Festival de goles en Marsella

El Olympique de Marsella de Gennaro Gattuso no termina de carburar y su inicio de año, por resultados, empieza a ser preocupante. Una semana después de caer eliminado en la Copa por el Rennes, el conjunto marsellés no pudo doblegar al Mónaco, contra el que empató a dos, y que se quedó con diez en los compases iniciales por la expulsión de Maripán y acabó con nueve por la doble amarilla a Zakaria. Ni la superioridad numérica pudo decantar la balanza a su favor, en un partido loco, repleto de ocasiones para ambos equipos y en el que incluso pudo ganar el equipo del Principado con dos jugadores menos en el tramo final.

El primer tiempo no fue excepción y se convirtió en una montaña rusa total de emociones. Comenzó mandando el Mónaco, que salió en el Vélodrome con una presión exuberante que fue incontenible para el OM. Nada más comenzar el partido, Ben Yedder, tras un exquisito pase de Golovin a la espalda de Meïte, marcaba el 0-1 con un zurdazo a bote pronto extraordinario. El exjugador del Sevilla, a sus 33 años, sigue marcando las diferencias en Francia, antes de disfrutar, tal y como informan distintos medios, de un retiro dorado en Arabia Saudí o Qatar.

Sin embargo, la alegría fue efímera para los monegascos. Un envío en largo a Vitinha, en el que posiblemente no tenía ventaja, acabó en una falta de Maripán y la consiguiente expulsión del chileno. Por las repeticiones, el castigo fue más que severo, pero el VAR no entró a diferir la acción decretada en primera instancia por el colegiado al ser una tarjeta roja de interpretación.

En inferioridad numérica, como era de esperar, a pesar de un conato de rebelión, el Mónaco fue inferior al Marsella. No obstante, los de Gattuso, con infinitas bajas por la Copa de África, tuvieron dificultades para perforar el repliegue rival. Luis Henrique, defenestrado en Marsella, pero titular por las múltiples ausencias, se anticipó a Kehrer en un balón dividido, asistió a Vitinha y el portugués, sin embargo, remató mordido al poste. El rechace lo aprovechó Aubameyang para poner las tablas en el marcador. Fue el VAR el que, esta vez sí, rectificó la decisión del árbitro, que había señalado fuera de juego.

Pero el fútbol no entiende de merecimientos ni de superioridades, tampoco de contextos. En la última jugada del primer tiempo, con un Mónaco implorando el descanso, un error de Aubameyang propició un contragolpe en el que Ben Yedder, omnipresente, asistió a Akliouche para que el canterano marcara el segundo contra todo pronóstico. El Vélodrome, en segundos, había pasado de ser una olla a presión a un funeral.

El segundo tiempo no se quedó corto en cuanto a adrenalina se refiere. Nada más salir del túnel de vestuarios, el Marsella empató el partido, después de un remate maravilloso de Balerdi desde media distancia que sorprendió a Köhn. Pese a ello, el Marsella no dio en ningún momento la sensación de estar con un jugador más, ya que el Mónaco defendió a regañadientes y se plantó en el área de Pau López en cada acción que elaboraba desde atrás. Los de Hütter se quedaron con nueve por la doble amarilla de Zakaria, pero pudieron ganar, en un 3 para 2 que salvó Meïte, ya que el pase de Golovin a Ben Seghir era acción de gol. Y, en la última jugada, Vitinha, que costó 27 millones y apenas suma cinco goles en un año en Marsella, falló incomprensiblemente un remate a portería vacía que era el gol que certificaba la victoria del OM. Un empate espeso para los de Gattuso, que siguen sin ganar en la Ligue 1 en 2024.

Marsella 2 - Mónaco 2

El Mónaco se adelantó por medio de Wissam Ben Yedder tras una maravillosa maniobra, pero las malas noticias para el conjunto monesgasco no tardarían en llegar. La expulsión en el minuto 11 de Maripán y el gol de Aubameyang metían de lleno al Marsella en el encuentro. Los de Gattuso, con uno más, encajaron un tanto de Akliouche y ya en el segundo tiempo volvieron a poner las tablas en el marcador. El conjunto local desaprovechó la oportunidad de volver a ganar en Ligue 1 un mes después.