El Nápoles ya frena

El Nápoles ha perdido rápidamente la ilusión que habían generado los triunfos ante Verona y Monza, con nueve goles marcados en dos jornadas. Los azzurri volvieron a mostrar los defectos que en el curso pasado les costaron el scudetto ante el recién ascendido Lecce, que dejó al Maradona con un merecido punto en el bolsillo.

Spalletti, asustado por el calendario que se avecina (le esperan Lazio y Liverpool) decidió revolucionar el equipo, cambiando la mitad de su once. El resultado fue un conjunto sin ideas, que funcionó mal y que obligó al técnico a quitar del verde a los nuevos fichajes Ndombele y Raspadori tras solo 45 minutos.

Los visitantes empezaron bien, sin sufrir demasiado, y pudieron adelantarse con un penalti causado por el mismo Ndombele ante Di Francesco. Meret, que (salvo enormes sorpresas con Keylor) será el titular tras un verano entero estando en el mercado, se reivindicó neutralizando la pena máxima lanzada por Colombo.

Fue el mejor momento de los azzurri, que poco después se adelantaron con Elmas: el extremo empujó entre palos un centrochut de Politano. La alegría duró poco, ya que Colombo en el 31′ (cuatro minutos después), se sacó de la chistera un latigazo impresionante que valió el empate.

A partir de allí empezó un monólogo de los napolitanos, que mostraron su peor versión, quedándose con el balón sin ideas y sin crear mucho peligro. Tampoco cambiaron nada los revulsivos Lozano, Kvara, y Simeone (que entró, quizás, demasiado tarde): Spalletti vivirá días de críticas.