Argentina

Di María, exprimido

El rosarino apenas ha tenido descanso desde su vuelta a Argentina. Además, está acumulando más tarjetas en promedio que nunca.

En Diario AS desde enero de 2021. Un enamorado del fútbol al que le entusiasma buscar las mejores historias. Si son en la Premier League y el fútbol inglés, mejor. Apasionado de los deportes al que le gusta tener una libreta y un bolígrafo cerca, dos herramientas con las que traspasar fronteras… Graduado en la Unviersidad Complutense de Madrid.
Actualizado a

Con golazos, de penalti, haciendo que se “caiga” la grada... Di María volvió al fútbol argentino con la fijación de rendir de la mejor forma. Como queriendo demostrar que la edad es sólo un número, que dijo su ex compañero Luka Modric al fichar por el Milan. El rosarino en Rosario Central regresó por lo alto, puede que mejor de lo que se pudo esperar, y exprimiendo al máximo sus posibilidades.

El compromiso del campeón del mundo es total con el club de su vida, al que tanto anheló volver y tanto se hizo esperar. Por momentos pareció un imposible, por otros una posibilidad próxima. En el presente, siendo un hecho real, el Fideo deja huella en lo que puede ser su último paso en una carrera exitosa. Quién sabe si buscando un último logro con el Canalla.

Ahora bien, el peaje para Di María está siendo un 2025 sin apenas descanso. Con el Benfica, exhibió su fútbol en Portugal hasta la última posibilidad en la lucha por la Primeira Liga. Una opción que se extrapoló al Mundial de Clubes de la FIFA, siendo protagonista en Estados Unidos y disputando casi todos los minutos que protagonizaron las Águilas -incluidos los 120 ante el Chelsea-.

Su aterrizaje en Central lleva consigo acumular tiempo de juego en base a su estatus, la de estrella del equipo. En los 8 partidos que ha disputado Di María en su casa -consiguiendo cuatro goles- ha acumulado hasta 687 minutos. A sus 37 años, de hecho, sólo en uno de esos partidos acabó por debajo de los 80 minutos disputados (contra Deportivo Riestra, con un total de 74).

Pero el ponerse al límite sobre el terreno de juego no está siendo la única preocupación para el extremo. La acumulación de tarjetas se ha vuelto algo casi habitual desde su puesta en escena en el Gigante de Arroyito. Una cada dos partidos en el Clausura para el campeón del mundo, que lleva cuatro amarillas en los ocho encuentros que ha disputado hasta el momento.

Noticias relacionadas

Con la posibilidad de suspensión cuando alcance las cinco, es llamativo que en menos partidos el ex internacional por la Albiceleste haya llegado casi al total de amonestaciones que alcanzó con el Benfica en la anterior temporada (5 amarillas). Un aspecto que no ha sido algo muy habitual en su carrera a pesar de tener momentos en los que la sangre es caliente.

¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí

Etiquetado en:

Te recomendamos en Internacional

Lo más visto

Más noticias