Manna toma las riendas del Nápoles con 36 años
El nuevo y joven director deportivo del club azzurro llega desde la Juventus. Fue fundamental para la incorporación de Conte y trabaja en un mercado que apunta muy alto.
Tras una temporada desastrosa, Aurelio De Laurentiis decidió hacer borrón y cuenta nueva. Las marchas de Spalletti, ahora seleccionador de Italia, y de Cristiano Giuntoli, al mando de la Juventus, dejaron un vacío enorme que ha llevado al equipo campeón de Italia a una crisis negra: tres entrenadores (García, Mazzarri, Calzona), constante falta de resultados, un décimo puesto y adiós a las competiciones europeas tras 14 años.
La primera decisión del presidente del Nápoles fue cambiar la dirección deportiva, con un nombre que sorprendió a muchos, pero no tanto a los que siguen el fútbol desde dentro: Giovanni Manna.
Nacido en Vallo della Lucania en 1988 (cumplirá 36 años el 29 de julio), el joven directivo llega justo de la Juventus, donde impresionó a Giuntoli con sus capacidades y su constancia en el trabajo diario. Empezó como ojeador en el fútbol amateur en 2009, y su carrera despegó año tras año: en 2013 fue directivo en el Forlí y el año siguiente empezó un periplo de cinco años en Suiza, donde pasó por el FC Chiasso y el FC Lugano, del que fue director deportivo, trabajando con Zdenek Zeman, hasta su marcha.
En 2019 llegó la llamada de la Juventus, que le entregó la gestión del equipo Sub-19 y, después, la dirección del filial, el Next Gen. Fagioli, Miretti, Iling Jr y Soulé son solo algunos de los talentos que explotaron en el segundo conjunto bianconero bajo su gestión. En Turín trabajó codo a codo con Fabio Paratici, que le quiso en el club: es una amistad en común con Antonio Conte, que con Paratici trabajó en el Tottenham. La presencia de Manna en el club azzurro fue un elemento que facilitó la llegada del exseleccionador.
El director deportivo se reunió varias veces con el técnico antes del acuerdo definitivo con De Laurentiis, y ahora se ha puesto manos a la obra para reforzar el equipo durante un mercado en el que tendrá que gestionar también la venta de Victor Osimhen. Muchos de sus objetivos llegan desde LaLiga: Hermoso, Gutiérrez, Javi Guerra, Dovbyk, Omorodion... Sin torneos europeos, el nuevo Nápoles de Conte y Manna apunta muy alto: quiere volver a pelear por el scudetto lo antes posible.
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