Entre el lío político y Mbappé

Francia recibe esta noche, a las 20:45, a Israel en el Stade France en busca del billete de clasificación para los cuartos de final de la renovada Nations League (sigue el partido en directo en As.com). Un empate es suficiente para los de Didier Deschamps, que podrían jugarse el domingo, en Italia, el liderato de grupo. El encuentro, sin embargo, ha pasado a un segundo plano debido a las exacerbadas medidas de seguridad que ha implantado el Elíseo para evitar desbordamientos y por el temor a que se produzcan enfrentamientos en los aledaños.

El prefecto de París ha blindado en las últimas horas el Stade France, al que únicamente se podrá acceder mediante dos anillos de seguridad, un dispositivo inédito para un partido de la selección francesa. Las autoridades quieren evitar a toda costa que el encuentro se convierta en una batalla campal contra Israel, ya que, en las inmediaciones de Saint-Denis, a un kilómetro del estadio, horas antes está prevista una manifestación a favor de Palestina que podría sacudir el perímetro en que ha preparado el gobierno de Macron.

Estarán prohibidas las banderas de Palestina y tampoco podrán converger los aficionados franceses con los israelíes, que accederán al estadio acompañados en todo momento de la gendarmería francesa, presente dentro del Stade France a través de la policía secreta para evitar cualquier boicot a la disputa del encuentro. La selección israelí, que se ejercitó ayer en el estadio con total normalidad, apenas ha podido salir de su hotel y se encuentra en todo momento vigilada por las fuerzas de seguridad.

Francia ha endurecido las medidas de seguridad. Incluso en el RER, el tren de París, podrían realizarse identificaciones masivas de pasaportes y documentos de identidad. Ya en el estadio, en sus aledaños, los periodistas deberán recoger su acreditación en un parking subterráneo y los aficionados franceses tendrán que someterse a estrictos controles si desean ver en directo el partido.

De hecho, el encuentro podría registrar un mínimo histórico en cuanto a capacidad se refiere. Están previstos, como máximo, 25.000 aficionados en el Stade France, mientras que el récord negativo se produjo hace 21 años, cuando tan solo 32.000 seguidores de la selección francesa presenciaron en directo un amistoso frente a Nueva Zelanda. La opinión pública francesa ha rechazado enérgicamente que el partido se dispute en París, llegando a barruntarse que el mismo podría deslocalizarse, aunque el gobierno de Macron, que acudirá al partido, ha ratificado el Stade France como sede.

En lo que atañe exclusivamente a lo deportivo, aunque no se habla de otra cosa en Francia que de temas extradeportivos, Francia no podrá contar con Kylian Mbappé. El jugador del Real Madrid, por segunda vez consecutiva, fue desconvocado por Didier Deschamps, que eludió ayer por la tarde las preguntas al respecto, afirmando que ya había respondido. Su compromiso con la selección sigue estando en tela de juicio y, aunque sus más cercanos lo achacan a un “bloqueo mental”, la realidad es que su relación con el técnico se ha enfriado ostensiblemente.

Francia, con Kanté de capitán, confirmado por Deschamps en la antesala del partido, buscará evadirse de todo el bullicio que se ha generado en las últimas horas en lo concerniente a las medidas de seguridad adoptadas por el Ejecutivo para evitar una batalla campal o un linchamiento hacia Israel como el acontecido la semana pasada en Ámsterdam. Además de Macron, Sarkozy y Hollande también presenciarán, en el Stade France, el encuentro.

Posibles onces:

Francia: Maignan; Kounde, Konate, Saliba, Theo Hernández; Kanté, Camavinga; Rabiot, Olise, Barcola; Kolo Muani.

Israel: Peretz; Dasa, Feingold, Nachimas; Abada, Kanichowsky, Abu Fani, Haziza; Gloukh, Gandelman; Baribo.

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