El Bayern se pasa al tenis

El Bayern pone velocidad de crucero en la Bundesliga tras barrer a un pobre Werder Bremen que no fue rival. Le endosaron los pupilos de Nagelsmann un set (6-1), ampliando de esta manera a cuatro la diferencia de puntos con respecto a un Friburgo en segunda posición que podrá volver a recortar el miércoles en su visita a Leipzig. En cuanto al personal fue una tarde agridulce para el campeón. Por un lado se celebró la vuelta a los terrenos de juego de Lucas después de haberse recuperado por completo de un desgarro muscular, por el otro perdió a un Mané que se convierte en seria duda para el Mundial.

A los bávaros le bastaron 30 minutos para pasar por encima de un Bremen que partía sin su lesionado delantero titular Füllkrug. Fue Musiala el que abrió la lata para los bávaros tras aprovecharse de un rechace del meta Pavlenka para bailarle a un defensor y definir con la zurda. Jung logró poner las tablas a los cuatro minutos, pero la alegría no fue demasiado duradera para al conjunto visitante. Tras una pena máxima errada por Choupo-Moting, un doblete de Gnabry y otro tanto de Goretzka en apenas seis minutos sentenciaron el choque antes de pasar por vestuarios.

Por ahí ya había pasado Sadio Mané después de tener que ser sustituido a los 20 minutos de partido debido a unas molestias en su rodilla derecha que ponen en serio riesgo su participación en el Mundial. Todo apunta a que sea sometido el miércoles a una serie de pruebas que terminen determinando el verdadero alcance de una lesión que mantiene en vilo a un combinado senegalés que, de tratarse de una lesión seria, se quedaría sin su gran estrella de cara a la cita mundialista en Qatar.

El Bayern siguió a lo suyo en los segundos 45 minutos. No dieron ni un solo paso atrás los muniqueses y siguieron asediando el marco de un Pavlenka que no vivió su tarde más agradable. Estuvo a punto Sané de subir el quinto al luminoso, pero su disparo tras recibir en profundidad de Choupo-Moting se estrelló con el palo. También estuvo cerca Gnabry por medio de una vaselina que atrapó Pavlenka. Pero el Bayern no se conformó. Quería más. Y no paró de embotellar al Bremen, desbordadísimo en el tramo final, hasta que el imperial Gnabry cerró la manita (y su particular hat-trick) y Tel, finalmente, el set. Última parada del tenista bávaro antes del Mundial: el próximo sábado ante el Schalke a domicilio.