Otro bofetón para el Leverkusen de Xabi Alonso

El fútbol está siendo muy cruel con el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso esta temporada. Tres días después de que el Mónaco le remontara en los compases finales de la ida de dieciseisavos de la Europa League, el cuadro renano también cayó derrotado por 2-3 ante el Mainz en lo que fue otro partido loco con tres penas máximas (una anulada tras consultar con el VAR) y una expulsión. La derrota deja al Leverkusen en décima posición de la Bundesliga y a un total de once puntos de la zona europea marcada por el Frankfurt en sexta posición.

Optó el Mainz por una presión alta que dificultó y mucho la salida de balón de los de Xabi Alonso, eso sí, sin lograr llegar con peligro al marco protegido por Hradecky. Lo que ocurrió después fue el fiel reflejo de lo que viene siendo el Leverkusen esta temporada. Tapsoba erró una pena máxima de lo más dudosa (intervino el VAR, pero el árbitro no cambió su decisión) y, tan solo tres minutos después, Caci puso por delante al Mainz tras un gravísimo error de Kossounou en el despeje. Ya van muchos golpes de este tipo para el Bayer a lo largo de este curso.

Otro regalo, este de Fernandes, permitió a Amiri poner las tablas, pero el conjunto de las aspirinas fue incapaz de salvar el empate al descanso. En el tiempo añadido, Lee colocó el cuero de cabeza en el corazón del área donde apareció Barreiro para volver a poner por delante a los visitantes con la zurda. Tan solo un minuto después, el colegiado volvió a señalar al punto de penalti, esta vez en el área local después de una patada de Andrich sobre Onisiwo, pero en esta ocasión sí hizo caso al VAR y revocó su decisión debido a una falta previa de Bell sobre Adli.

El Mainz siguió a lo suyo tras volver de vestuarios y Xabi Alonso no esperó más. Ante la falta de pegada de su equipo, el técnico español dio entrada a Wirtz y Schick y los cambios no tardaron en surtir efecto. Tres minutos después de ingresar en el terreno de juego, el delantero checo volvió a empatar un partido al que aún le quedaba un tramo final de infarto. En el 82, tras varias paradones de Hradecjky, Adli fue expulsado tras evitar una ocasión clara de Widmer en el área e Ingvartsen no perdonó desde los 11 metros, sentenciando a un Leverkusen que sigue en tierra de nadie.