Filipe Luís, un milagro pocas veces visto

Filipe Luís conquistó este miércoles el Brasileirao con Flamengo para completar una campaña de ensueño y sus últimas palabras tras celebrar el título fueron: “Tenemos que querer más”. Un mensaje que resume su mentalidad. Que no se detiene demasiado a pensar en los éxitos obtenidos y que ya piensa en nuevos retos.

El técnico de 40 años conquistó el título de liga el 3 de diciembre. La misma fecha en la que exactamente dos años antes se despidió como jugador profesional en Maracaná. Un día que ya siempre será especial para él por dos motivos bien diferentes pero igual de emotivos. Además, esa referencia temporal sirve para comprender lo que ha sido su inicio en los banquillos. En sólo 24 meses ha pasado de colgar las botas a celebrar ante su afición otro título gigante.

En sus últimos años como jugador Filipe Luís habló de manera clara sobre su interés en convertirse en entrenador. Se formó, absorbió conocimientos de los técnicos que lo han dirigido como Simeone o Jorge Jesús y así lo declaró en una entrevista reciente a este medio: “Fueron personas que de verdad me inspiraron a seguir este camino y poder estar hoy aquí como entrenador. Sobre todo Simeone“.

De éxito en éxito

Ese deseo de convertirse en entrenador nada más colgar las botas le permitió permanecer en Flamengo, donde se hizo cargo del equipo Sub-17, con quien ya conquistó la Taça Río, y después dio el salto al Sub-20 para alzar la Copa Intercontinental de la categoría.

Unas semanas después el primer equipo de Flamengo atravesaba un momento muy complicado. Sin opciones de conquistar el Brasileirao las opciones pasaban por la Copa do Brasil y los dirigentes, tras despedir a Tite, llamaron a Filipe Luís. Y su primer partido resultó todo un partido de ida de semifinales coperas ante Corinthians. El 1-0 a favor le permitió arrancar con confianza, en lo que ya sería un camino imparable hacia numerosos e inagotables éxitos. “Cuanta más presión, más disfruto”, declaró recientemente y así lo ha demostrado en todo momento.

Poco más de un mes después de debutar como entrenador profesional ya fue capaz de levantar la Copa. El primero de los cinco títulos que ya atesora en la élite. Porque 2025 lo arrancó con la misma fuerza para quedarse con la Supercopa y el estadual Carioca. Ahora han llegado esa Libertadores y el Brasileirao. Y él ya tiene su lugar en la historia, porque sólo nueve entrenadores han logrado el gran título de clubes de Sudamérica como jugador y también en el banquillo.

Por otro lado, no hay que olvidar el paso de Flamengo por el Mundial de Clubes. Un escaparate para todo el equipo y para el propio Filipe Luís, que demostró su valía con un triunfo ante el Chelsea, campeón a posteriori, o el Bayern ante quien cayó con enorme dignidad.

Estilo de Filipe Luís

Filipe Luís plasmó un claro estilo de juego desde su estreno con Flamengo Sub-17. Desde ese momento y hasta ahora ha contado con plantillas importantes, candidatas a ganar cada título y él ha correspondido con un planteamiento que siempre está encaminado a llevar el protagonismo en el juego.

El brasileño usa un esquema de 4-2-3-1 en el que los laterales cuentan con un enorme protagonismo en el juego. Apuesta por incorporaciones constantes que protege con esa dupla de la medular que siempre aporta criterio y orden.

Desde esa zona en la que este año han sobresalido Jorginho y Pulgar, Filipe Luís apuesta por el talento puro. Una mediapunta creativa a la que exige llegadas constantes al área contraria, dos jugadores abiertos y desequilibrantes y un punta que puede actuar como referente o como una figura mucho más móvil.

Asimismo, al igual que Filipe ha demostrado que no se casa con nadie y ha dejado a grandes figuras en el banquillo cuando lo ha creído oportuno, no tiene problema en admitir las jerarquías. “Uno monta el equipo en función de su mejor jugador”, aseguró sobre De Arrascaeta, quien ha alcanzado su mejor nivel este año.

Flamengo ha demostrado a lo largo de todo el año la intención de Filipe por presionar en campo rival. Avasallar al contrario con robo y ataques fulgurantes, acumular jugadores en los metros finales y siempre mostrarse ambicioso a la hora de ir a por el resultado. Como se vio en la final de Libertadores ante un Palmeiras mucho más cauto.

Flamengo le ha permitido contar con una plantilla envidiable, de las mejores que se han visto en Sudamérica y por ello Filipe Luís ha podido contar con tantas variantes y opciones para siempre alcanzar un nivel alto. En la final de Copa Libertadores no pudo contar con Pedro y Plata pero como delantero actuó Bruno Henrique, jugador que lo ha ganado todo, que suma experiencia en Champions League y con el que muchos equipos apenas pueden soñar. Un solo ejemplo del potencial que ha manejado el técnico.

Con su trabajo incansable y su plantilla formidable el exfutbolista de Atlético o Chelsea ha logrado que Flamengo sea el equipo más goleador del Brasileirao y el que menos ha encajado. A falta de una jornada suma 75 goles y sólo ha sufrido 24. El segundo que más ha marcado es Palmeiras con 63 y en goles encajados le sigue Cruzeiro con 27. Un dominio absoluto de las dos áreas que siempre conduce al éxito.

Dos episodios clave

Filipe Luís lleva poco tiempo en el banquillo pero ya ha vivido dos momentos críticos en su manejo del vestuario y en ambos ha salido vencedor con creces. En la final de Copa do Brasil, con apenas un mes de experiencia, se las vio con Gabigol, ídolo total en Flamengo. “Me respetas, chaval”, le espetó el entrenador al delantero en pleno partido. Y Filipe lo explicó con absoluta claridad tras el pitido final: “En mi primera rueda de prensa dije que hoy estoy en un cargo en el que iba a tomar decisiones que dejarían a algunos jugadores incómodos, molestos conmigo por alguna cosa. Y eso fue lo que pasó ahora con Gabi”.

Este mismo año sucedió algo similar con Pedro. El delantero desapareció del once y el técnico del cuadro rubronegro lo explicó en una conferencia de prensa para el recuerdo: “Lo que pasó fue que la actitud de Pedro esta semana rozó lo deplorable. Fue ridículo. Lleva un tiempo entrenando mal, pero esta semana rompió la cultura de entrenamiento. Lo que hizo fue una falta de respeto". Unas declaraciones que parecían desatar una guerra interna o la salida del goleador y que terminaron con una reconciliación y con Pedro de nuevo al mejor nivel sobre la cancha".

Ahora el Mengao ya trabaja a pleno rendimiento en una renovación de contrato indispensable para la entidad. Filipe Luís debe continuar y así lo entienden ambas partes. “Si depende de mí, estoy renovado. No depende solo de mí. Claro que quiero quedarme, soy feliz aquí, mi familia es feliz aquí”, aseguró. El entrenador no tiene prisa por dar un salto en su carrera y quiere aumentar su historia en el cuadro carioca. Europa lo espera pero Flamengo aún lo podrá disfrutar, al menos, durante una temporada más.

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