Jaque al Bayern
Esta noche arranca una Bundesliga con el trono muniqués más desafiado que nunca. Tres equipos aspiran a negarle el duodécimo título consecutivo a los de Tuchel.
La Bundesliga contemporánea se explica de forma muy sencilla. Sólo aquellos chavales que acaban de pasar de Primaria a la ESO vivieron a un campeón alemán que no fuera el Bayern. Los muniqueses vienen de alzar su undécima ensaladera consecutiva, un dato inédito en las cinco grandes ligas del continente, y su objetivo cuando abran la sexagésima temporada de la máxima competición alemana esta noche en Bremen no puede ser otro que completar la docena de títulos consecutivos. Eso sí, en esto del fútbol nada es para siempre y no pocos factores indican que la hegemonía bávara podría haber llegado a su fin. El rey de la Bundesliga está en jaque.
Cabe recordar que el conjunto dirigido por Thomas Tuchel ya pudo ser destronado a finales de mayo, momento en el que supo aprovecharse del patinazo del Borussia Dortmund, líder con dos puntos de ventaja sobre su eterno rival, en la última jornada ante el Mainz para proclamarse campeón sobre la bocina. El preludio de la temporada, muy a pesar del ilusionante fichaje de Harry Kane por 100 millones de euros, tampoco invita al optimismo en el Allianz Arena. Un hat-trick del español Dani Olmo frustró el debut del killer inglés y dio la primera Supercopa de Alemania de su historia al RB Leipzig, equipo que, junto al Dortmund y el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, se postula como principal rival de los muniqueses en la pugna por la ensaladera.
Lo que ocurre es que, un vez más, no parten en igualdad de condiciones. Mientras el Bayern no dudó a la hora de tirar la casa por la ventana para fichar a Kane y tapar el enorme vacío que dejó Robert Lewandowski hace un año, sus rivales volvieron a ser saqueados por los grandes del continente. Un año después de despedirse de Erling Haaland y dos después de decir adiós a Jadon Sancho, el BVB no pudo hacer nada ante la marcha de otro crack, en esta caso la de Jude Bellingham al Real Madrid. En Leipzig, más de lo mismo. Josko Gvardiol (City), Dominik Szoboszlai (Liverpool) y Christopher Nkunku (Chelsea) pusieron rumbo a Inglaterra, obligando a los sajones a relanzar un proyecto que gira en torno a Olmo y Loïs Openda, flamante fichaje para su ataque procedente del Lens.
Xabi Alonso tampoco se libró del asalto británico. El técnico español vio cómo Moussa Diaby ponía rumbo al Aston Villa, pero junto al director deportivo Simon Rolfes supo invertir los 55 millones de euros ingresados por el extremo francomaliense en una serie de jugadores que elevan notablemente el nivel de la plantilla. Victor Boniface será la referencia en ataque hasta que se recupere Patrik Schick, Granit Xhaka aportará jerarquía en el centro del campo, Jonas Hofmann heredará el puesto de Diaby en el carril derecho y el español Alejandro Grimaldo se encargará de solucionar el problema del Bayer (sin n) en el lateral izquierdo. Mucho talento para un Xabi Alonso que persigue el mismo objetivo que los demás peones sobre el tablero alemán: convertir el jaque al rey bávaro en mate.