Gattuso debuta con derrota en Marsella

Rino Gattuso tiene trabajo, mucho trabajo en el Olympique de Marsella si quiere que su equipo aspire a grandes cosas esta temporada. En su primera aparición en el banquillo del club francés, el italiano cayó en Mónaco, 3-2, a pesar de haber ido por delante en el marcador dos veces. Se adelantó en el segundo 30, se llegó a poner 1-2, pero un gran Akliouche, jugador de tan solo 21 años que atesora un abrumador talento, con doblete y una asistencia, decantaron la balanza del lado monegasco. Este equipo, que todavía no ha cicatrizado los incidentes acaecidos con los ultras, llevándose a Marcelino por delante, acumula grandes lagunas defensivas y todavía necesita tiempo para adaptarse a la idea de su nuevo entrenador.

Al italiano, presentado el miércoles, le gusta el rock and roll y su debut como entrenador del OM no pudo tener más adrenalina. En el segundo 30 ya ganaba, gracias a un gol de Ndiaye, en una fantástica triangulación que inició el panameño Murillo, titular por primera vez, que hiló Correa con un fantástico apoyo y que terminó Ndiaye, con algo de fortuna, después de un pase de Aubameyang.

Esa felicidad fue efímera, ya que el Mónaco pronto empató por medio de Akliouche. El canterano, que posee un guante en su pierna izquierda, caracoleó en el área y batió a Pau López con su pierna menos buena. El partido era un correcalles, una ruleta rusa, un vaivén constante, por lo que las ocasiones y el espectáculo se impusieron a cualquier plan táctico definido por Gattuso o Hütter.

El Marsella, justo en el peor momento del partido, volvió a ponerse por delante. Si el inicio de partido de Gattuso no alcanzó la racionalidad, el 1-2 tampoco. Gigot, central del OM, apareció en el punto de penalti para rematar, como si de un killer del área se tratara, un centro lateral. Como en el 1-1, el ímpetu y las prisas no corrieron a favor de su equipo, que volvió a sucumbir, esta vez a Balogun después de un gran pase del joven Akliouche, y el partido volvió a su resultado inicial. El Mónaco pudo marcar el 3-2 nada más empatar, pero una doble parada, sobresalientes ambas, de Pau López lo evitaron.

Al Marsella, el frenesí y el imponente ritmo del partido le fue menguando. Su segunda parte no fue, ni mucho menos, similar a la primera, aminorando el ritmo y generando menos oportunidades. El Mónaco, que tampoco realizó un partido brillante, fue poco a poco creciéndose y aprovechó el enésimo error defensivo de la zaga marsellesa para ponerse por delante. Fue obra de Akliouche, tocado por una varita, bendecido por el Louis II. El joven mediapunta, de 21 años, volvió a sorprender a Pau López, después de rematar a bote pronto un saque de puerta de su portero, Köhn, que pilló por sorpresa a la frágil defensa del OM. Los de Gattuso, que tiene mucho trabajo por delante, no sacaron fuerzas para remontar y sufrieron la segunda derrota seguida del campeonato.