían entonces en el bolsillo, el Brighton se lanzó a por más. Minutos antes de que Ansu Fati saltara al terreno de juego, en el 88′, João Pedro dispuso de la ocasión más clara. El balón le cayó al atacante brasileño en el punto de penalti y, con todo a favor, la mandó por encima del larguero. Aunque los pupilos de Jürgen Klopp lograron la remontada, quienes terminaron más cerca de llevarse los tres puntos fueron los locales.

Unai Emery y Pau Torres se quedan a medias

A pesar de la avalancha final, reflejada con un tiro al palo de Ollie Watkins en la última jugada del partido ante un rival en inferioridad, el Aston Villa de Unai Emery se quedó a medio camino de la remontada que inició con el gol del español Pau Torres frente el Wolverhampton, que resistió aferrado a su suerte. La mejoría de los ‘wolves’ fue evidente al principio. Lleva ya tres encuentros sin perder y han salido de la zona de descenso. Tomaron ventaja con el gol del coreano Hwang Chee-Chan tras un pase de Pedro Neto desde la derecha, en el minuto 53. Pero el equipo de Birmingham reaccionó con contundencia y respondió con el empate dos después. Fue por el español Pau Torres que, en el segundo palo, aprovechó un pase al área de Ollie Watkins.

Un gol del ghanés Mohammed Kudus a un minuto del final frustró la buena actuación y el acierto del sueco Alexander Isak que con su doblete había aproximado a la victoria al Newcastle en su visita a Londres para jugar ante el West Ham (2-2). El exjugador de la Real Sociedad fue clave en el emerger visitante que se encontró con el tanto encajado a los ocho minutos que puso por delante al West Ham. Fue obra del checo Tomas Soucek que marcó a puerta vacía tras recibir un balón de Emerson. Isak apareció en la segunda parte. Marcó dos en cuatro minutos. Empató en el 58 y puso por delante a las urracas en el 62, para culminar un centro de Kieran Trippier.El equipo de Eddie Howe, agigantado por la goleada sobre el PSG en la Champions, resguardó su ventaja hasta el tramo final. Pero un balón de Vladrimir Coufal fue aprovechado por Kudus que batió a Nick Pope y estableció la igualada final.

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