Pinchazo bávaro sin consecuencias

El Bayern de Múnich protagonizó un pinchazo bastante plácido en la Bundesliga. Cayó derrotado por 2-3 el hexacampeón de Europa contra el Bochum, conjunto que toma muchísimo aire en la pelea contra el descenso. Eso sí, el hecho de permitir a su oponenete remontarle un 2-0 inicial no tuvo ningún tipo de consecuencias en la tabla dado que el Bayer Leverkusen, dirigido por Xabi Alonso, perdió su partido paralelo ante el Werder Bremen (0-2), por lo que se mantiene la diferencia de ocho puntos en la clasificación de la máxima competición alemana. Oportunidad de oro perdida para el campeón.

Fue superior el Bayern en todos los aspectos y no tardaron los de Kompany en reflejar su superioridad en el marcador. Un latigazo y un cabezazo de Guerreiro le sirvieron al Bayern para poner tierra de por medio en un partido en el que la renta hubiese podido ser aún superior. Gnabry falló una pena máxima y el partido comenzó a ponerse en contra de unos muniqueses que vieron como el Bochum recortó diferencias por medio de Medic y se quedaron con diez tras un feísima patada de Palhinha sobre Masovic.

Y la cosa fue a peor para los bávaros en los segundos 45 minutos. Nada más regresar al terreno de juego tras el descanso, Sissoko empató el choque de cabeza y el Bochum aprovechó el momento para ir a por el partido ante un Bayern que ingresó a toda su artillería para evitar sustos. Entraron Kane, Musiala y Olise, pero fue el Bochum el que sentenció el duelo en una contra magistralmente ejecutada por Bero. Fue la primera derrota del Bayern de Kompany en el Allianz, pero el Leverkusen no supo aprovecharla.

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