Moshiri escucha ofertas por el Everton

Farhad Moshiri, propietario del Everton, buscaba socios para financiar el cambio de casa de los toffees. Goodison Park dejará de ser el hogar del club azul de Liverpool, y la mudanza al nuevo estadio construido a orillas del río Mersey está proyectada para la temporada 2024-25. Moshiri contacto con Peter Kenyon, ex directivo de clubes como el Manchester United y Chelsea, para ver qué podía ofrecerle de cara al recinto que está construyéndose en la dársena Bramley-Moore. Pronto quedó claro que el consorcio que lidera Kenyon, y del que también forman parte el magnate minero John L. Thornton y Maciek Kaminski empresario inmobiliario, estaban interesados en algo más que echar una mano con la financiación del nuevo estadio.

The Athletic informa que el consorcio habló sobre la compra de una parte considerable de las acciones de Moshiri para tener control sobre el Everton. Y Moshiri escuchó lo que tenían que decir. Después de una temporada paupérrima en la que los toffees han coqueteado con el descenso por primera vez desde 1951, así como la pérdida de uno de sus principales inversores, Alisher Usmanov, tras la invasión rusa de Ucrania, varios grupos se han interesado en una mayoría accionarial del club. El consorcio de Kenyon lidera esta carrera.

Apunta el medio inglés, que la tesitura no es sencilla para Moshiri. Y que tampoco se resolverá en los próximos meses. Es cuestión de futuro. Principalmente porque para cuando el Everton se mude a su nueva casa en 2024, la valoración del club podría pasar al billón de libras, el doble de la tasación actual, que ronda los 500 millones de libras. Dos años, quizá, sean demasiado largos para un directivo en el punto de mira. Esta temporada se han sucedido las protestas de los aficionados, que piden un cambio de dirección. Moshiri pidió disculpas hace una semana por los errores cometidos en sus seis años de reinado: “Nos comprometemos a no caer en los mismos errores, como gastar sumas significantes de dinero de una forma no muy inteligente”. Como suele ocurrir en el fútbol, la presión sobre Moshiri fluctuará dependiendo de los resultados que se den sobre el césped en los próximos meses.