ITALIA

Pablo Marí, dos meses de baja. Su agresor gritaba: “Matadme”

El defensa fue operado esta mañana y dejó un mensaje tranquilizador en redes: “Estamos bien”. Mientras, llegan más detalles sobre el agresor.

Pablo Marí está fuera de peligro, pero no volverá a poder jugar hasta dentro de dos meses. El defensa del Monza, agredido ayer en el centro comercial de Assago, pasó por el quirófano esta mañana para cerrar las heridas que sufrió en la espalda, y que pudieron ser todavía más graves. Tuve suerte”, dijo ayer el español al consejero delegado del Monza, Galliani, y no le falta razón. La puñalada llegó cerca de la vena aorta: pudo ser letal, pero, afortunadamente, no fue así.

Marí estará en observación durante los próximos tres o cuatro días y, después, recibirá el alta para empezar su proceso de recuperación. El mismo Galliani anunció que le ha pedido a la Lega Serie A el aplazamiento del partido con el Bolonia, programado para el próximo lunes: “El equipo está en shock”.

Mientras, llegan más detalles sobre el agresor. Se llama Andrea Tombolini, tiene 46 años y no tenía un historial violento. Antes de lo ocurrido ayer, solo supo hacerse daño a él mismo: el pasado 18 de octubre fue hospitalizado tras haberse golpeado la cabeza y la cara durante un ataque de ansiedad. Vivía con sus padres “una vida aislada y sin amigos”, cuenta el ‘Corriere della Sera’, y tras una operación en la espalda se sentía “como un enfermo grave, a punto de morir”. “Pensé que estaba mal, que me iba a morir, vi toda esta gente feliz y sentí envidia”, le dijo a los carabinieri tras haber matado con un cuchillo a un hombre y haber herido a cinco personas más. Los militares le encontraron tumbado en el suelo, cubierto de sangre, cerca de las cajas. Gritaba: “Matadme, matadme”.

Mensaje de agradecimiento desde el hospital

Pablo Marí aseguró hoy, después de ser operado para reducir el daño muscular causado por el ataque, que tanto él como su familia están “bien a pesar de las circunstancias” y agradeció “todos los mensajes de apoyo”. A través de su cuenta personal de Twitter, el jugador del Monza publicó que “después del duro momento que vivimos ayer, tanto mi familia como yo queremos comunicar que afortunadamente estamos todos bien a pesar de las circunstancias, y agradecer todos los mensajes de apoyo y cariño que estamos recibiendo. Además, queremos enviar el pésame y toda nuestra fuerza a los familiares y amigos de la persona fallecida, y deseamos de corazón que todas las personas heridas se recuperen lo antes posible”, añadió el valenciano.

“Anoche mi mundo se vino abajo”

La noticia del ataque sufrido por Pablo Marí conmocionó a todo el mundo del fútbol, pero más si cabe a sus allegados. Entre ellos, sus compañeros de equipo. Es por eso que Matteo Pessina, capitán del Monza, ha dedicado un profundo de apoyo al defensor español. El centrocampista italiano, junto con una fotografía de ambos jugadores durante un partido, ha reconocido en su cuenta personal de Instagram que cuando recibió la noticia de manos de Adriano Galliani su mundo “se vino abajo”. A pesar de que, con el paso de las horas, la plantilla supo que la vida de Pablo Marí no corría peligro, el capitán del equipo afirma que “fue una noticia que me mantuvo despierto toda la noche y todavía no me da paz”. Matteo Pessina manda así un mensaje de apoyo a un jugador que ha caído de pie en el vestuario del Monza: “Lucharemos en esta batalla contigo y junto a ti, con la sonrisa y la fuerza que siempre nos has dado”.

El mensaje completo de Matteo Pessina, jugador y capitán del Monza: “Hola hermano mayor. Anoche, ante la llamada del Dr. Galliani, mi mundo se vino abajo. En nuestro trabajo estamos preparados para muchos imprevistos, cosas malas que nos pueden pasar de un momento a otro y cambiar repentinamente nuestras vidas. Pero cuando me dijeron que te habías visto envuelto en un apuñalamiento mientras estabas en compañía de tu mujer y tu hijo, me abrumaron pensamientos que aún no me dan paz. Conmigo todos los compañeros, el personal y todo el Monza. Esa puñalada, contigo, la sufrimos todos al mismo tiempo. Saber que alguien en la tranquilidad de un jueves por la tarde, en un supermercado, puede sufrir semejante violencia es difícil de aceptar. Las noticias empezaron a circular entonces, mientras nosotros vivíamos en suspenso a la espera de una noticia que al menos pudiera reconfortarnos. “¿Cómo está Pablo?”, “¿Hay alguna novedad?”... eran los mensajes que intercambiábamos como una oración, esperando que alguien nos dijera algo. Entonces el doctor Galliani nos dijo que su vida no corría peligro, pero que tendría que someterse a una operación y que el proceso de rehabilitación sería largo. Fue una noticia que me mantuvo despierto toda la noche y todavía no me da paz. Esto no puede haber ocurrido. Nosotros, Pablo, sólo nos conocemos desde hace unos meses, pero es difícil que tipos como tú no se vinculen inmediatamente. Has entrado en nuestro vestuario de puntillas, con la profesionalidad y la experiencia que sólo aportan los grandes hombres. Desde el principio te pusiste a disposición de todos, dándonos a cada uno una sonrisa y una palabra de consuelo en los momentos más oscuros y difíciles. Y hoy estamos aquí, todos juntos, luchando y reuniéndonos en torno a ti. Como siempre has hecho por nosotros. Lucharemos en esta batalla contigo y junto a ti, con la sonrisa y la fuerza que siempre nos has dado. Eres una roca, ¡te esperamos aquí! Un abrazo a tu maravillosa familia. Un pensamiento especial para los heridos y sus familias, pero especialmente para Luis Fernando Ruggieri, víctima de este loco atentado”.

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