Locura sin premio en Anfield

Ocho años lleva el Manchester United sin ganar en Anfield. Y la cuenta sigue. El fantasma del 7-0 encajado en la desembocadura del Mersey la temporada pasada acechó al equipo de Ten Hag, que llegó a la cita del domingo después de caer eliminado de la Liga de Campeones. Hartos de tanta desdicha, los diablos rojos saltaron al césped con un plan claro: replegarse atrás, achicar agua… y a ver qué pasa. Le costó cruzar el centro del campo durante los primeros minutos del duelo, cometiendo errores frecuentes ante una intensa presión del Liverpool. Los de Klopp, pese a todo su domino, apenas inquietaron a Onana durante el primer tiempo. Van Dijk tuvo la ocasión más clara, pero su cabezazo, tras un córner de Alexander-Arnold, fue directamente hacia el meta rival.

Cuando ambos equipos regresaron tras el descanso, el Liverpool dio un paso adelante. Pero el Manchester United aguantó la tormenta, para frustración del público local. Los 57.000 espectadores que abarrotaron Anfield, la mayor asistencia en el estadio en 50 años, vieron cómo los suyos se frustraban con el paso del tiempo. Aumentando su insistencia, también el número de ocasiones, pero no su calidad.

Superada la hora, con el Liverpool volcado, el United encontró espacios y también ocasiones para ganar a contracorriente. Hojlund tuvo la más clara en el minuto 67, pero disparó directamente contra Alisson. Salah lo intentó posteriormente trazando una diagonal en el área, y en un córner, Konaté se encontró con un balón suelto en el área rival que no supo aprovechar. Faltó puntería, y también sabor a un duelo de tal calibre, entre los dos equipos más laureados de Inglaterra. Insípido. Al remate, los mancunianos secándo a los scousers, que por primera vez en 35 partidos, terminaron sin marcar. Bajándolos así de la cima, donde este fin de semana se ha aupado el Arsenal.

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